"Los pescadores de perlas", una ópera revalorada [CRÍTICA]
"Los pescadores de perlas", una ópera revalorada [CRÍTICA]
Gonzalo Tello

Mientras disfrutamos de estas semanas de verano y nuestras temporadas de conciertos aún no se reanudan, tenemos la suerte de mantenernos al día gracias a la acostumbrada temporada de transmisiones en vivo desde The Metropolitan Opera de Nueva York, que llega a nuestra ciudad gracias a radio Filarmonía y UVK Multicines.

La temporada Met Live in HD se inició hace 10 años, en una movida arriesgada que Peter Gelb, director del Met, impulsó para masificar la ópera y atraer nuevos públicos. Si bien al día de hoy los resultados aún se cuestionan, este proyecto permite que desde nuestras ciudades estemos al tanto de la actualidad lírica, sus nuevas tendencias, cantantes, directores musicales y escénicos. Esto permite, además, crear opinión y crítica con estándares apropiados, pues de esa manera evitamos que en nuestros países productores locales nos den gato por liebre, como muchas veces ocurre.

Sin embargo, y como lo he comentado antes, esta experiencia en cines es una alternativa y no sustituye en absoluto a la experiencia de ver y escuchar ópera en vivo. Son dos experiencias que deben tomarse como un acercamiento al mismo género por diferentes vías.

Otra de las ventajas de este sistema es el poder ver producciones de vanguardia de óperas que nunca veríamos en nuestros escenarios debido a su alto costo y exigencia, tanto en redescubrimientos del pasado como en estrenos mundiales. Uno de estos casos se dio esta semana con la transmisión de “Los pescadores de perlas”, de Georges Bizet, ópera poco frecuente en los escenarios mundiales y que se repone en el Met después de un siglo exactamente.

Si bien se escogió esta ópera a pedido y como vehículo de lucimiento para la soprano alemana Diana Damrau, siempre es un reto llevarla a escena por lo decimonónico del argumento. 

Dos amigos, Nadir y Zurga, pescadores de perlas, aman a la misma mujer, Leïla. Aquí ambos cantan uno de los momentos más queridos de esta obra, el dúo “Au font du temple saint”, un himno de hermandad. Cuando Leïla vuelve convertida en sacerdotisa, se inicia el juego de celos y revancha. Solo el honor y la promesa que Zurga le hizo a esta tiempo atrás, al entregarle una collar con una perla, hacen que renuncie a su amor para dejarla escapar con Nadir. Este simple argumento está acompañado por una partitura exquisita que contiene inspiradas líneas compuestas por Bizet, un compositor que en vida nunca conoció el éxito y se inmortalizó póstumamente gracias a “Carmen”. El excelente resultado musical y dramático de Diana Damrau, Matthew Polenzani y Mariusz Kwiecien, y la dirección musical de Gianandrea Noseda son garantía de un resultado exitoso.

En este caso se confió la producción a Penny Woolcock, quien actualizó la obra al Colombo (Sri Lanka) del presente y realizó un trabajo casi cinematográfico, recreando los típicos escenarios precarios del sudeste asiático aledaños a ríos y mares.
Esta producción incluye proyecciones y acróbatas que nutren la obra. El trabajo de Woolcock revalora esta ópera y la vuelve atractiva para las audiencias de hoy.

“Los pescadores de perlas” se repite en UVK Larcomar este miércoles a las 7 p.m. Mira más detalles .

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