Susan Ochoa. (Foto: Difusión)
Susan Ochoa. (Foto: Difusión)
Diana Mery Quiroz Galvan

En lo alto de uno de los cerros cercanos a su casa, ella aprendió a soñar. Allí, donde nadie podía silenciar su voz, cantaba frente a un público imaginario que la aplaudía a rabiar. Por entonces, Susan Ochoa alternaba sus deberes escolares con pequeñas labores que ayudaban a sostener la economía familiar. Tras la muerte de su padre, la responsabilidad como hermana mayor la llevó a buscar un trabajo más estable en Lima. Fue empleada del hogar, vendedora de pan y hasta subió a cantar a los buses.

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