El mundo de la música se sorprendió en enero con su primera nueva canción en una década y los críticos comenzaron a buscar superlativos para describir su nuevo disco, The Next Day.

La siguiente gran pregunta sobre David Bowie y su destacable regreso es si el factor sorpresa y las aclamaciones se convertirán en récords de ventas.

The Next Day saldrá a la venta el lunes en Reino Unido, donde la gente de la industria confía que subirá a lo más alto de las listas de ventas, y el martes en Estados Unidos, donde el intérprete de Space Oddity disfrutó de un gran éxito en el pasado.

Ya está disponible en otros mercados clave y todo indica que el maestro de la reinvención tiene un éxito en sus manos a los 66 años.

Según su página web oficial, la versión delux de la grabación se convirtió en número 1 en las listas de álbumes digitales de iTunes en 11 de los 12 países en los que se lanzó el viernes, incluyendo Australia, Alemania y Suecia.

Ha habido mucho interés tanto en las redes sociales como en los medios tradicionales, lo que conectará no sólo con la base de fans tradicional, sino también con los fans más jóvenes, dijo Gennaro Castaldo, director de prensa de la tienda musical británica HMV.

Como campaña, no puedo imaginarme como se podría haber orquestado de forma más brillante, añadió.

Irónicamente, parte de esa campaña ha hecho que Bowie permanezca invisible, permitiendo a colaboradores como el productor Tony Visconti hablar a los medios sobre el primer disco de estudio de la estrella desde la salida de Reality en 2003.

Simon Goddard, autor del nuevo libro sobre Bowie Ziggyology, dijo que su mística era parte del interés y justificó la emoción que ha acompañado su regreso.

El interés por Bowie es tal porque su influencia es fundamental para todo lo que conocemos en el siglo XXI como música pop, dijo. Quita a Bowie y todo el castillo de naipes del pop construido en los últimos 40 años se vendrá abajo.

El impacto de Bowie en la música moderna es comparable al de los Beatles, y la única estrella contemporánea que combina música y arte de una forma tan extendida como él lo hizo en los 70 es Lady Gaga, según Goddard.

La histeria está justificada, añadió.