Zinka Saric: “La literatura sin mensaje carece de sentido”
José Silva

Sus primeros libros fueron de autoayuda pero con el paso de los años, Zinka Saric notó que muchas veces los adultos olvidaban los mensajes que ella intentaba entregarles.

El destino y sus ganas por compartir enseñanzas y palabras de optimismo hicieron que recale en la literatura infantil. En ese campo produjo la exitosa saga de Ainhoa, una alienígena que fascina a niños de todas las edades con una curiosa facilidad.

"Ainhoa, la estrella que viene del norte", "Ainhoa, Nael y el sueño de Thes", "Ainhoa regresa a su estrella" y "Ainhoa, la leyenda secreta de Gaia" dieron paso a "Ainhoa y los legendarios Apus", libro publicado hace tan solo unas semanas por Alfaguara.

Con más de 10 mil libros vendidos en los últimos años, Zinka Saric cuenta esta vez cómo la tierna Ainhoa regresa al planeta Tierra para encontrarse con azul y sus siete amigos.

Los protagonistas del relato descubrirán que cada uno posee un don distinto y tan valioso como para sentirse feliz de la vida.

Aquí nuestra charla con la autora de esta novedad en literatura infantil.

-Esta historia se inició cuando usted pintó inicialmente a Ainhoa hace ya varios años

Así es. Creo que el arte vive en mí más de lo que yo vivo del arte. Pinto desde muy chica. Al comienzo escribía poemas y sobre todo cuando me enamoraba, pero vengo publicando desde 1984. Comencé con un libro de autoayuda. Luego conocí a Og Mandino y nos hicimos amigos.

-¿Cómo así?

Le envié mi manuscrito porque, entonces, no había muchas editoriales en el Perú y, además, me sentía muy unida a su pensamiento. Creía que era la única persona que me podía entender.

-¿Por qué cree que la gente lee libros de autoayuda?

Porque buscan entender cosas de la vida que quisieran solucionar. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta que a las personas adultas las ayudas en un determinado momento porque pasaron algo muy difícil, pero luego se olvidan. En cambio el niño es como una esponjita y todo lo que le des, lo recibirá, lo hará suyo y le servirá para siempre.

-Por esa razón pasó usted a escribir literatura infantil…

Así es, porque pienso que el niño usa mucho su imaginación, su creatividad. Además, Ainhoa es como un maestro que tiene mucha ternura, les da mucho amor y enseña que todos tienen algo maravilloso: que es un don, el que ellos pueden usar y compartir con los demás. Ainhoa les enseña compañerismo y respeto.

-Pero principalmente les enseña que no hay diferencias.

Claro, Ainhoa explica que cada persona es buena para algo y que no necesariamente debemos ser buenos para todo. Creo que el mundo está lleno de gente infeliz porque no ha encontrado su misión en la vida. Mientras más gente encuentre su misión en la vida desde muy niños, el mundo será mejor. Yo apunto a que los niños van a transformar el mundo.

-Su libro tiene mucha temática de los Andes. ¿Por qué?

Sí. En este libro Ainhoa va a visitar a una niña que vive en los Andes (Azul). Ahí le enseña cosas muy lindas.  La protagonista quería volar y cada vez que lo intentaba se lanzaba de las escaleras y, evidentemente, se caía.  La niña no sabía que se vuela en sueños y con el alma. Ainhoa le ayuda a ver un mundo maravilloso, lleno de amor y compañerismo.

-¿Y en qué momento aparecen los ‘legendarios’ Apus?

Ainhoa invita a los amigos de Azul y van juntos a encontrarse con los legendarios Apus. Estos se desdoblan de las montañas y se materializan para hablar con los niños de lo que realmente es importante: la tierra, la naturaleza, el agua y cómo proteger todo eso.

-Ahí está el sentido educativo de un libro infantil.

Creo que la literatura sin mensaje carece de sentido. El escritor trabaja para enseñar algo. Y hoy la letra no entra con sangre, como quizás ocurría en el pasado. Los niños han cambiado y los colegios deben adaptarse a ellos. Es como si tuvieran algo innato. Desde muy chicos usan una computadora como si ellos la hubieran creado.

-Las películas animadas para niños tienen mucho éxito. ¿Le gustaría que la historia de Ainhoa sea llevada al cine?

A mí me encantaría. Gozo mucho con estas historias porque cuando escribo veo lo que hago. No descarto en absoluto que estas historias vayan al cine.

-¿Qué le dice sus nietos cuando leen sus libros?

Ellos son muy felices. Primero porque hay en mis libros varios aspectos de mi vida. Además, yo les suelo contar cómo fue mi infancia.  A veces me preguntan ‘¿abuela cómo sabes tú eso?’ Y les digo que yo también fue niña.

-Su libro parece también celebrar la diversidad de este país, ¿no?

Somos un país bendecido. Tenemos una costa fabulosa, una sierra maravillosa, una selva espectacular. Toda la serie de Ainhoa está basada en diferentes zonas geográficas.

-No tiene su libro un final cerrado. ¿Esto significa que vienen más entregas de Ainhoa?

Es que Ainhoa le promete a Azul que regresará. Ella es como su alma gemela y desea entregarle algo especial.

-¿Elsa Herrera -Quiñónez ilustró los cinco libros de la saga de Ainhoa?

Los dos primeros libros fueron ilustrados por Andrea Paz, pero como debíamos uniformar la saga, pues Elsa se encargó de toda la serie, sino corríamos el riesgo de que los personajes no sean lo mismo.

-¿Qué tan importante es la conexión que tiene usted con la ilustradora para expresar sus ideas en el papel?

Hay una conexión muy importante. Yo visualizo lo que escribo, me siento con Elsa y le comento la mirada que busco (para mis personajes). Por ejemplo, cuando Ainhoa se pone al frente de Azul. Ambas quedan mirándose de forma especial. Es fundamental la conexión entre ambas.

-¿Qué advertencia o consejo práctico da Ainhoa a los niños de la historia?

Hay en mi libro varias enseñanzas muy vigentes. Ainhoa , por ejemplo, dice a los niños que nuestros ancestros nunca construían muy cerca al cauce del río porque pueden haber desbordes. Les dice cosas importantes para evitar tragedias. Hay muchas enseñanzas que son trascendentes.

-¿Son los padres los encargados de compartir con los niños esto y explicarles en qué consiste?

A mí me parece que aquí hay una educación inversa. El niño ve y le dice al papá ‘en el libro dice que no se debe de construir a la orilla de un río’. ¿Por qué? La naturaleza siempre recobra lo que es suyo. La niña le pregunta a Ainhoa si acaso el desborde de un río es un castigo y esta le responde que no. Todo tiene una razón y hay que respetar la naturaleza. Este libro está lleno de cosas muy importantes y es preciso para el momento que vivimos. Se nos viene un terrible fenómeno de El Niño y la gente sigue construyendo donde no debe. ¿Quién te puede enseñar mejor que un niño? Nadie.

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