Chabuca inmortalizada en plena Alameda de los Descalzos
Chabuca inmortalizada en plena Alameda de los Descalzos

Fue un pedido de su hija. En 1968, un año antes de que Teresa Fuller llegara al altar, le preguntó qué quería como regalo de bodas. "Que me hagas una misa", fue la respuesta.

La solicitud no debería sorprender. Para entonces, Granda ya era una reconocida compositora que cultivaba la música criolla costeña y la dificultad de la tarea parecía estar a la altura de su genio. La autora de "La flor de la canela" podía lograrlo.

Después de varios meses de trabajo, Granda confió en Jorge Madueño los arreglos y en el trío Los Acordes (Lucho González, Ernesto Pollarolo y Julio Poggi) la interpretación. El 16 de enero de 1969, cuando Teresa Fuller entró a la parroquia Santa María Magdalena, de Pueblo Libre, sonó por primera vez lo que hoy se conoce como "Misa criolla de bodas".

Ahora, a punto de cumplirse 50 años de su estreno, valdría preguntarse las razones de la poca difusión de la obra. Luis Enrique Cam, director del documental "Cantar la misa con Chabuca" (que se proyectará este miércoles en el C.C. Inca Garcilaso para celebrar las bodas de oro de la composición), opina al respecto. Una de las explicaciones que él da es el problema legal entre Granda y la disquera Triunfo, con la que grabó su obra. "Ellos decidieron cambiar el orden de las canciones para que el álbum sonara más festivo. Me parece que cambiaron el primer track del lado B y Chabuca no estuvo de acuerdo con esa alteración. En una entrevista, ella dijo: 'Nadie tiene la autoridad para hacerlo, menos unos disqueros desconocidos'. A partir de ello, dejó de participar en la difusión del disco", afirma Cam.

A ello habría que sumarle que se trata de una composición que se circunscribe únicamente a los matrimonios religiosos y, a consideración de Cam, a la mala suerte. Él recuerda que en diciembre de 1997 estaba programada una interpretación de "La misa" en el atrio de la Catedral de Lima. Lamentablemente, ese día fue la toma de la residencia del embajador japonés en Lima y la agenda del país cambió por completo.

CANTO CELESTIAL
Pero quizá lo que más haya contribuido a que esta obra no sea tan conocida es que no todas las iglesias la aceptan. De hecho, antes de utilizarla en una boda se necesita la aprobación del padre. Cam anota: "Creo que puede haber temor a que la música criolla distraiga a los fieles de lo más importante, la eucaristía. Pienso que es un prejuicio y que la letra y la música de Chabuca, por el contrario, acompañan y ayudan a tener los sentidos puestos en lo que se está celebrando".

Esta negativa también podría ser pensada desde otra perspectiva. Para Ani Bustamante, psicoanalista y autora del libro "Los sonidos de Eros. Un recorrido por la obra de Chabuca Granda", "La misa" es un ejemplo de cómo Granda solía subvertir lo establecido, lo sagrado.

Ella dice: "Chabuca tiene el don de acercarse a lo sagrado y patriarcal para descompletarlo y articularlo con lo profano. Ella no se opone, forma parte, es una mujer dentro de una misa, pero desde allí descoloca la rigidez del canon y de la estructura tradicional y convencional de una misa".

Esto es algo que, según Bustamante, se ve en toda su obra, tanto en sus letras como en la música y los ritmos. "Con ello no sé si hace una revolución, pero sí trastoca y produce nuevas cosas. Podríamos decir que ella logra convertir lo monótono de una misa en otra cosa, manteniendo siempre el respeto por la tradición. Ella hace de la ceremonia otra cosa, se me ocurre una misa desde lo femenino", agrega.

Para Bustamante, el análisis no termina allí. "Chabuca transita entre lo que se puede decir y lo que no, lo que es tradicional con lo que es extranjero y diferente. Esta misa está en ese umbral, que es el lugar del erotismo, y una iglesia conservadora tal vez se sienta perturbada. Mira lo que ella pudo lograr: erotizar el centro de la arquitectura católica no solo con las letras, sino con los ritmos afroperuanos. Ya dependerá de cómo lo interprete el escucha, si decide hacerla pasar al terreno de lo prohibido o se queda dentro de lo permitido".

MÁS INFORMACIÓN
Proyección de "Cantar la misa con Chabuca"
Lugar: C.C. Inca Garcilaso (Jr. Ucayali 391, Lima).
Horario: miércoles 16, 1:15 p.m. y 6 p.m.
Ingreso libre.

LAS OTRAS MISAS
- Grabada en 1958, la "Misa Luba" es una adaptación de la misa en latín a la tradición del Congo. Es considerada una de las precursoras de este género.

-En 1965, después de que el Concilio Vaticano II autorizara celebrar la liturgia en lenguas vernáculas, Vicente Bianchi creó la "Misa a la chilena".

- Ese mismo año, el argentino Ariel Ramírez publicó "La misa criolla". En el 2014, su obra sonó en la basílica de San Pedro frente al papa Francisco.

- La "Misa campesina nicaragüense" de Carlos Mejía Godoy se estrenó a mediados de los 70 ante un público en el que se infiltraron espías del dictador Somoza. Su letra se aleja del canon al mostrar a un Jesús que trabaja en las calles.

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