El músico cubano Bebo Valdés murió hoy a los 94 años en Suecia, según informó la edición online del diario español El País citando fuentes de su familia.
Valdés era una de las figuras más importantes del jazz latino y de la época dorada de la música cubana. Abandonó Cuba tras la revolución y desde hacía años vivía en la localidad malagueña de Benalmádena, en el sur de España. El pianista, compositor y arreglista sufría alzheimer desde hace tiempo.
Valdés trabajó entre 1948 y 1957 como pianista y arreglista de la orquesta de Armando Romeu en el Club Tropicana, para después formar su propia big band: Sabor de Cuba.
A lo largo de su carrera musical trabajó con figuras como Beny Moré, Rolando Laserie y Nat King Cole, entre otros.
El director español Fernando Trueba lo redescubrió en el año 2000 con su película Calle 54. A partir de ahí fueron frecuentes las colaboraciones de Bebo con el cineasta. A él le dedicó el director español el documental de animación Chico Rita, dirigido junto al diseñador Javier Mariscal y cuya banda sonora es del propio Bebo.
Lágrimas negras, el disco con Diego el Cigala que se publicó en 2003, fue uno de los más exitosos de su carrera, a lo largo de la cual ganó siete premios Grammy, entre otros galardones.
En 2009 grabó con su hijo Chucho Valdés, otro pianista grande, Juntos para siempre, el primer disco completo de ambos en común, que les valió el Grammy Latino al mejor álbum de jazz.