"La palabra ‘distopía’ se ha puesto de moda y es como un chicle demasiado masticado. Yo la detesto", indicó la escritora Rosa Montero. (Foto: EFE)
"La palabra ‘distopía’ se ha puesto de moda y es como un chicle demasiado masticado. Yo la detesto", indicó la escritora Rosa Montero. (Foto: EFE)
Enrique Planas

"Los tiempos del odio", su más reciente novela de ciencia ficción, suma a una intensa intriga emocional sus temas más recurrentes: el envejecimiento, el miedo a la muerte, el fracaso y la necesidad de amar. La escritora española Rosa Montero llegará en breve a la para presentar el tercer libro de esta serie, situado en el Madrid del año 2110, y protagonizado por la detective replicante Bruna Husky, homenaje a la fundamental "", cinta basada en la novela de Philip K. Dick. Intensas persecuciones, tiroteos y peleas cinematográficas, pero también una profunda reflexión sobre el amor o su simulacro artificial.



—¿Dónde estaba usted en 1982, cuando se estrenó “Blade Runner”? ¿Cómo marcó el filme de Ridley Scott a una joven escritora?
Yo vi la película antes de su estreno en el Festival de Cine de San Sebastián, creo recordar. Y la verdad es que no me gustó demasiado [ríe]. Visualmente me pareció potente, pero por aquel entonces yo era mucho más radical en mis filias y fobias de lo que soy ahora. Con los años vi otras veces "Blade Runner", y cuanto más vieja me hago, más me gusta. En fin, nunca he sido uno de esos fanáticos de "Blade Runner", aunque desde luego ahora me parece una película preciosa y un absoluto clásico.

Un clásico: "Blade Runner" (1982), de Ridley Scott. (Foto: Warner Bros.)
Un clásico: "Blade Runner" (1982), de Ridley Scott. (Foto: Warner Bros.)

—Sucede con "Blade Runner" que una gran película nos hace olvidar una novela no tan buena. ¿Encuentra en "Sueñan los androides con ovejas electrónicas" elementos valiosos dentro de la obra de Philip K. Dick?
La película es sin duda más redonda, pero la novela de Dick, siendo irregular como todo lo suyo, es de una potencia creativa brutal. La película solo usa una parte de las maravillosas ideas que pone Dick en ese libro. Y en cualquier caso yo lo que he hecho con mis novelas de Bruna ha sido retomar un mito contemporáneo (el mito de Dick de una criatura que tiene una vida breve y por consiguiente no puede olvidarse de que es mortal, y la idea de las memorias artificiales como metáfora de la artificialidad de la memoria humana) de la misma manera que podría haber hecho una versión de un mito clásico como el de Edipo. Fuera de eso, ni mi mundo ni mis replicantes tienen nada que ver con los de "Blade Runner" o los de Dick.

—Conforme envejecemos, ¿más nos parecemos a los replicantes por su constante miedo a la muerte?
[Ríe] A mí me pasó un poco eso, que la película fue creciendo conmigo, aunque en mi caso fue por esa implacabilidad y dureza de la juventud, no por no compartir el sentimiento de caducidad, porque yo siempre he estado obsesionada por la muerte y el paso del tiempo. Uno empieza a envejecer desde la cuna. Pero sí, supongo que para la mayoría de los humanos, que viven como si fueran inmortales, la conciencia álgida de la muerte que experimentan los replicantes solo empiezan a alcanzarla tras la crisis de la mediana edad.

—Una curiosidad: ¿qué le pareció la secuela "Blade Runner 2049"?
Malísima. La escena del trío sexual con la amante virtual es estupenda, lo mejor de todo, pero el resto me pareció a la altura de un mal telefilme.

—Ya no hablamos ahora de ciencia ficción, sino de novelas 'distópicas'. ¿Quiere decir que los escritores han perdido la esperanza en el futuro?
La palabra 'distopía' se ha puesto de moda y es como un chicle demasiado masticado. Yo la detesto, y desde luego ninguna de mis novelas de Bruna es una distopía. Mis Brunas no predicen un futuro catastrófico, sino que son historias realistas. De hecho, son las novelas más realistas que he escrito, y te diré que creo que el mundo que vivimos es bastante peor que el de Bruna.

—Como sus Nuevos Antiguos, secta que reniega de la tecnología, ¿imagina formas para vivir manteniendo cierta independencia de esta?
Mi secta de los Nuevos Antiguos me parece horrible. De "Los tiempos del odio" me gusta su aparente ambigüedad: los buenos parecen malos, los malos buenos, todos tienen argumentos que suenan sensatos. Y es que la vida es así, está llena de matices grises. Los Nuevos Antiguos tienen argumentos que parecen válidos, pero luego demuestran ser unos dogmáticos terribles. La cuestión no es rechazar la tecnología, sino usarla adecuadamente.

"Los tiempos del odio" por Rosa Montero. (Fuente: Difusión)
"Los tiempos del odio" por Rosa Montero. (Fuente: Difusión)

—Para terminar, quería preguntarle por su opinión sobre las críticas de un sector de escritoras a la Bienal Vargas Llosa. ¿Es justo señalar que las mujeres tienen un menor espacio en la bienal?
Firmé la carta porque era muy sensata: lo que denunciaba es algo que sucede en la inmensa mayoría de las manifestaciones culturales. El sexismo (que por cierto nos afecta a todos) nos hace ver la realidad de una manera muy sesgada. Por ejemplo, a menudo las mujeres van a estos eventos más como presentadoras o moderadoras, no como invitadas plenas. Lo cual nunca ha sido mi caso en la bienal, por cierto, en donde siempre me he sentido muy bien tratada. Ahora bien, tras haber firmado y viendo los ecos del manifiesto, he empezado a sentir cierta incomodidad, porque se ha presentado el texto como si fuera algo que sucede solo con la bienal, como si esta fuera malísima y los demás estupendos, cosa que desde luego es completamente falsa. Y entonces he empezado a temer que alguien, no sé quién, se haya aprovechado de esta protesta legítima para beneficio de sus intereses y sus guerras personales. Una sospecha muy desagradable.

MÁS INFORMACIÓN
Actividades de Rosa Montero en la FIL Lima (Parque Próceres de la Independencia, Av. Salaverry cdra. 17, Jesús María):
25 de julio, 7 p.m.
Presentación de libro: “Los tiempos del odio”
26 de julio, 7 p.m.
“Anatomía del relato policial”, conversación con Guillermo Martínez.
26 de julio, 8 p.m.
Mesa: “Mi escritora favorita”.
27 de julio, 6 p.m.
Debate: “Barreras de género en la industria editorial”. Participan: Rosa Montero, Inès Bayard, Margarita García Robayo y Claudia Salazar.

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