RAFAEL VALDIZÁN
Fin de las especulaciones: Alice in Chains viene al Perú y añade, así, otro nombre de lujo de la década del 90 que pisará nuestra ciudad. Porque ya vimos a Pearl Jam , Red Hot Chili Peppers y Oasis . Pero una esquina de nuestro corazón siempre quiso que la banda de Seattle nos trajera todo el peso de sus cadenas. Porque, de todas las figuras del grunge, ninguna como ellos. Alice in Chains fue la que mejor identificó las coordenadas del rock pesado para traducirlas en un lenguaje más contemporáneo. Fue como alinear a Black Sabbath y Led Zeppelin con las demandas por los nuevos sonidos de entonces. Idea redondeada con agua de su propio molino: ese grado de disonancia ‘border’ que marcó distancias con el resto de exponentes. El resultado: una propuesta demoledora, indestructible, como si cayera del cielo un alud de guitarras oscuras y escalofriantes.
Por si fuera poco, Alice in Chains rompió esquemas al mostrarnos un insospechado perfil acústico. Fue como decirnos: “Aparte de pasarlos por encima, podemos prodigarles paz, sosiego y caricias”. Este elemento artesanal se estableció no solo en su disco ‘unplugged’ de 1996, sino también en los EP “Sap” y “Jar of Flies” , así como en canciones muy armónicas que equilibraron el peso del rock que predomina en sus álbumes regulares.
Alice in Chains, como el resto de bandas originadas en los 90, también sufrió en años relativamente recientes el costo de la indiferencia. El grunge pasó a un segundo plano en el nuevo milenio y, por si fuera poco, la muerte golpeó la puerta: en el 2002, el vocalista original del grupo, Layne Staley, fue vencido por su adicción a las drogas. Aún hoy lo lloran también los discípulos de Kurt Cobain .
VIDA NUEVA Lo cíclico de la música extendió a las bandas noventeras un nuevo respiro en años recientes. No fue sorpresa ver cómo resucitaban actos como Soundgarden o Stone Temple Pilots . O cómo grupos como Pearl Jam se adecuaban a los tiempos para permanecer en el gran diálogo musical. Lo de Alice in Chains también fue una resurrección. Muchos pensaron que Staley era irreemplazable. Pero un buen día nos dimos de cara con una noticia que parecía imposible: la banda volvía al ruedo con otro cantante. Se trataba de William DuVall. Y, al escuchar la placa de retorno, “Black Gives Way to Blue” , comprendimos que la empresa no era una utopía. DuVall cumplió el encargo con creces. Pero, sobre todo, habíamos confirmado la importancia de Jerry Cantrell. El guitarrista fue siempre el hombre que manejó los ejes de la creatividad. Es el propulsor del sonido característico de la banda, así como de las armonías vocales, tan características en Alice in Chains. Su aporte mantuvo vivo al cuarteto que completan el bajista Mike Inez y el baterista Sean Kinney, y que hoy continúa con un disco recién salido a la venta: “The Devil Put Dinosaurs Here”:https://www.youtube.com/watch?v=Mu81Kdhlgj8 , una placa que conserva el peso de siempre, el de un tractor Caterpillar, y también los grises que definen la atmósfera de una banda que hace prevalecer humores serios, adustos. Viven las guitarras retorcidas, los juegos de voces que rebotan en la disonancia fríamente calculada e imprimen su sello indeleble. Está todo.
Octubre será, pues, el mes de la oscuridad. No solo Black Sabbath tenderá la mortaja de su sonido de inframundo el día 16. El miércoles 2 tendremos a Alice in Chains, gracias a Evenpro, para recordarnos buenos tiempos que no se fueron del todo. A vibrar con “Man in the Box”, “Rooster”, “Down in a Hole”, “Would?”, “Again” y “Grind”.
MÁS DATOS EL CONCIERTO La presentación de Alice in Chains será el miércoles 2 de octubre en el Parque de la Exposición, cruce de las avenidas 28 de Julio y Garcilaso de la Vega.
LAS ENTRADAS La preventa de entradas se realizará los días 1 y 2 de julio en Tu Entrada de Plaza Vea y Vivanda, exclusivamente con tarjetas Interbank. Las entradas en general tendrán un 25% de descuento con tarjetas Interbank.
ROCK IN RIO Alice in Chains también participará en el festival que se realizará del 19 al 22 de setiembre. En él figuran bandas como Metallica, Iron Maiden, Bon Jovi y Nickelback.