FRANCISCO MELGAR WONG

No se puede negar que la trayectoria musical de Herbie Hancock –músico y pianista que se presenta el 13 de agosto en el Gran Teatro Nacional– puede funcionar a la perfección como una guía donde se señalan algunos de los momentos más representativos de la historia del jazz moderno.

Por ejemplo, su estadía en el gran quinteto que Miles Davis formó en los años sesenta junto con Wayne Shorter, Ron Carter y Tony Williams terminó abriendo nuevas rutas a seguir en el desarrollo del género. Si bien estos aportes pasaron rápidamente al olvido durante el ascenso de la fusión del jazz con el rock, hoy los oyentes pueden volver a ellos con la mente más clara y libre de modas pasajeras. Nadie debería dudar hoy de que se trata de uno de los capítulos imprescindibles del jazz.

“Esa banda logró desarrollar una aproximación muy fresca a la música”, comenta Hancock, recordando los discos que grabó junto con el quinteto. “De hecho estuvimos muy influenciados por la corriente del jazz de vanguardia que se venía desarrollando en ese entonces”, agrega.

Es conocido entre los seguidores de Miles que el trabajo en conjunto fue muy importante en el interior de la banda. Hancock nos lo confirmó: “Wayne Shorter era un compositor extraordinario. Yo también contribuí con algunas composiciones y lo mismo hicieron Ron Carter y Tony Williams porque Miles nos exhortaba a escribir. Todas esas cosas fueron las que se combinaron para dar a luz la música que creamos junto con Miles en esa época. Fue algo muy fresco, definitivamente”.

Quizás la creación más importante del quinteto, con la inclusión de dos tecladistas adicionales: Joe Zawinuly Chick Corea, fue “In a Silent Way”, una de las obras maestras de la historia del jazz que abrió las puertas de la fusión.

Acerca de la presencia de otros tecladistas en el grupo, Hancock señala que no era una cuestión de rivalidad. “No estaban ahí para competir entre ellos, sino para ayudarse mutuamente en favor de la música”, apunta.

Después de abandonar el quinteto de Miles, Hancock formó su propio quinteto con músicos ligados al rock y al funk. La mixtura de ritmos y sensibilidades quedó plasmada en “Headhunters”. El álbum fue una respuesta de Hancock a los discos que en ese entonces lanzaban Sly Stone y Stevie Wonder, estrellas de la música negra que parecían haber tomado el lugar que antes se les reservaba a los músicos de jazz. El disco fue un éxito de ventas.

EN NUESTRO PAÍS Aunque este año se cumplen exactamente cinco décadas desde su ingreso al quinteto de Miles, cuatro desde el lanzamiento del “Headhunters” y tres desde la presentación de “Rockit” en los Grammy de 1983, Hancock llega a nuestra ciudad para interpretar nuevas canciones.

“Es cierto que voy a tocar algunos puntos de mi discografía en el concierto en Lima. No obstante, estoy llevando conmigo a un vocalista para poder interpretar varios temas de mis discos más recientes que incluyen vocalistas. Eso es lo que va a marcar la pauta de este concierto”. Imposible perdérselo.