ÓSCAR GARCÍA
En los 80, Steven Patrick Morrissey (54), o solo Morrissey, como se le conoce en el mundo de la música, fue la voz de The Smiths, una notable banda de Manchester cuya corta duración –solo cuatro años de carrera discográfica– no fue impedimento para que se les cite con frecuencia como la quintaesencia del pop independiente británico. Los Smiths marcaron a una generación con sus canciones de exquisita belleza formal, pero la carrera solista de Morrissey, iniciada en 1987, justo tras la disolución de su banda, ha sido igual de estimable. Este año cumple Bodas de Plata como solista, motivo que piensa celebrarlo con varios shows de formato íntimo –no más de 4 mil asistentes por noche– en Sudamérica. En nuestro país cantará el 9 y 10 de julio en el Jockey Club del Perú.
*Describiste tu último a tour a Sudamérica como la mejor gira de mi vida. Bastante honroso para nosotros si consideramos que era la primera vez que venías a Perú. ¿Por qué fue tan especial esa visita para ti? * Porque todo el mundo fue increíblemente gentil conmigo y parecía ser una persona muy bien reconocida acá. En Inglaterra, en cambio, los periódicos solo dicen de mí El cielo sabe que es miserable o El Bocón ataca de nuevo [parafrasea dos canciones de The Smiths]. Eso cansa.
*En el 2000, durante tu primer concierto en Chile, sorprendiste al público al decir Perú, Perú, Perú. Hay un video en YouTube de ese momento, popular por estos lares. ¿Aquello fue una broma para tus fans chilenos o una confusión de tu parte? * No, fue porque había gente en el frente que sostenían carteles que decían Perú, Perú, Perú. Nunca estoy confundido acerca del lugar donde estoy, lo cual es muy útil…
Esta es tu segunda visita aquí. Cuéntame de tus expectativas en torno a estos nuevos shows. ¿Será algo diferente con respecto a lo que vimos en Lima en el 2012? No siento ninguna necesidad de ser diferente. Creo que soy suficientemente extraño, así como soy.
Has llegado con bastante anticipación. ¿Qué vas a hacer estos días? ¿Ensayar, un poco de turismo? Cuando viajo soy feliz haciendo absolutamente nada o cosas muy banales. No estoy muy interesado en la historia, si a eso te refieres. Cómo se comporta la gente en el 2013 me parece algo mucho más interesante.
Me gustaría hablar de tu salud. Tus fans en Lima estuvieron preocupados por las noticias de tu hospitalización. ¿Qué enfermedad tuviste y cómo te sientes ahora? Me desplomé en el escenario debido a una úlcera sangrante y durante los exámenes hallaron que tenía síndrome de Barret, que es una enfermedad al esófago. He recibido un montón de tratamiento médico desde entonces, pero creo que todos en verdad estamos muriendo de algo y eventualmente llegará mi hora. Tal vez mi eventualmente sea ahora.
Parece que te atrae mucho la cultura latina. Viviste varios años en una comunidad hispánica de Los Angeles, y luego en canciones como First of The Gang to Die o Ganglord cantas sobre héroes del crimen latino. Eso siempre me ha fascinado, porque se ha dicho varias veces que mi música es muy británica y muy caucásica, pero en muchos conciertos de Morrissey tú no ves rostros blancos entre el público. Así que esto me dice que las canciones que canto son universales, y eso es algo que realmente me emociona mucho.
Muchas de tus canciones tratan sobre Inglaterra y lo que significa ser inglés. Aún así, se las ingenian para establecer una conexión fuerte con tus fans latinos. ¿Cómo explicas ese vínculo que se crea entre canciones sobre la Reina Elizabeth, Margaret Thatcher, El Frente Nacional, los Hooligans, etc. y tus fans de Sudamérica? Creo que la gente entiende la naturaleza de lo que es luchar y no importa tanto de dónde viene el que canta. El mundo es un solo país en estos días. Pero todos estamos luchando y desesperados por un cambio. Desafortunadamente, los medios impresos y la televisión solo celebran a personas que cantan como zombies. Si escuchas la radio estos días oirás el mismo sonido una y otra vez y escucharás las voces de cantantes que han sido fuertemente tratadas en una computadora. La voz humana natural no la encuentras en ningún lado. Parece que todo y todos deben ser exactamente lo mismo, lo mismo, lo mismo.
Puedes ver la entrevista completa en la edición impresa de Somos (pág. 44).