MARÍA JOSÉ CORREA El Comercio Piura

Hay seguidoras que se desilusionan porque uno de los integrantes de su banda favorita no viene a cantar; hay otras que se preocupan a la distancia y son capaces de gastar cuanta plata sea necesaria para ver al resto.

Esta noche, 11 de los 12 integrantes del grupo coreano Super Junior saldrán al escenario del Jockey Club, en Lima, a hacer delirar a sus fans peruanos. Yesung, uno de los vocalistas, se perderá el recital tras haber sido enlistado en el servicio militar obligatorio de su país, debido al conflicto bélico con Corea del Norte.

Aunque algunas de las seguidoras han querido devolver sus entradas, un grupo de aficionadas piuranas más bien se preocupa por el cantante y actor de 29 años y lo apoya desde nuestra patria.

Es el caso de Astrid Chepote, de 22 años, que sigue a Super Junior desde el 2010. Cuando tenía 15 años, Astrid moría por los Backstreet Boys y ‘N Sync, dos de las ‘boy bands’ más famosas de Estados Unidos. Navegando en Internet encontró música del grupo DBSK, cuyos miembros cantan en coreano y japonés. Ese fue el inicio de su pasión por la música asiática. Ahora también le encanta Super Junior. Astrid habla cinco idiomas, pero el que más le gusta es el coreano, por su orden y musicalidad.

El idioma es precioso. Comencé a estudiarlo por mi cuenta cuando descubrí el pop asiático”, cuenta la alumna de Derecho de la Universidad de Piura. Con el mismo fervor, Angélica Araujo, alumna de Psicología de la Universidad César Vallejo, ha desembolsado 838 soles para obtener una entrada al concierto de su grupo favorito. Gastar tanto dinero por un artista es la locura más grande que he hecho”, dice Angélica, de 23 años.

CLUBES DE FANS En Piura existen al menos cinco clubes de fans del llamado K-Pop, el género musical que reúne a las bandas de Corea del Sur como DBSK, Big Bang, 2EN1, Girl’s Generation, U-Kiss, CNBLUE,SS501, entre otras. Una de las comunidades más numerosas es K-Pop Lovers Piura, con más de 200 integrantes activos en la región y otros 600 seguidores a través de las redes sociales.

Teresa Mogollón (24) es su presidenta. Ella asegura que es la fan número uno de SS501, otra ‘boy band’ coreana. Por ellos ha hecho de todo, incluso gastar 300 soles en un solo disco. Compro la música y otros productos por Internet, porque en Piura no venden los originales”, sostiene.

Ella también ha asistido, en primera fila, a todos los conciertos de las bandas surcoreanas que han llegado al Perú. Dicho sea de paso, Teresa no tiene familia en Lima, por lo que, además de invertir en entradas, cada viaje a la capital para seguir a sus ídolos la obliga a pagar hotel y alimentación. Incluso en dos oportunidades ha acampado afuera. Como las decenas de jóvenes peruanas que han hecho lo mismo en las afueras del Jockey Club desde un mes antes del show. Ni artistas consagrados han generado tal expectativa.

MADRE E HIJA, UN FANATISMO COMPARTIDO Carmen Ayala, de 51 años, es una madre peculiar: comparte con su hija Diana el furor por la música surcoreana.

“El día que mi mamá me compró la entrada para ver a Super Junior, me llamó por teléfono y, al contestar, les dijo a las fans que estaban en la cola: ‘¡Chicas, un grito!’. Así me dio la sorpresa”, cuenta Diana, de 19 años.

Su cuarto y la sala de su casa lucen empapelados con carteles de los artistas coreanos. Madre e hija se aficionaron por la música asiática gracias a los doramas (novelas coreanas).

FANS ENAMORADAS Ante las burlas de amigos, enamorados y familiares, las fans piuranas defienden a sus artistas favoritos. En especial, Angélica.

“Es una música pegajosa. Es cierto que no entendemos algunas letras de las canciones, pero hay gente que escucha música en inglés y tampoco conocen ese idioma. La música es universal. No sé por qué tantas personas son intolerantes con el pop coreano”.