María Emilia Cornejo (izquierda) junto a su hermana Ana María, a mediados de los años 60. (Archivo familiar)
María Emilia Cornejo (izquierda) junto a su hermana Ana María, a mediados de los años 60. (Archivo familiar)

Si tiene problemas para definir lo que significa ser una escritora de culto, piense en María Emilia Cornejo. Escribió muchos de sus principales poemas entre su adolescencia y su primera juventud, desbarató los prejuicios y pacaterías de su época, su obra circuló apenas entre unos pocos afortunados para luego pasar a ser casi inhallable, y finalmente murió con la misma desdicha con la que vivió: suicidándose mediante un combo de fármacos que le destrozaron el organismo cuando recién había cumplido 23 años.

Justamente para echar más luces sobre Cornejo Calderón (1949-1972) es que está por publicarse “La muchacha mala de la historia”, la más completa y pulcra colección de sus poemas que se haya editado hasta la fecha. A cargo de la selección de los textos (muchos de ellos inéditos) estuvo Pedro Casusol, quien además escribe un extenso ensayo introductorio con detalles poco conocidos de la poeta. “Hasta hace unos años, solo se podía leer a María Emilia en Internet; si no, era prácticamente imposible. Hubo un libro titulado ‘En la mitad del camino recorrido’, que solo se podía encontrar en la ONG Flora Tristán, donde fue editado. Sus textos no se vendían en librerías”, señala Casusol.

Para este trabajo, el editor realizó más de 15 entrevistas y una ardua documentación que lo llevó a toparse con datos sueltos pero relevantes, y hallazgos muy puntuales. Todo el conjunto le permitió ir reconstruyendo la compleja vida y obra de la autora, que aquí se presenta con un equilibrado balance entre su intimidad y su creación. Porque leer a Cornejo significa también introducirse a una ineludible dimensión de su privacidad.

Ilustración de María Emilia Cornejo realizada por la artista Sheila Alvarado.
Ilustración de María Emilia Cornejo realizada por la artista Sheila Alvarado.

UNA FIGURA ESQUIVA
Para poder aproximarse a la figura de María Emilia, Casusol recoge los testimonios de varias de las personas que más cerca estuvieron de ella: su hermana Ana María Cornejo, amigos de su juventud como Charo Arroyo y Emilio Horna, poetas como Hildebrando Pérez y Rosina Valcárcel, y gente que la frecuentó en la Universidad San Marcos o en Caja de Agua, San Juan de Lurigancho, el lugar adonde se mudó desde la casa familiar de Pueblo Libre. En ese intento de recomposición colectiva de la memoria, Casusol confiesa que llegó a obsesionarse con los aspectos más íntimos de la vida de Cornejo, en particular con la relación con su esposo, Oswaldo Márquez, apodado Coco.

“Hubo personas que me llegaron a preguntar por qué quería meterme en la cama de María Emilia y Coco –relata Casusol–. Allí me di cuenta de que ir por el tema meramente personal no era el camino, que estaba fracasando”. Aun así, Casusol relata en un breve pasaje de su ensayo las dificultades que tuvo para hallar a un personaje esquivo como Coco Márquez, que al parecer inspiró varios de los versos de la escritora, incluido su famoso poema “Soy la muchacha mala de la historia” (ver recuadro). “Él fue una persona muy importante en la vida de María Emilia y una de las razones del colapso que ella sufrió. Yo quería que se pronunciara porque era el gran misterio de la historia. Pero era un fantasma. Con Rodrigo Núñez Carvallo, que lo conocía, hicimos un plan para visitarlo en el cuarto donde vivía en Barranco.Nos hizo pasar, pero no se sentía cómodo en absoluto. Me pareció que no había superado la muerte de María Emilia e incluso me dio la impresión de que era una persona un poco oscura”.

En ese encuentro, Coco Márquez no respondió ninguna pregunta. Al año siguiente, Casusol se enteró de que el hombre se había suicidado dentro de su habitación.

