MELVYN ARCE Redacción online

Dicen que un automóvil lo dejó al pie del escenario y que ni pisó su camerino, que la noche anterior salió en busca de un hotel- porque el que le habían reservado no tenía cochera privada y que es, en líneas generales, un verdadero divo. Y aunque todo eso suene a exageraciones mediáticas de la conducta de un tipo que ha logrado todo en la industria de la música, ayer, durante su reencuentro con el público limeño, el cantante dejó más de una postal que retrata que, en efecto, su vanidad puede ser tan colosal como su innegable talento.

Lo primero que ocurre durante un concierto de Luis Miguel , sin importar que ya no sea el bello adolescente al que bautizaron como “El Sol”, es el alboroto emocional que se despierta en sus fans (la mayoría de ellas mujeres de entre treinta y cuarenta años) al menor indicio de que el mexicano ya está a punto de salir a escena. Entonces todas ellas (o la mayoría de ellas) se olvidan de que el concierto era con asientos numerados y empujan las sillas hacia cualquier extremo para acercarse lo más que puedan al cantante.

Y mientras se escuchan algunas quejas de los que están en zonas más alejadas y exigen a las damas de las primeras filas tomar asiento, Luis Miguel ya está en el escenario, un lugar que ha sido ocupado por once músicos (tecladistas, guitarrista, trompetistas, bajista, baterista y una corista/bailarina) y por dos gigantescos miembros de seguridad del “Sol”.

Sí, tal y como lo lees, el mexicano se presentó en el Jockey Club del Perú con la inusual presencia de sus guardias personales en pleno escenario. Dos hombres que, minutos después, serían parte protagónica del espectáculo al correr detrás del cantante cada vez que este se acercaba al pie de la tarima a darle la mano a sus fans o a recibir sus regalos. Y claro, para detenérselos mientras él cantaba.

Luis Miguel vestía un traje negro, una camisa blanca y una corbata también negra con líneas blancas. Tres pantallas verticales detrás de él servían de referencia para el público y dos televisores de alta definición fueron puestos a los costados del escenario para que el cantante pueda vigilar sus movimientos. Así, Luis Miguel monitoreaba cada uno de sus pasos mientras cantaba “Mujer de fuego”, el primer tema de la noche, y se ladeaba para verse al momento de interpretar “Suave”, el primer “hit” de un tour que prometía clásicos pero que dejó muchas de sus canciones definitivas fuera del repertorio.

No pasaría mucho tiempo para que Luis Miguel se dirija a su público. “¡Qué maravilla! Buenas noches”, se le oyó decir con voz y gesto amable. “Es un privilegio enorme el poder estar nuevamente con todos ustedes. Gracias a todos, gracias por recibirme”, dijo para luego bromear con el frío de la noche limeña, la pequeña llovizna que ya se sentía y las virtudes de un hombre al que llaman “Sol”: “¿Tienen un poco de frío? Pues estoy a punto de deshacerme de él”, lanzó antes de cantar “No sé tú”.

El concierto de Luis Miguel se extendería luego por cerca de una hora y media, tiempo suficiente para que el mexicano demuestre por qué, más de dos décadas después, sigue siendo una de las mejores voces de la música hispana. Una voz lo suficientemente atractiva como para convencer a Frank Sinatra (que apareció en una de las pantallas del Jockey durante el tema Come Fly With Me) de grabar con él.

Sería durante “Sol, Arena y Mar” y en “Todo excepto a ti” que Luis Miguel desplegaría toda su potencia vocal. En el primer tema lo haría cantando con el micrófono en uno de los bolsillos de su saco, porque las manos las tenía llenas de los ramos de flores y rosas que sus fans le habían dado. Y en el segundo, al hacer una variación de la canción con un duelo entre su voz y el saxo. “¡Bravo Miki!”, gritaban en coro sus admiradoras, a las que en un momento dado les dio la potestad de elegir uno de los temas que tocaría.

La velada llegaría a su fin a las 11 y 20 de la noche con un ‘encore’ de un solo tema: “Labios de Miel”, de uno de sus últimos discos. Quedarían fuera del repertorio, que llegó a repasar sus tan mentados hits en meedleys de pocos segundos, canciones como “No culpes a la noche”, “Por debajo de la mesa”, “La bikina” o “Amarte es un placer”, pero pese a todo fue un que muchas de sus “incondicionales” no olvidarán.

SETLIST 1. Mujer de fuego 2. Suave 3. Historia de un amor 4. La mentira:https://www.youtube.com/watch?v=-yOdSfkVdus 5. Tres palabras 6. No sé tú 7. Sol, Arena y Mar 8. Esa Niña 9. Hasta Que Me Olvides 10. Medley: Un hombre busca una mujer Cuestión de Piel Oro de Ley 11. Medley 2: Amante del amor Más allá de todo Fría como el viento Tengo todo excepto a ti 12. ¿Quién será? 13. Y sigo 14. Medley 3: No me puedes dejar así Palabra de honor Entrégate La Incondicional 15. Come Fly with Me 16. Te necesito 17. Medley 4: Decídete Muchachos de Hoy Ahora te puedes marchar La chica del bikini azul Isabel Cuando Calienta el Sol

ENCORE 18. Labios de Miel