En el año 2002, Compay Segundo visitó por última vez el Perú para una presentación en el centro de convenciones María Angola de Miraflores. Aquel día, el músico logró que un auditorio donde no hubo sillas vacías lo despidiera de pie y vitoreando su nombre. Hoy, que se cumplen diez años de su muerte, recordamos la última entrevista que le dio a El Comercio antes de aquella memorable presentación. La conversación fue publicada en el suplemento El Dominical en una sección llamada El inquisidor.

¿Cuál ha sido tu último pecado? Yo soy un hombre completamente sano, no tengo nada que ver con el pecado.

¿A qué le tienes fe? A la humanidad. Sé que puede cambiar.

Si no te dedicaras a tu profesión, qué te gustaría hacer? Noooo.si yo no fuera músico estaría todavía haciendo tabaco.

*¿Qué es lo más extravagante que has hecho por amor? * No voy a decir que casarme.

¿Cuál es la imagen que más recuerdas de tu infancia? A mi madre y mi padre diciendo: éste es el camino. Y seguí su consejo de estudiar todo lo que pasaba por mi vista. Yo sé cuándo un barrendero está barriendo mal. ¿Tú sabes? Un barrendero debe barrer a favor del viento. La cosa más sencilla de la vida yo me la sé.

¿Qué podría desencadenar tu ira? Yo en lugar de amarguras tengo amigos.

¿Cuál es tu mayor vicio? El tabaco y la mujer.

¿A qué libro vuelves siempre? Nana de Zolá.

¿Con qué personaje tendrías un romance? Acuérdate que tengo 95 años. Para enamorarme ahora me cuesta trabajo, pero tendría que ser alguien que me cuide mucho.

¿Si fueras capaz de robar qué robarías? Le robaría el cariño a una mujer.

¿Con qué película has llorado? Con la obra de teatro Se secó el arroyito, una guajira que escribí yo. Si la cuento lloro y al verla en escena también. Esa se va a ver aquí algún día.

¿Qué no te pondrías nunca? Ropa clara. Mi ropa es siempre oscura porque realza mi belleza.

¿En qué otro lugar o época del mundo te gustaría vivir? Yo vendría a vivir al Perú porque nos entendemos.

¿Qué le dirías a Dios si te lo encontraras en las puertas del paraíso? Que he pasado por el mundo, he cumplido con mi deber, he atravesado pantanos y no he manchado mi plumaje.

¿Qué le dirías al diablo en las puertas del infierno? Le diría fuera pa allá, que yo no quiero nada con los diablos.