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"Hay mil personas que dibujan bonito y no tienen buenas ideas" - 1

(Quito, 1972) es uno de los artistas gráficos más influyentes de América Latina, esto por sus "Dosis diarias", viñetas donde desarrolla con humor ideas varias que ha recopilado en libros como "¿Quién es Montt?" (2011) y "¡Mecanchendié!" (2012). Además, lanzó la novela gráfica "Achiote" (2014) y pronto el recopilatorio de Laura y Dino, anécdotas de una niña y su dinosaurio influenciadas por la paternidad.

Montt, quien estuvo en Perú para el evento de diseño gráfico DC Fest, conversó con El Comercio Aquí algunas de sus respuestas.

-Leí en una entrevista que mientras estaba en clases de colegio, le gustaba dibujar y así prestaba más atención a lo que decía el profesor.

Sí, porque en el fondo cuando dibujas o haces cualquier actividad mecánica, como que prestas más atención a lo que está pasando. De hecho, pasa que cuando estás hablando por teléfono comienzas a dibujar en un papelito al lado. Es como una actitud reflejo que tenemos los seres humanos. En mi caso dibujar me permite poner en blanco la cabeza y por lo tanto estar escuchando. De hecho, en general cuando dibujo en casa lo que hago es poner un documental de fondo, en vez de música incluso y es perfecto, porque de ahí saco más ideas.

-Y en algún momento que haya estado aburrido en algo y haya empezado a dibujar, ¿su interlocutor no le ha dicho o visto con una mala cara, tipo 'este tipo está dibujando mientras está hablando conmigo' o algo así?

En general pasa algo con el dibujo, que es muy atractivo ver que alguien está dibujando. Nunca me ha pasado, a lo más que se puede llegar es a decir 'ah, mira'. Tienes un espacio de conversación extra, pero no, no me sucede y tampoco lo siento como una mala educación, porque de hecho a mí me gusta mucho cuando una persona está haciendo algo mientras estamos conversando, algo que le gusta siempre y cuando no se pierda el hilo de la conversación. Es muy distinto que alguien se ponga a chatear con el telefonito.

-Usted ha dicho en varias oportunidades que no es necesario dibujar bien para contar historias visuales. Imagino que eso será parte de la presentación del DC Fest.

Por supuesto, de hecho en la presentación que hago yo hablo un poco sobre cómo la historia vivida influencia cada trazo que haces. Y también desde esa perspectiva hablo del hecho de que lo importante es contar un relato, tener un relato por sobre dibujar bonito. Dibujar bonito es secundario, a nadie le importa. Hay mil personas que dibujan bonito y no tienen buenas ideas.

-Si bien mucha gente no puede dibujar bien, hay más personas que todos los días crean memes, estas unidades de contenido pequeñas. ¿Puede equipararse un meme a un trabajo de opinión gráfica y humor?

Yo creo que es un trabajo de humor gráfico y opinión. Lo único en que uno podría no estar, o podría tener cierta diferencia es que en general alguien que trabaja en esto hace todos los días o cotidianamente un trabajo visual y de opinión, y alguien que hizo un meme por ahí hizo uno y de ahí nunca más en la vida. Entonces a mí me gusta mucho el meme porque democratiza la gráfica en el humor, pero también siento que, hasta no tener alguien que esté haciendo memes todos los días, no lo considero un humorista gráfico, digamos.

-¿Y en algún momento se ha sentido tentado en hacer memes?

Yo creo que al final no es tanto lo que uno decide hacer, sino más bien es un proceso muy orgánico. Se te ocurre una idea, ves cuál es la mejor fórmula para desarrollar esa idea y la llevas adelante. Nunca tuve la necesidad de sentarme y planificar cómo ejecutar un meme, siento que no ha sido necesario hasta ahora, pero no lo veo como algo demasiado lejano tampoco.

Una de las viñetas de Alberto Montt sobre Laura y Dino.

-¿Al crear las viñetas, en qué momento cree que algo es lo que necesita o 'a esto no le falta nada'?

Es muy rara vez cuando pienso eso, cuando veo una viñeta terminada y digo 'está redonda, a esto no le falta nada, esto funciona tal y como está'. En general siempre pienso que puede ser perfectible, pero tampoco me quedo mucho tiempo pegado en eso. Digo, hago una idea, la suelto y como salió. De repente si le pusiese más tiempo podría llegar a ser perfecta o podría terminar matándola, porque es muy delgada la línea entre ambas y no creo que el hacer reír sea la línea que te dice 'ah, es esto lo que yo estoy logrando como algo perfecto'. Más bien tiene que ver con el hecho de encontrar una mirada extraña mucho más que una mirada graciosa.

-¿Una opinión propia?

Una opinión propia sin duda, pero siento que el humor no tiene que ver con la risa, tiene que ver con el cambio de perspectiva en la mirada. Entonces hay cosas que son muy humorísticas y que no te hacen reír y hay cosas que te hacen reír que no tienen nada de humor.

-Y hablando de que no se puede forzar el tema, usted estuvo hace poco en Colombia un poco antes del plebiscito y recuerdo haber visto en su cuenta Twitter que estaba decepcionado con el resultado. Imagino que una idea o viñeta sobre esto tendría que demorar su tiempo en salir. Si es que sale, claro.

En general no suelo mucho hablar del contexto político-social, no me gusta mucho la contingencia. A veces salen, pero en general no es lo que busco, porque siento que esos momentos pasan y el humor que yo consumo y la gráfica que yo consumo tiende más bien a estar extendida en el tiempo. O sea, uno lee Mafalda y ella habla de un contexto político-social, pero a un nivel macro, no es hablar del presidente o el alcalde de turno. Si saliese una viñeta sobre el proceso de paz, sería eso, sobre un proceso de pacificación, no sobre el conflicto puntual FARC. Me obsesionaba mucho el resultado porque le tengo mucho cariño a Colombia y siento que era un proceso muy complejo, tanto el no como el sí tenían razones suficientes como para ganar. Me habría gustado el sí, ganó el no. Entiendo perfectamente el porqué. Y nada, seguir para adelante.

-¿Es idea mía o sus dibujos son un poco menos cínicos?, particularmente por lo de Laura y Dino. ¿Ha sido algo consciente, inconsciente?

No, yo creo que sigo haciendo dibujos tipo "dosis", porque publico en diversas revistas. (…) Pero el lado cínico es un lado que he descubierto que es mucho más fácil al momento de crear una viñeta. Es mucho más difícil hacer algo que se conecte más con un espacio emocional. Es más difícil conectarte a un espacio emocional puro, por llamarlo de alguna forma, que con el cinismo. El cinismo está mucho más a flor de piel. Entonces sí, cabe la posibilidad de que esté pasando. Igual hice lo de Laura y Dino justamente para esforzarme en encontrar otro lado. Y eso, obviamente, tiene sus consecuencias. Hay gente a la que le gusta, a lo que no le gusta, gente que dejó de leer el blog, gente que entró al blog. Todo es parte de la misma carrera, va cambiando, modificándose, Tengo la libertad de volver cuando me dé la gana.

LA ENTREVISTA COMPLETA CON ALBERTO MONTT:

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