Madonna. (Foto: EFE)
Madonna. (Foto: EFE)
Redacción EC

ofreció un concierto sorpresa en Año Nuevo junto a su hijo David Banda en el histórico bar Stonewall Inn, ubicado en el barrio de Greenwich Village, en Nueva York (Estados Unidos).

En este lugar, que ya había a anunciado a Madonna como su embajadora por su aniversario de medio siglo, ocurrieron los disturbios que iniciaron el movimiento que lucha por los derechos de los homosexuales, hace casi 50 años.

Madonna sorprendió a las personas que se encontraban en el local celebrando la llegada de 2019 al subir al escenario pasada la medianoche junto a su hijo, quien la acompañó con la guitarra.

La 'Reina del Pop' hizo su aparición vistiendo pantalones negros, unos zapatos de taco muy alto, una casaca de cuero con aplicaciones de cadenas y brillos, lentes y un moño plateado en la cabeza.

"¡Solo quiero decir que nunca he actuado en un escenario tan pequeño!", bromeó Madonna con el público, que no dejaba de aclamarla y mostrarse sorprendido por su presencia.

"Estoy aquí con orgullo en el lugar donde comenzó el orgullo, el legendario Stonewall Inn, en el nacimiento de un nuevo año. Nos reunimos esta noche para celebrar los 50 años de revolución", agregó.

Asimismo, Madonna habló sobre los esfuerzos de la comunidad homosexual contra el "odio, la discriminación y, sobre todo, la indiferencia", y reafirmó su compromiso como artista con ellos.

"Si realmente nos tomamos el tiempo para conocernos, encontraremos que todos sangramos del mismo color y que todos necesitamos amar y ser amados", concluyó.

Tras ofrecer el breve discurso, Mandonna entonó la versión acústica de su popular canción "Like a Prayer" y del clásico de Elvis Presley "Can't Help Falling in Love".

Contenido sugerido

Contenido GEC