Día de la Mujer. Natalia Málaga, fiel a su estilo, habló con El Comercio sobre la problemática de la mujer en su día. (Foto: Elias Alfageme)
Día de la Mujer. Natalia Málaga, fiel a su estilo, habló con El Comercio sobre la problemática de la mujer en su día. (Foto: Elias Alfageme)
Ailén Pérez

“Tendrían que traer un Caterpillar para poder pisotearme”, responde a voz alzada y ronca frente a aquella pregunta que logra acomplejar hasta al pecho más inflado: ¿se considera usted pisada? El 12 de abril se estrena la película “El manual del pisado”, comedia en la que Málaga interpreta a una mujer que, con altas dosis de desahuevina, ayuda a una amiga a confrontar a su marido, Manolo Rojas, cuando éste empieza a rebelarse frente a las reglas y el pisoteo de su mujer. Una suerte de ‘el que grita más fuerte, gana’. La siguiente pregunta cae por su propio peso: ¿y usted pisotea? Un “no” rotundo retumba en la sala de la casa de Málaga, quien viste ropa deportiva, lleva el pelo suelto y carajea entre respuestas. Al margen de la parodia cinematográfica, Natalia Málaga descarga todo su ímpetu haciendo una radiografía sobre esta ola de feminicidios, abusos psicológicos y físicos, estereotipos constantemente alimentados y esta poca idea que tenemos -hombres y mujeres- sobre cuál es el papel de cada uno en esta problemática. Una ola de la cual no solo no podemos bajarnos, sino en la que nos vamos anclando en cada movimiento de la marea.

¿Cuál considera que es el nuevo rol de la mujer?

Para mí no existe un nuevo rol, toda la vida ha tenido el mismo. Pero sí creo que la mujer ya se está dando cuenta de que no puede ser pisoteada por un hombre. Por otro lado, si es que hay algún tipo de abuso hacia ella, tiene que defenderse de alguna forma. Ahí una corre el riesgo de que él sea más agresivo, pero sí creo que la mujer debe reaccionar frente a un golpe. Si a mí un hombre me toca, yo lo mato.

¿Entonces la respuesta de una mujer frente a un golpe debería ser con otro golpe?

Hay mucho abuso porque tal vez la mujer no se ha llenado de valor para enfrentar, es más reprimida y no tiene ciertas reacciones por temor y por debilidad. Por eso mejor se quedan calladas para evitar lo que pueda pasar. Así no debería ser. Por otro lado, hay mujeres que somos más agresivas y que sabemos cómo podemos hacerle daño a los hombres. Aunque debe de haber mujeres más achoradas y avezadas que yo, si a mí alguien me pega yo le reviento una silla en la cabeza. Yo sé que no debería ser lo normal y tampoco es bueno, pero hay mujeres que necesitan defenderse y de esa manera se desahogan.

¿Considera que existen otras formas de confrontar el abuso?

Depende del carácter de cada una. Se le puede insultar y así entrar a la misma cochinada, humillarlo, ‘chancarlo’ para que no se crea muy bacán. Y si una va a hacer una denuncia a la comisaría ya sabemos que se ríen en tu cara, no te hacen caso. Debería existir cierto apoyo hacia la mujer que haga que los hombres se mueran de miedo a la hora de agredir. Lamentablemente, como ciudadanos no podemos hacer nada porque no tenemos en quién respaldarnos.

¿Alguna vez se ha sentido humillada?

Humillada nunca. Pero recuerdo una vez que estaba montando caballo por atrás del Touring en Villa, pasé por una construcción y claro, estaba encima de caballo, con las piernas abiertas, y un pata me gritó ‘Cómo quisiera ser el caballo’. Yo paré, me bajé y le grité de todo. A veces el hombre es muy cobarde y si me ven sumisa me van a joder. Yo siempre confronto y hasta alguna vez le he pegado a alguien que me ha agredido verbalmente. Siento que tengo que implantar mi personalidad y afrontar esas situaciones, sea quien sea.

¿Cree que el abuso de la procacidad da pie a la agresión?

