Comentamos los libros “Dos feministas conversan” de Violeta Barrientos, “Repúblicas sudamericanas en construcción” de Natalia Sobrevilla y “Víscera Beltrán” de Ana Carolina Zegarra.
Comentamos los libros “Dos feministas conversan” de Violeta Barrientos, “Repúblicas sudamericanas en construcción” de Natalia Sobrevilla y “Víscera Beltrán” de Ana Carolina Zegarra.

“Dos feministas del siglo pasado: Maruja Barrig y Gina Vargas”

Autora: Violeta Barrientos Silva

Entrevistas

Páginas: 190

Editorial: Pesopluma

Lo más valioso y notable de este libro es que trasciende la teoría feminista –necesaria e importante, no está de más aclararlo–, para centrarse más bien en la práctica, en las vivencias personales de sus protagonistas. Porque como dice Maruja Barrig, una de las entrevistadas, ella misma “era feminista sin saberlo”.

A lo largo de estas páginas, Barrig y Gina Vargas, dos de las principales impulsoras del movimiento feminista en el Perú del siglo XX, dialogan con la poeta y activista Violeta Barrientos, dándole forma a un poderoso testimonio que cruza temas como su entorno familiar, sus estudios y trabajo, el matrimonio y la maternidad, la libertad sexual y, por supuesto, los movimientos feministas de los que formaron parte.

Entre la anécdota y la toma de posición, los relatos de Barrig y Vargas conforman un atestado bello y duro de varias décadas de lucha desigual, marcada por la adversidad, repleta de matices e incluso contradicciones, pero siempre abierta al aprendizaje y la solidaridad entre mujeres que intentaban romper con un modelo patriarcal aún hoy severo e injusto.

Hacia el final del libro, ambas reflexionan sobre el movimiento feminista del siglo XXI (y no el del “siglo pasado”, por eso el énfasis en el título) y sientan posturas diferentes (una desde el entusiasmo, la otra más plegada a la amargura y la decepción). Fragmentación de posturas y visiones que, sin embargo, no tiene por qué ser negativa; sino que, como diría Vargas, “puede significar que múltiples iniciativas se van asentando, identidades que se van fortaleciendo”, y que podrían impulsar “una posibilidad de articulación de luchas”.

”Repúblicas sudamericanas en construcción”

Editora: Natalia Sobrevilla Perea

Ensayo

Páginas: 244

Editorial: Fondo de Cultura Económica/UNMSM/Petroperú

En estos años en que transcurren los bicentenarios de varias naciones sudamericanas, este proyecto impulsado por Natalia Sobrevilla es particularmente ambicioso y renovador. Porque no son muchos los libros dedicados a estudiar de manera conjunta (que no individual) los procesos de independencia en la región.

Eso es lo que presenta este libro, que reúne cinco ensayos de cinco historiadores (los argentinos Gabriel Di Meglio y Alejandro M. Rabinovich, el colombiano Daniel Gutiérrez Ardila, el chileno Juan Luis Ossa, y la peruana Sobrevilla) estudiando los casos de Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Perú y Venezuela desde cinco perspectivas, entre ellas las estructuras administrativas de la Colonia, las confrontaciones bélicas, o la participación popular en los respectivos procesos independentistas.

Lejos de ser ensayos aislados, en el libro se entrelazan puntos de vista temáticos y se percibe el intercambio entre sus autores. Y ello desemboca en una aproximación al proceso de la independencia regional como un fenómeno conectado. Una interesante chance de comprender con visión más amplia esa etapa clave en la historia americana.

”Víscera Beltrán”

Autora: Ana Carolina Zegarra

Poesía

Páginas: 60

Editorial: La Balanza Taller Editorial

”El lenguaje me abandona” dice uno de los versos de “Víscera Beltrán”, un libro que puede parecer por momentos inexpugnable. Sin una ilación clara a simple vista, descoyuntado en fragmentos inconexos y azarosos, pero que nos muestra a una autora que arroja imágenes e ideas muy sugerentes con asombrosa naturalidad.

Leído con mayor detenimiento, es posible encontrar ciertos trazos que nos sirven de guía. Por un lado está el ineludible influjo de Arequipa –la ciudad de Zegarra–, que irrumpe con alusiones precisas (la Virgencita de Chapi, Mercaderes); por otro, un lenguaje que se nutre del hablar cotidiano: no solo urbano y actual, sino también de los vocablos tradicionales (“un chajualla pequeñito”).

Y por último, las enigmáticas referencias viscerales o ventrales que recorren el libro (“mi hígado se hace el imbécil”, “colores de témpera en el duodeno”, “llego con la ternura en la panza”), y que acrecientan la sensación de estar frente a un poemario escrito desde las entrañas.

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