MELVYN ARCE @estenopeica Redacción online
El diseñador peruano Carlos Vigil viene cosechando numerosos éxitos en el extranjero. Hoy, por ejemplo, se encuentra en la Semana de la Moda de la República Dominicana y, a finales de mes, será el único hispano en participar de un evento internacional en la ciudad de París. Hace más de 30 años, cuando decidió dejar su natal Chiclayo para luchar por su sueño, le hubiera costado creer que se podría convertir, con pocos recursos y muchas ganas, en una de las cartas del Perú en la moda internacional.
Serás el único hispanoamericano en el J Spring Fashion Show, que organiza la modelo Jessica Minh Anh en París. ¿Cómo te llegó la invitación? Estuve en Miami, gracias a un booker llamado Pierre Dulanto. Y allí las prendas de la colección Follaje causaron mucho interés. Había mucha gente de prensa extranjera que iba a tocar las prendas y cuando regresé a Lima me encontré con que tenía la invitación para París y me habían invitado con la colección completa. Ahora el Perú está tan de moda con la comida y yo me digo: ¿Qué es lo que se viene? Pues yo creo que el boom de la moda puede ser como el de la gastronomía.
¿Cómo se encuentra el rubro de la moda en el Perú? Todavía no tenemos un diseñador de renombre internacional. Nos falta un Valentino o un Óscar de la Renta, como ocurre en otros países de Latinoamérica.
¿Y por qué todavía no tenemos un diseñador internacionalmente conocido? Hemos estado enfrascados. Perú era: algodón insumos para fabricar ropa. Pero acá también hay artistas y muy buenos diseñadores. Pienso que el Perú debería tener un barrio de moda. Los diseñadores deberíamos tener atelieres en el mismo lugar.
Hay muchas casas de moda en San Isidro… Sí, tenemos una pequeña calle que es Conquistadores pero en otros lados hay barrios completos de moda. Así como hay barrios de artistas, de bohemios, los hay dedicados a la moda. ¿Por qué no tenerlo acá?
Al inicio de este conversación mencionabas a los booker ¿Cuál es exactamente la labor de uno de ellos? Es la persona que te busca eventos en el mundo. Pierre Dulanto me llevó a Nueva York, Miami y ahora también me lleva a República Dominicana. Lo de París será el 30 de mayo. Lo organiza una modelo de Londres que hace desfiles en lugares exóticos del mundo. Hizo uno en Dubái, en Kuala Lumpur, en la Torre de Londres y ahora en el Río Sena de París. Allí habrá una pasarela de 90 metros en un barco de cristal. La gente va a ver el desfile mientras el barco se transporta por todo el Sena. Entonces, además del desfile, la gente va a ir viendo los monumentos de Paris, la Torre Eiffel, Notre Dame, etc, a través de los vitrales.
¿Cómo supiste que querías ser diseñador? Siempre me fijaba en las personas que estaban bien vestidas. Desde niño, cuando acompañaba a mi madre y mis hermanas a las fiestas, me llamaban la atención los que combinaban bien los colores o cosas por el estilo. En el colegio ganaba los concursos de pintura. Lo curioso era que siempre dibujaba mujeres bien vestidas, zapatos, peinados, carteras. Me preguntan por qué y yo solo podía decir, bueno me gusta.
¿Y te apoyaron tus padres, porque no es un profesión común aquí? Yo ya tengo más de 30 años en esto y, cuando yo me inicié, no era muy bien visto ser diseñador. No era común y más en un hombre. Las personas confunden las cosas. A mí sí me costó, además porque yo soy un autodidacta. Tenía que buscar los momentos para hacer lo que me gustaba. A Lima llegué a los 22 años. No tenía nada, no conocía a nadie y ya tenía tres hijas. Pero fui creciendo y, a los seis meses, ya tenía muchas clientas y dinero para comprarme una casa en san Borja. Hace ocho años me mudé a Pezet, San Isidro, donde tengo mi atelier.
¿Y cómo superas el hecho de que los peruanos no seamos muy atrevidos para vestir? Uno es cómplice del cliente. Te vuelves un poco psicólogo. Mi fuerte son los vestidos de novia y cuando van las chicas, me empiezan a contar qué es lo que buscan, me cuentan en qué iglesia se casan, cómo quieren sentirse… Así trabajo.
¿Cuáles son los principales errores de los peruanos a la hora de vestir? No hay errores. Cada quien tiene su gusto, pero veo a muchos hombres que, por la misma moda que dictan las tiendas de departamentos, andan muy pegados a los cuadritos, las rayitas y no se atreven. Podrían apostar por los colores. Un hombre puede usar colores fuertes o pasteles sin ningún problema.
¿Tus hijas también se dedican a la moda? Sí, claro. Lo gracioso es que cuando mis hijas eran chicas yo quería que ellas sigan carreras más convencionales. La mayor es ingeniera industrial, la otra arquitecta pero, ¡total! Las tres me salieron con la vena artística y ahora Vanessa hace las joyas, Lizet los zapatos y Cynthia los diseños. Estamos felices todos. Son la continuación, un legado.
EL DATO Puedes ver más del trabajo de Carlos Vigil en su Facebook oficial.