Yo no soy figureti, no me gusta lucirme, mi personalidad no es esa. Nunca me van a ver con un shortcito por la calle porque simplemente no me lo compraría. Pero no creo que tenga nada de malo que a algunas mujeres les guste usarlos. Sin embargo, acá esta muy ligada la forma en que te vistes conque te griten cosas en la calle. Pero, ¿por qué las tienen que tocar? Si el hombre quiere carne, que se busque la suya.

¿Se considera machista?

No, más bien me considero feminista. Por ejemplo, ¿porque soy mujer no puedo salir a divertirme? Si voy a una discoteca sola soy una puta porque estoy yendo a levantar. Si lo hace un hombre, es un pendejo. Yo tengo una hija de 21 años y me preocupo de que no se exponga a que un animal le diga algo en la calle. Prefiero evitarlo, por eso algunas veces le he dicho que se cambie antes de salir. En mi opinión, la mujer no tiene por qué enseñar las tetas. Tiene que ser más intrigante, más clásica.

¿Esa no podría ser una visión machista de la situación?

Se trata de un respeto y cuidado a una misma, no de machismo.

¿Qué opiniones le provoca la violación y el asesinato de la niña Jimena en San Juan de Lurigancho?

No puedo creerlo. Qué puedo opinar. Es un abuso asqueroso. Hay también otros casos de niñas de meses que son violadas, o niños adolescentes, o una mujer hecha y derecha. El enfermo no va a cambiar. Te mete un puñete y te hace lo que le da la gana.

¿Cuál debería ser el papel del Estado contra los violadores?

Yo estoy de acuerdo con la pena de muerte, totalmente. ¿Para qué cadena perpetua?, ¿para que todos nosotros con nuestros impuestos tengamos que mantener a esa gente de porquería? Por mí que los maten, que acaben con esa gente, porque alguna reacción va a tener el que tiene esa mentalidad enferma.

¿Cree que exista una solución más constructiva?

Educación. Aprender valores en la casa. Yo crecí en una casa con cuatro hermanas y cuatro hermanos, soy la última hija. Tengo muchos ejemplos de ellos y de mis padres, que siempre nos explicaban lo que podría pasarnos en las calles o en alguna relación amorosa. Nos dejaban hacer cosas, pero siempre advertidos de los peligros. Los papás tienen que estar cerca para explicarte las cosas. Antes de cambiar la currícula escolar, eso se tiene que aprender en casa. Los profesores hablan de pene y vagina y los alumnos se ríen. Es la inmadurez de la adolescencia actual. No se toman las cosas en serio.

¿Y qué opina sobre el reciente caso de la muerte de la voleibolista Alessandra Chocano?

A la niña la conocía poco pero ahí vemos el caso que mencionaba antes. La chica vino a los catorce años a entrenar a Lima y vivía en una casa en La Pradera que mantenía la federación y en la que vivían otras chicas que habían llegado de provincia para entrenar. Terminó viviendo sola a los dieciséis años y no quiero meter más leña al fuego a los padres, pero nadie sabía lo que ella hacía, había poco seguimiento de parte de ellos. Ella tendría que haber tenido un tutor en Lima. Las chicas que vienen a entrenar acá no deberían estar bajo la responsabilidad de la federación. No debería perderse el vínculo familiar. Los valores son primero. Todo tiene su edad y su momento.

En febrero, Mercedes Araoz declaró que “la violencia viene de espacios familiares muy dañados, donde probablemente ha habido anemia, desnutrición infantil que no permitió el desarrollo del cerebro y la violencia es aceptada como algo normal (…)”. ¿Opina que existe algún tipo de relación entre esas dos variables?

Un niño bien alimentado puede ser una bestia. Tanto en un colegio de clase A como de J. Yo creo que más que con la alimentación y con un súper colegio, la problemática de la violencia tiene que ver con la crianza en casa. Los valores no te los enseñan en el colegio. Además, en el país en general la educación es un desastre.

Día de la Mujer. Natalia Málaga, fiel a su estilo, habló con El Comercio sobre la problemática de la mujer en su día. (Foto: Elias Alfageme)
Día de la Mujer. Natalia Málaga, fiel a su estilo, habló con El Comercio sobre la problemática de la mujer en su día. (Foto: Elias Alfageme)

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