Carné de filiación al colegio Santa María, en Magdalena, donde estudió la poeta.
Carné de filiación al colegio Santa María, en Magdalena, donde estudió la poeta.

PIONERA FEMINISTA
Este libro, en cierta forma, también intenta zanjar una polémica que surgió en torno a la obra de María Emilia hace aproximadamente una década. La comenzó el poeta José Rosas Ribeyro, cuando dijo que los tres poemas de Cornejo que aparecieron en la revista “Eros” en 1973, un año después de su muerte, fueron en realidad una reconstrucción hecha por él y Elqui Burgos de unos “apuntes desordenados, dislocados” que había dejado María Emilia. Tras esa controversia, como es de suponerse, su obra no salió bien parada, en opinión de algunos sectores de la escena literaria peruana. A ello se sumaba la falta de manuscritos de la poeta, que pudieran mostrar su trabajo original.

Esta edición de la obra de Cornejo, sin embargo, cuenta con un material inédito: un cuaderno de la autora que durante 40 años estuvo en poder de su amiga Charo Arroyo, y que recién a inicios de este año, casi sobre la hora, fue cedido para su publicación. “Antes de tener acceso a ese cuaderno, yo entendía que la polémica en torno a la obra de María Emilia se diera –afirma Casusol–. Pero viendo los poemas que acá figuran, me di cuenta de que Rosas Ribeyro exageraba. La supuesta ‘reconstrucción’ que él hizo de los tres poemas es simplemente lo que cualquier editor habría hecho con el texto de una persona que quiere publicar. No encuentro una mayor intervención más que la de quitar versos para que el poema sea más conciso o poner un remate que correspondía a otro poema”.

La puesta en duda sobre el valor literario de María Emilia Cornejo sería entonces, según Casusol, el intento de minimización a una mujer por parte de unos poetas hombres. “Eso muestra el sectarismo que había en los años 70, y que hay todavía, en nuestra literatura –agrega el editor–. En esa época los clubes literarios se conducían como partidos políticos, eran clubes de Tobi. Y María Emilia era una poeta alejada de todo eso, por eso se la ningunea. Estoy seguro de que fue un acto de machismo, y que ella a la vez cumplía los requisitos para ser una protofeminista”.

Los poemas de Cornejo –descarnados en su acercamiento al amor y a la sexualidad, desafiantes con los cánones religiosos, impúdicos en cuanto a su insatisfacción– precedieron y le dieron voz a una época en la que organizaciones feministas como Manuela Ramos y Flora Tristán recién aparecerían años después, a fines de la década del 70. Por eso, leída dentro de ese contexto, su obra gana en potencia y ayuda a entender mejor su adelantada conciencia social. Y además, cómo no, entender a una mujer que fue víctima de ella misma, pero también de su tiempo. Un verso suyo encaja perfecto como cierre: “Por favor comprendan lo incomprensible”.

PRESENTACIÓN DEL LIBRO
​En el marco de la feria La Independiente, se realizará el conversatorio Vida y obra de María Emilia Cornejo. Esto será el viernes 3 de mayo, a las 8 p.m., en la sala Kuélap del Ministerio de Cultura (Javier Prado Este 2465, San Borja). Participan Pedro Casusol y Evelyn Sotomayor. El ingreso es libre.

Un poema de María Emilia Cornejo
"SOY LA MUCHACHA MALA DE LA HISTORIA"


soy
la muchacha mala de la historia,
la que fornicó con tres hombres
y le sacó cuernos a su marido.

soy la mujer
que lo engañó cotidianamente
por un miserable plato de lentejas,
la que le quitó lentamente su ropaje de bondad
hasta convertirlo en una piedra
negra y estéril,
soy la mujer que lo castró
con infinitos gestos de ternura
y gemidos falsos en la cama.

soy
la muchacha mala de la historia

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