Aerosmith en Lima: el adiós de los chicos duros del rock
Czar Gutiérrez

Los han pasado 46 años sobre los tinglados, han estado demasiado ocupados en tratar de mantenerse sobrios y acaban de decir: "No vamos más, eso es todo amigos, que baje el telón". Ciento cincuenta millones de álbumes vendidos tienen el peso específico para terminar consolidando un rocanrol cincelado en el blues y una imagen que viaja de lo provocativo a lo monstruoso con lúbrica agilidad: la boca de Steven Tyler. Sus labios no tendrán ni el grosor de una llanta de automóvil ni desde ellos se desprenderá el magma llameante de los de Jagger, pero no hay ninguna duda de que sigue siendo incendiaria.

Más allá de lo cual no queda otra cosa que una trayectoria esmaltada con piedras preciosas: 25 álbumes de oro, 18 de platino, 12 multiplatinos, 21 ingresos al top 40, 10 preseas MTV, cuatro Grammys, nueve números uno en los Mainstream Track, puesto 57 para Tyler entre los 100 mejores artistas de todos los tiempos de "Rolling Stone" y residencia permanente en los salones de la fama gracias a un primer quinteto de discos lanzados en los primeros tiempos, inmediatamente antes de su inmersión en el alcohol y las drogas duras. Y también antes de la irrupción de los Guns N’ Roses atacando el mismo nicho y relegándolos algo más en un reino donde ya sabemos quiénes son los monarcas. Por eso las malas lenguas de los Rolling Stones los tratarán siempre como sus subalternos.

Pero ese es un elemento subsidiario para los iniciados: esta no es una carrera de caballos. Y que Tyler-Perry sean mejor conocidos en el ambiente como 'toxic twins' (los gemelos tóxicos) por su legendario apego a los estimulantes, a diferencia de la dupla Jagger-Richards que se solazan en su 'glimmer twins' (los mellizos brillantes), tampoco ensombrece demasiado a un colectivo que podrá haber tenido una de las carreras más irregulares del pop, pero resulta inocultablemente trascendental y divertido.

Es así como, protegida bajo su manto genitor –"Aerosmith" (1973), "Get Your Wings" (1974), "Toys in the Attic" (1975), "Rocks" (1976) y "Draw the Line "(1977)–, la banda reaparece en Lima para decirle adiós a las masas desde la ética impecable de una formación original: Tyler, Perry, Kramer, Hamilton y Whitford subirán a escena a las 9:30 p.m. de hoy lunes. Y el coloso de José Díaz estará dispuesto a inclinarse reverente más allá de “Crazy’”, “Dream On” y “Love In an Elevator”: un arsenal de 15 álbumes solidifican a los de Boston en la cima de ese rocanrol que se toca con las uñas. Rock sucio, libertino y bravucón que se pondría la valla muy alta con "Permanent Vacation" (1987) y "Pump" (1989), quizás su mejor disco.

Que el blues originado en el delta del Misisipi acompañe su silencio y su gloria.

Más información

Lugar: Estadio Nacional.
Día y hora: hoy, 24 de octubre.
Puertas a las 5 p.m.
A las 8:20 p.m. telonea Huelga de Hambre y a las 9:30 p.m. salta al escenario Aerosmith.

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