La reedición "OKNOTOK" será lanzada oficialmente mañana. (AFP)
La reedición "OKNOTOK" será lanzada oficialmente mañana. (AFP)

Nos pasa a muchos. Tener esa sensación de que el siglo XXI recién ha comenzado, cuando en realidad ya son 17 años que han corrido a una velocidad de vértigo: época efímera como la descarga de una canción, como un video viral de You Tube, como una frase memorable (o fácilmente olvidable, en realidad) leída en Twitter. Todo “acaba de pasar sin haber venido”, decía el poema.

Con esa misma fugacidad han pasado 20 años desde el lanzamiento del “OK Computer”, el seminal disco de Radiohead que, a la fecha, sigue siendo su mejor producción. Para conmemorarlo, la banda británica lanza “OKNOTOK”, una reedición que incluye remasterizaciones de las cintas originales, tres canciones inéditas, lados B, material en vivo y demás rarezas. Todo finamente empaquetado en una caja que estará a la venta desde el 23 de junio.

Pero no se trata de una estrategia de venta ni una simple colección más. Aunque este tipo de reediciones suelen servir solo para satisfacer el afán completista de los fans, “OKNOTOK” en realidad brilla con luz propia.

Con sus 12 canciones, el álbum de 1997 fue el trabajo que realmente puso a Radiohead en un sitial especial. Sin desmerecer sus dos producciones anteriores (en especial “The Bends”, una descarga poderosísima de rock alternativo), “OK Computer” fue su primera exploración de nuevos horizontes, una costumbre que la banda no abandonó nunca más: la constante renovación (piénsese en las diferencias entre “Kid A” e “In Rainbows”) ha sido desde entonces su estandarte.

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De las tres canciones publicadas por primera vez oficialmente –“I Promise”, “Man of War” y “Lift”–, las dos primeras han sido lanzadas ya con formidables videoclips. Y su escucha es sorprendente: temas compuestos y grabados hace dos décadas que, aun hoy, suenan tan o más sofisticados que varias producciones de artistas contemporáneos. Ese (re)descubrimiento es el mejor signo de su vigencia.

“Incluso cuando el barco esté hundido, prometo…”, dice una de las líneas de “I Promise”, en un video empañado de nostalgia, a través de las ventanas de un bus nocturno. Puro quietismo e introspección.

En la orilla opuesta se ubica el video de “Man of War” –publicado hoy–, en el que un teléfono perdido y la paranoia persecutoria se convierten en una inquietante metáfora de nuestros tiempos. “Los gusanos vendrán por ti”, canta Thom Yorke con voz noventera, aunque el paso del tiempo no se sienta en absoluto.

Así, entre androides paranoicos, visiones digitalizadas y sueños tecnológicos, “OK Computer” se convirtió en el disco de rock más importante de la segunda mitad de los 90. Que su valor perdure demuestra que aún estamos en la ruta de ingreso al nuevo siglo, desconcertados, acomodándonos en todo su barullo y confusión.

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