Soundgarden: el legado del mítico "Superunknown"
Soundgarden: el legado del mítico "Superunknown"

FRANCISCO MELGAR WONG

1994 fue un año bisagra en la historia del rock. La escena de música alternativa estadounidense, que había surgido a mediados de los años 80 con bandas como The Replacements y REM, había llegado a su punto de mayor exposición gracias al interés mediático que se había generado alrededor de los grupos de Seattle como Nirvana y Pearl Jam.

La popularidad de esta escena, bautizada por la prensa como “grunge”, fue tan grande que llegó a opacar a las estrellas prefabricadas en las oficinas de las grandes compañías discográficas. Artistas como los New Kids on the Block, Vanilla Ice y Debbie Gibson pasaron a ocupar un segundo o tercer plano cuando sus discos eran desalojados de los primeros lugares de las listas de ventas por álbumes oscuros, extraños y extremos como “In Utero” o “Vitalogy”.

Ahora bien, si este fue el momento en que el rock alternativo llegó a su mayor pico de popularidad, también fue el inicio de su decadencia. Al percatarse del enorme éxito que este tipo de música (a grandes rasgos, basada el punk y en el rock pesado de los años 70), la industria empezó a manufacturar grupos que hacían mímica de este estilo. No pasaría mucho tiempo para que la industria volviera a captar la atención del gran público y volviera en pocos meses a fabricar una nueva moda con la cual engatusarlo. Y así hasta el día de hoy.

Durante ese último año de vida que tuvo la escena se grabaron algunos discos que hasta el día de hoy son escuchados con atención y reverencia: “Jar of Flies” de Alice in Chains, “Dookie” de Green Day, “Vitalogy” de Pearl Jam y “Whiskey for the Holy Ghost” de Mark Lanegan, por nombrar solo algunos.

Uno de ellos  fue “Superunknown”, el cuarto álbum de Soundgarden, que debutó en el número uno de Billboard apenas fue puesto a la venta. El disco recibió, además, varias nominaciones al Grammy, entre ellas la del “Mejor álbum del año”,  lo cual vuelve prácticamente innecesario decir que hasta el día de hoy es el más exitoso que la banda ha grabado.

Lanzado el 8 de marzo de 1994, “Superunknown” acaba de cumplir 20 años y la banda lo ha celebrado con una reedición especial que será lanzada en junio y con un concierto dedicado íntegramente a la placa celebrado la semana pasada, durante la tercera fecha del festival SXSW. Esa noche, Soundgarden revivió la placa de principio a fin, lo que puede tomarse como una señal de que este jueves, cuando la agrupación se presente en Lima, muchas –si no todas- las canciones de este discos formarán parte del show que se llevará a cabo en el Estadio Nacional.

Canciones como “Black Hole Sun”, “Spoonman”, “My Wave”, “The Day I Tried to Live”, “Fell on Black Days”, entre otras, mantienen su vigencia hasta el día de hoy, como una poderosa mezcla de punk, metal y rock clásico; como un irresistible combo de angustia existencial, furia y destreza musical.

Al volver a escucharlo, una de las cosas que nos asalta de inmediato es la seguridad de que un disco como este no podría ser número uno en ninguna lista de ventas si fuese lanzado hoy en día.

En una época como esta, en la que el sonido de la gran mayoría de bandas exitosas es monitoreado por las compañías disqueras a través de una fórmula de producción con la que se barnizan todas las canciones que pretenden sonar en la radio, las del “Superunknown” serían como un golpe en la cara del éxito.

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