A una década de la muerte del entrañable poeta laredino, aparece el último de sus relatos para niños que se conservaba inédito. (Foto: Verónica Salem)
A una década de la muerte del entrañable poeta laredino, aparece el último de sus relatos para niños que se conservaba inédito. (Foto: Verónica Salem)
Enrique Planas

Leoncio cree en sirenas. Había oído hablar de ellas a su tío ceramista, ya fallecido, y estaba convencido de que estas salían de la laguna en las noches de luna llena. El pequeño vivía en Puquio Alto, pequeño pueblo de Ayacucho dedicado a la crianza de ganado. Cuando una enfermedad empiece a extenderse sobre las ovejas, la comunidad mandará traer de Huamanga a un doctor veterinario. El popular doctor Pinchapoto, como lo llaman los niños al verlo inyectar las vacunas en los animales, no solo se hará amigo de Leoncio, sino que también aprenderá que las sirenas existen más allá de lo que digan sus libros de ciencia.

"Leoncio y el doctor veterinario" salió tarde de la imprenta, pero alcanzó a verse en los últimos días de la Feria Internacional del Libro de Lima. Es el último de los doce libros para niños que escribió el poeta José Watanabe para la editorial Peisa. Germán Coronado tuvo guardados los originales a lo largo de 10 años, luego de que las hijas del autor de "Cosas del cuerpo" se lo entregaran tras su muerte. Memorables libros de esa colección fueron publicados de forma póstuma: "Don Antonio y el albatros" (en coautoría con Micaela Chirif) o "Lavandería de fantasmas", ilustrado por el maestro Eduardo Tokeshi. Sin embargo, debido a su complejidad (es un cuento que puede ser leído tanto por niños como por adultos), fue quedándose entre los proyectos de la editorial.

—En las alturas—
"José era un gran conversador", recuerda el editor Germán Coronado. A inicios de la década del 2000, el poeta trabajaba en la editorial y llegaba, puntualmente, a las 3 de la tarde. Y aunque la hora de salida era a las 8 p.m., muchas veces la oficina no apagaba las luces sino mucho después, ya que las conversaciones con el poeta se extendían por horas. "Recuerdo que, ya habiéndose ido todos, nos quedábamos solos, conversando de mil asuntos. Entonces me iba soltando ideas sobre las historias que iba escribiendo", señala Coronado.

El libro fue presentado el penúltimo día de la Feria del Libro. (Foto: Facebook Peisa)
El libro fue presentado el penúltimo día de la Feria del Libro. (Foto: Facebook Peisa)

Entre esas conversaciones estaba la de escribir, por primera vez, un cuento de aprendizaje y descubrimiento con escenario andino. "Watanabe quería desarrollar el tema de la identidad andina. No olvidemos que su madre nació en la sierra de La Libertad. Pienso que José quería hacer en esta historia un homenaje al hombre, a la mujer y a los niños andinos, retomando su idea de que la imaginación debía formar parte fundamental en nuestra vida", añade el editor.

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