ÓSCAR BERMEO OCAÑA

Para varias generaciones, las canciones de Silvio Rodríguez sirvieron como manifiestos sonoros ante los contrastes sociales. Comprometido desde su adolescencia con la revolución cubana, el cantautor volcó sus experiencias en su obra artística. A inicios de los 70, con una guitarra en mano, junto con Pablo Milanés y Vicente Feliú, dio forma a lo que luego se conocería como nueva trova cubana, género que sigue sumando adhesiones en Latinoamérica.

Sin abandonar sus preceptos fundacionales, el trovador es consciente de los cambios en el mapa político. Hace pocos días, Silvio, un activista permanente, lamentó la partida de Hugo Chávez. “Hasta siempre, comandante”, publicó en su blog, ventana virtual que le ha permitido interactuar con sus seguidores. Esta vez, en comunicación con El Comercio, saluda la reforma migratoria en la isla y critica la frivolidad de la industria musical actual. El 19 de abril, en la explanada sur del Estadio Monumental, los limeños seremos testigos de que Silvio tiene aún mucho por decir y cantar.

¿Qué es lo primero que se le viene a la mente cuando le dicen que va a tocar en el Perú? Tres cosas: que voy a volver al país de los incas, que tendré de nuevo el gusto de compartir con un público maravilloso, y que volveré a saborear la comida peruana.

¿En esta oportunidad, cuál será el repertorio? Diferente al de la última vez [2007], aunque no voy a dejar de tocar algunas de esas canciones que son inevitables, porque siempre el público las pide.

Cuando se piensa en trova, se vienen a la mente nombres de la generación del 70. ¿Por qué les resulta complicado a los cantautores actuales posicionar sus nombres? Nunca como ahora la frivolidad invade espacios, por supuesto, con la venia del mercantilismo más pedestre. Quizá eso haya determinado

¿Cuánto ha cambiado desde 1972, año en que se crea el movimiento de la nueva trova? Siempre se cambia, es necesario e inevitable. En algunos sentidos para madurar y en otros para envejecer. Prefiero lo primero.

¿Cómo vislumbra el futuro de la trova? La trova, salvo excepciones, nunca ha sido música de multitudes. Pero siempre ha sobrevivido porque sus cultores vienen del pueblo y son sinceros, y sus defensores son irreductibles.

¿Cómo le gustaría ver a Cuba en los próximos años? Soberana, como es ahora, más desarrollada económicamente y sin bloqueo.

¿Qué opina de la reforma migratoria en su país, que permitió la salida de la bloguera Yoani Sánchez? Nuestras leyes migratorias respondían a otro momento histórico, por eso apoyo la rectificación que se ha hecho. Ahora vemos que hay países que solo dan visas a la oposición y no a los cubanos que quieren conocer el mundo. Esos países deberían hacer ahora su propia reforma migratoria.

Lee la entrevista completa en le edición impresa de Luces.