Cindy Crawford: "Creo que a nadie le gusta envejecer"
Cindy Crawford: "Creo que a nadie le gusta envejecer"
Redacción EC

Era 2014 y las fotos de sus vacaciones familiares en Machu Picchu daban a conocer que -Ícono de la moda; imagen de incontables marcas a lo largo de su carrera; orgullosa portadora de uno de los lunares más célebres de la historia- se encontraba en su primera visita a nuestro país. Dos años han tenido que pasar para que regrese. Esta vez, la inauguración de una tienda de relojes la ha traído de vuelta. Cindy Crawford cumplió 50 este 2016, convirtiéndose así en la primera de su generación  –el mítico grupo de supermodelos de los 90– en alcanzar la cifra.

“Quería que mis 50 pasen. Siento que el número es intimidante”, confiesa la top mientras conversamos con ella en Lima. ¿Intimidante incluso para Cindy Crawford? “Especialmente por eso, porque he sido modelo (aunque sigo tomándome fotos, así que supongo que todavía lo soy). No creo que haya alguien a quien le guste envejecer, pero todos lo hacemos. Es la relación contigo misma la que te da confianza. Tienes que trabajar en tener una vida laboral y personal que sean satisfactorias”.

De eso último la modelo ha dado prueba suficiente. Su matrimonio de casi dos décadas con el empresario Rande Gerber es uno de los más sólidos del mundo de la moda. La pareja es fotografiada a menudo junto a sus hijos, aunque es en Instagram donde la familia comparte la mayoría de sus momentos más íntimos.

2016 también ha representado otro cambio en la vida de la ex supermodelo: su hija de 15 años, Kaia Gerber, saltó a la fama tras protagonizar diversas campañas publicitarias y aterrizar en otro tanto de portadas de revistas, incluida una en Vogue al lado de su madre. El impresionante parecido entre ambas no ha pasado desapercibido.  “Para mis hijos el modelaje no viene a ser un trabajo raro. Para mí sí lo fue: mi padre era electricista y mi madre se dedicaba a la casa. A Kaia le encanta, aunque al inicio decía que no nos parecíamos en nada. Está encontrando su lugar en el mundo de la moda. Ser mi hija le ha abierto puertas, por supuesto, pero solo eso. El resto depende de ella”, indica Crawford.

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