Hace 50 años que Joan Manuel Serrat hacía un alegato de juventud en su canción Ara que tinc vint anys, y es que el cantautor que le puso banda sonora a la España de la transición alcanza la condición de septuagenario pretendiendo llegar a viejo y tener un buen remate, un final con beso.

Si tuviese más ventajas y menos inconvenientes. Si el alma se apasionase, el cuerpo se alborotase y las piernas respondieran. (…) Quizá llegar a viejo sería todo un progreso, un buen remate, un final con beso, cantaba Serrat en Llegar a viejo, un tema que contrasta con la fuerza y el ánimo que desprendía el cantautor en aquella canción en la que decía tener 20 años.

Galardonado recientemente en Argentina por su defensa de los derechos humanos, Serrat reclamó libertad en los años 60 cuando España vivía sumida en la dictadura y formó parte de aquella generación de cantautores que convertían la música en protesta pero el artista barcelonés hizo mucho más que aquello, huyó del panfleto y sus letras críticas eran versos cargados de poesía.

Rastrea esa España rural y de provincias un artista que se crió en un barrio obrero de Barcelona y que trasladó a la canción los poemas de Antonio Machado y Miguel Hernández, en los álbumes Dedicado a Antonio Machado e Hijo de la luz y de la sombra, respectivamente.

Es la poesía de un hombre dolido que nació en la pena y murió en la enfermedad y el abandono, comentaba Serrat recientemente en una rueda de prensa sobre Miguel Hernández que murió a los 31 años en la cárcel y al que le declara fidelidad eterna.

En su música también tienen hueco los versos rodeados de pasión y romance como los que le brindaba a aquella Lucía con la que decía haber tenido la más bella historia de amor o los de “Paraules d’amor” en los que se lamentaba de un amor perdido.

Nacido en el barrio obrero barcelonés de Poble Sec en una de aquellas familias humildes que perdió la guerra, Serrat siempre estuvo a favor de la gente de a pie como argumentaba cuando fue nombrado Doctor Honoris Causa por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.

Muchos de sus temas permanecen ya en la memoria de varias generaciones, como Mediterráneo, una canción que se convirtió en un símbolo de la libertad en España y en Iberoamérica, y que invariablemente sigue ocupando el número uno de las preferidas por el público español cuando se eligen las canciones históricas.

AQUÍ UNA LISTA CON ALGUNAS DE SUS CANCIONES

En tránsito

Cada loco con su tema (1983)

Fa vint anys que tinc vint anys (1984)

En directo (1984)

El sur también existe (1985)

Sinceramente teu (con María Bethania, Raimundo Fagner, Gal Costa, Caetano Veloso y Toquinho)

Bienaventurados (1987)

Material sensible (1989)

Utopía (1992)

Sombras de la China (1998)

Dos pájaros de un tiro (con Joaquín Sabina) (2007)

Hijo de la luz y de la sombra (2010)

La orquesta del Titanic (2012), con Joaquín Sabina.