Arkano, de la Batalla de los Gallos: "Lo que no defendemos es el inmovilismo"

Su hazaña está completa en YouTube y dura 24 horas, 34 minutos y 27 segundos. Ese es el tiempo que se tomó el español Arkano -su nombre real es Guillermo Rodríguez Godínez- para rapear de manera ininterrumpida y alcanzar un récord Guinness en el 2016.

La presencia de este notable 'freestyler' ya es una tradición en la Batalla de los Gallos, la competencia anual de improvisación de rap organizada por Red Bull. La edición del 2017 se realizó ayer en el coliseo Arena México, en Ciudad de México. El momento más alto de la noche fue el electrizante duelo de semifinal entre Arkano y el mexicano Aczino, quien finalmente se coronó campeón. Ambos compusieron una clase maestra de agilidad mental, ingenio y ataques líricos.

El Comercio charló con el rapero español –campeón de la edición internacional de la Batalla de los Gallos en el 2015– que consiguió el tercer puesto y que tiene su radar siempre prendido para criticar cualquier tipo de intolerancia y abogar por el respeto hacia la diversidad sexual.

–¿Cuál fue el sentido de rapear por más de 24 horas seguido?

Mi objetivo principal fue dar visibilidad al rap, hacer que la gente entendiera que lo que hacemos puede tener una profundidad cultural real y puede ser algo interesante para el arte. Y con toda esa tensión que capté, denuncié ciertos temas sociales que creí que era necesario poner sobre la mesa. El récord fue la excusa para hacer este tipo de cosas, llegar a los medios de comunicación para que se entendiera todo lo que estamos haciendo, y al final la marca es más una anécdota que otra cosa.

–¿Al idioma castellano hay que poetizarlo o respetarlo?

Hay que respetarlo, quererlo, tenerle amor o mimarlo. Intentamos llevar las batallas de los gallos a algo más elegante, a rimas más complejas, a unas referencias en las que hayan figuras literarias y, bueno, poco a poco se está intentando conseguirlo.

–El rap también deconstruye el idioma. Al respecto, ¿le tienen respeto a la Real Academia Española?

Lo que no defendemos es el inmovilismo. En la deconstrucción está siempre la evolución. La sociedad cambia y la sensibilidad política, económica y lingüística también está cambiando constantemente. Es normal que también llevemos esto a nuestro terreno.