Sheila Alvarado: "Para mí, Lima nunca ha sido horrible"
Sheila Alvarado: "Para mí, Lima nunca ha sido horrible"
Catherine Contreras

A esa ardilla que todas las mañanas pasa delante de la ventana de su estudio en San Isidro, le ha puesto pantalón anaranjado. La ha dibujado corriendo presurosa; no quiere llegar tarde a la fiesta de cumpleaños, donde una torta y globos multicolores la esperan. Dibujada en acuarela y tonos pastel, ella es uno de los personajes de “El vals de las cometas”, obra ganadora del primer puesto de la V Bienal de Poesía para Niños organizada por el Icpna en el 2013. La escritora y artista gráfica acaba de presentar su primera edición bilingüe –en español e inglés– en la .

Una urgencia rondaba la cabeza de esta limeña de pura cepa: “Sentía que no encontraba una poesía actual que me hablara de Lima y de sus rarezas”. Por eso, tres partes que forman esta obra abordan estos aspectos. Primero, la niebla, “ese ser extraño que dibuja y desdibuja la ciudad, y con el que convivimos sin importar las temporadas”.

Los pequeños habitantes que pueblan la ciudad fue el segundo tema al que Sheila Alvarado le puso atención: desde gatos, ardillas y la mantis religiosa que mudó su casa a Chaclacayo en busca de paz; hasta una biodiversidad alada, producto de la curiosa observación de la autora, y que incluye turtupilines, picaflores, loros, palomas, cuculíes y esos gallinazos que sobrevuelan Lima cada tarde.

“Para la tercera parte sentí que no podía hablar de las estaciones, porque no son marcadas en Lima, pero sí de aquello que disfrutamos mes a mes”. Así, bajo el título “Los vestidos de la ciudad”, llegan en verso recuerdos de la Navidad y el Año Nuevo, la playa y los carnavales, el inicio del colegio y los cumpleaños. “Quería escribir algo que, al leerlo, puedas reconocerlo en tus propias vivencias”, explica la autora.

Sheila Alvarado: "Para mí, Lima nunca ha sido horrible"
Sheila Alvarado: "Para mí, Lima nunca ha sido horrible"

—Dibujar la identidad —
Con esta obra, Alvarado acentúa reflexiones que comparte con total convicción. Dibujando un arco iris que también incluye el color gris, la autora resuelve: “Para mí, Lima nunca ha sido horrible. Es una ciudad mágica, y quise que todos vieran esa magia que yo veo todos los días”.

Así, convierte esta publicación en una herramienta que afianza valores y experiencias de la niñez, esa etapa que nos marca a todos y nos llena de recuerdos imborrables. “Son muy potentes y tienen que ver con nuestra identidad. En una ciudad que cada vez se moderniza más, que tiene más marcas de helados extranjeros, retornar a lo que se hace en casa –como los chups– es importante. Lo es mencionar esas pequeñas cositas, sencillas, pero que te llenan tanto”, resalta.

Esta es la octava publicación que ella produce desde que en el 2007 apareció "Pelilargo" y un año después "Tomando té", ambos con la editorial Santillana. Con Paracaídas Editores lanzó "Corazón de algodón de la coneja poeta" (2014, poemario reeditado en quechua) y la tríada "La maga", "Ballena blanca" y "Bocadito al amanecer" (2015), estos últimos en edición trilingue: español, quechua e inglés.

“Apoyo mucho la difusión de las lenguas originarias”, señala la escritora, que hoy focaliza su trabajo en temas de identidad y educación infantil, y tiene en proceso tres obras: “Ceniza”, “Sirena” y otra acerca de Lima, “pero que es más adulta y dura, aunque siempre compartiendo un estado de fe y crecimiento”, acota.

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