Alexis Iparraguirre habla sobre "El fuego de las multitudes"
José Silva

Hay una evidente evolución en la prosa de Alexis Iparraguirre si comparamos el varias veces reeditado “El inventario de las naves” (2004) y el reciente “El fuego de las multitudes” (Planeta, 2016). Doce años no han pasado en vano, y si muchos autores se duermen en los buenos comentarios de su libro “debut”, hay otros que se toman las cosas más en serio. Este parece ser el caso de este autor, quien hace unos días presentó su nueva obra en la Feria Internacional del Libro de Lima.

Alexis Iparraguirre es licenciado en Literatura Hispánica por la PUCP y cursó el Máster de Escritura Creativa en Español de la Universidad de Nueva York, época en la que germinaron las cuatro historias que incluye esta nueva publicación.

El autor visitó el stand de “El Comercio” en la FIL Lima 2016 y adelantó a nuestros lectores algunos detalles sobre “El fuego de las multitudes”, ya a la venta en las principales librerías de Lima.

¿Qué se van a encontrar los lectores en “El fuego de las multitudes”?

Es un libro con cuatro relatos, uno de ellos es casi una novela corta. Son fundamentalmente cuentos fantásticos, y tienen que ver con personas que viven una vida muy cotidiana y que de pronto son desplazados a una zona de profundo reto cuando aparece un hecho imposible en sus vidas. Por ejemplo, un capitán de la Marina debe desplazarse  a la Antártida en busca de una situación que para él es un misterio. También hay un profesor de poesía cuyos alumnos se suicidan al leer determinados poemas. Un físico que baila salsa en un garito del centro de una ciudad que se parece mucho a Lima. Y finalmente, una burócrata internacional que tiene sobre sus hombros el peso de todo el mundo, el día en que los Estados y las multitudes salen a protestar a las calles.

¿Te planteaste esta diversidad temática en los relatos o fue algo que se dio en el camino?

Fui pensando originalmente en profesiones que pensaba no iban a funcionar en el siglo XXI porque su tiempo de producción fue bastante largo y hoy no se les requiere tanto. Pensaba en el profesor de poesía, en el capitán aventurero al estilo de los capitanes de Julio Verne. Pero luego el proyecto fue tomando otro rumbo, y se convirtió en uno de personas que poco a poco van construyendo experiencias muy singulares para llegar a este cuento final donde la experiencia singular completa es esta vida del futuro con un montón de transformaciones multitudinarias.

¿Qué comodidades te otorga este género literario?

Para mí, ninguna, espero que para el lector muchas. Pero la literatura es un placer difícil y yo siempre he buscado encontrarme con ese placer. Entonces, para mí es un gran desafío entregar, en un modo de lectura atractivo y agradable para el lector, un libro que para mí fue bastante complejo construir. Además, “El fuego de las multitudes” satisface una serie de obsesiones artísticas personales que me han acompañado durante muchos años.

¿Cómo ves el desarrollo del género fantástico en nuestro país?

Muy bien. Me parece interesantísimo que por un lado haya un montón de importaciones de literatura fantástica, y que por otro haya una serie de escritores que se definan por este género. Mi contribución al tema sería pensar que la literatura fantástica no tiene que verse como un campo cerrado o como solo un estante en una librería. Mi apuesta es que la literatura fantástica pueda ser vista como gran literatura sin ese adjetivo. No me imagino  que en Argentina los cuentos de Borges y Cortázar estén en el anaquel de literatura fantástica, sino en el de literatura nada más.

Es la primera vez que publicas en Planeta, ¿cómo ves el tema de pasar a una editorial grande?

Tiene ventajas que ninguna independiente tiene en dos puntos esenciales: primero la distribución y la publicidad. Usualmente este último factor en los independientes es muy limitado. Y en segundo lugar, un hecho que puede parecer simbólico en estos días pero que tiene gran valor, se trata de una empresa formal y que otorga regalías y ganancias por el trabajo realizado. El problema con los independientes es que, en muchos casos, no pagan por el trabajo de un escritor.

¿Sueles plantearte el reto de mejorar tu escritura cada vez que terminas un proyecto?

Desde luego. Lo que viene será una novela. Es un género que me genera mucho respeto. Me preocupa la cantidad y la abundancia de novelas que existen hoy, pero siempre me consuela que algunos escritores que admiro señalan que la abundancia no significa calidad, necesariamente. Y las novelas que admiro me ponen la valla muy alta. Siento que me he estado preparando, incluso escribiendo este libro, para eso. Planteo utilizar algunos de estos personajes, que he conocido, con los que me he vuelto bastante íntimo, en el desarrollo de una futura novela.

Finalmente, ¿algún autor peruano que te haya sorprendido en los últimos años por sus cuentos?

Carlos Yushimito. Es un autor que lo conocen los escritores pero que no es muy conocido a nivel de públicos masivos. Tal vez debería tener esa oportunidad porque me parece un autor bastante desafiante.

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