El español Skone soltó un 'beef', a mediados de abril, que generó polémica en el mundo de las batallas.
El español Skone soltó un 'beef', a mediados de abril, que generó polémica en el mundo de las batallas.
Rodrigo Moreno Herrera

Un ‘beef’, o ‘tiradera’, es una composición musical que tiene el objetivo de atacar a una o más personas a la vez. En un movimiento tradicionalmente underground como el rap, esta práctica ha sido común entre asociaciones o grupos opuestos. Tal vez uno de los ejemplos más populares sean los temas que publicó para responder al reto del reguetonero Tempo.

En la primera jornada de la FMS España del 2019, el malagueño Skone aprovechó su minuto de presentación para lanzar un ‘beef’ hacia las demás ligas. “Somos los que rapeamos bien, no los que tenemos visitas” fue la frase que soltó en alusión a las millones de reproducciones que tienen las batallas de otros países en Youtube. Los MC de Chile, México y Argentina no tardaron en contestarle. De hecho, se generó un debate en paralelo sobre la veracidad de lo dicho por el rapero español.

La oportunidad ideal para demostrar cuál liga era la más competitiva sin duda sería la FMS Internacional. Los freestylers con los cuatro puntajes más altos de la tabla de cada nación, hasta setiembre del año pasado, consiguieron su cupo a la primera fase eliminatoria de este evento sin precedentes. Por fin, el público podría ver en acción a los mejores exponentes en formato FMS, una de las pruebas más completas del circuito. Meses después, y a pocos días de la final absoluta, tenemos la siguiente distribución de clasificados: 6 españoles, 4 mexicanos, 4 chilenos y 2 argentinos.

FACTORES A TENER EN CUENTA

El aparente predominio de los españoles en esta contienda no necesariamente significa que su liga sea mejor o más difícil que el resto. Hay que considerar diferentes factores relacionados al en formato FMS y al gusto de cada persona. A los jurados se les entrega una planilla en la que los patrones, compuestos por 4 barras, reciben una puntuación del 0 al 4. El despliegue de técnicas que realzan la performance de los improvisadores no les aporta muchos puntos en cada prueba (las batallas en FMS tienen seis de estas). Es decir, la prolijidad al rimar y la ilación de ideas en cada compás podrían alcanzar una calificación máxima de 196 puntos, mientras que los recursos como el flow, skills o puesta en escena otorgan, en el mejor de los casos, apenas 48.

Por tal motivo, quienes se centren en la coherencia final de los compases serán los que acumulen mayor puntaje. Los concursantes españoles se caracterizan precisamente por su inclinación por la correcta ejecución en las rimas y no tanto en la adaptación a la instrumental o la musicalidad de sus acotes. Todo lo contrario sucede en Argentina, por ejemplo, pues sus representantes tienden más a experimentar con nuevas formas de improvisar, lo que produce minutos que bien podrían ser subidos a Spotify.

Aunque cabe señalar que no se ha visto mayor ventaja en los cruces entre freestylers de distintos países. Salvo algunas excepciones como ocurre con Aczino o Chuty, los dos mejores del mundo, los demás no han ganado sus batallas de manera contundente. Varios de ellos lo han hecho con un estrecho margen de puntos, o incluso tras una o dos réplicas. En resumen, los resultados de estos duelos a nivel internacional no desacreditan el trabajo hecho por cada liga. Queda a criterio de los espectadores elegir el estilo que más prefieren cuando se habla de rimas improvisadas.

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