"Buscamos que cada función de La Tarumba sea impecable" [VIDEO]
José Silva

Veinte años después de su ingreso a , Carlos Olivera asumió por primera vez la tarea de dirigir el espectáculo principal, aquel show que año a año atrae a cientos de personas cuyo único deseo es transportarse a otra realidad en la que solo una carpa los separa de las estrellas.

En diálogo con "El Comercio", el director de "Tempo" se confiesa un eterno aprendiz. Es en dicha faceta en la que disfruta más, probablemente porque le recuerda sus inicios, bajo la batuta del infatigable Fernando Zevallos.

Con 19 puestas y 25 artistas interpretados sobre el escenario, Carlos Olivera tiene la chance de volcar sus experiencias, recuerdos y alegrías en una historia con alto contenido social, en donde los caballos no son los protagonistas sino los artistas, en su mayoría formados en casa, pero también con una cuota de talento proveniente del exterior.

Aquí nuestra entrevista con el director de "Tempo", el nuevo espectáculo de La Tarumba que va hasta el 28 de agosto en Plaza Lima Sur de Chorrillos. Las entradas están al a venta en Teleticket de Wong y Metro.

-¿Cuál es el concepto de “Tempo” de La Tarumba?

Es una obra inspirada en “Momo”, el libro de Michael Ende. Esta novela habla de una niña que genera bienestar en una sociedad, que tiene la capacidad de escuchar. Es una historia escrita hace muchos años pero que sigue vigente porque justamente hemos perdido esa capacidad tan sensible e importante, porque escuchar es el principio para poder juntarnos. El tema  me pareció muy actual y oportuno para tocarlo justo en este momento en el que los peruanos venimos de pelearnos mucho. Y desde lo que hacemos pretendemos generar bienestar y poder aportar al crecimiento como sociedad a partir del respeto.

-¿Es la primera vez que trabajan un espectáculo sin caballos?

No. La Tarumba tiene 32 años y toda su primera etapa fueron espectáculos en escenarios internacionales. Empezamos a trabajar con caballos a partir de tener la carpa. Iniciamos en 2003 y recién en 2005 vinieron los caballos, aunque Fernando  Zevallos planeó esto desde que era niño. Es un trabajo que elaboró hace muchísimos años. Porque tener caballos implica muchas cosas: el espacio físico, las condiciones, etc.

-¿Y a qué responde esta decisión de no incluir caballos en “Tempo”?

Primero porque Fernando no dirige el espectáculo sino yo. Él tiene una manera especial de relacionarse con los animales, los cuida mucho. Y a mí me pareció que si la responsabilidad humana era enorme, sumarle el tema de los caballos era ya mucho.  Más por mi experiencia. Y también porque tenemos un público que nos sigue hace muchos años y queremos renovar, darles un respiro.  Y lo tercero, pues creo que había que tener las condiciones a nivel de escenografía para que algunas cosas puedan crecer mucho más. Me refiero a las cosas técnicas de acrobacia y de piso. Durante muchos años nos acondicionamos a las necesidades de los caballos: el escenario de cierta medida, el piso con tierra, con productos ideales para los animales, pero quizás no tanto para los artistas. Consideré ahora fundamental hacer un escenario para que la otra parte (personas) también pueda crecer a ese nivel.

-Usted está formado en la escuela de La Tarumba, ¿facilita las cosas el trabajar con ex alumnos y ex compañeros

Enormemente porque nosotros tenemos un elenco estable que trabaja todo el año, que son más o menos 15 personas. Con ellos hacemos la proyección cada año para lo que vamos a hacer a nivel de conjunto.  A eso se le suma los extranjeros. Este año hay seis o siete artistas de afuera.

-¿Todos ellos escogidos por usted?

Sí, aunque digamos que en La Tarumba no es absoluto que uno decida. Generalmente es un trabajo que hacemos con Fernando Zevallos. Vemos también las necesidades del espectáculo. Si con el elenco peruano tenemos ciertas cosas de acrobacia de piso o de aire, entonces (al sumar extranjeros) pensamos ‘esto es algo que en el Perú nunca se ha visto y sería interesante sumarlo al espectáculo’. Es como en el fútbol, se trae a refuerzos del extranjero que van a marcar la diferencia.

-¿De dónde provienen los extranjeros que se han sumado a “Tempo” de La Tarumba?

Este año tenemos artistas de Francia, Argentina, Costa Rica, Chile. Hay un dúo de acrobacia aérea que viene de Francia y Argentina que es la gran novedad, y que técnicamente es muy potente.

-¿Cuán vital es la música en el espectáculo que presenta La Tarumba?

La música es un sello desde el inicio de La Tarumba. Siempre ha sido dirigida por el Chebo Ballumbrosio. Con él ya casi ni tenemos que hablar de la música. Conversamos sobre la idea del espectáculo, del concepto. Yo veo más la parte técnica y él la musical.

La banda de La Tarumba toca en vivo para El Comercio.

-¿Suelen ser los ensayos junto a la banda?

Claro. Los que hacemos circo empezamos apenas termina el espectáculo anterior, o sea en octubre. Y con la banda nos juntamos desde enero. Ellos van trabajando a partir de los números que vamos a presentar. Le damos una lista de cosas que habrá y Chebo va proponiendo. Él tiene muchísima experiencia. Sabe de técnica de circo y busca proponer.

-¿Todo es alegría en La Tarumba o también hay momentos duros en algún momento de la temporada?

No somos seres especiales, somos seres humanos comunes y corrientes. (Los momentos malos) se dan como en cualquier lugar. En general, el espacio es bastante generoso pero sí, existen altibajos. Aunque ahora no los recuerdo. Creo que (el espectáculo es) básicamente un momento que vivimos con mucha intensidad porque trabajamos mucho para llegar ahí.

-¿Qué han encontrado en Plaza Lima Sur para mantenerse allí tantos años?

Primero, la relación empresarial que se tiene con los Wong. Ellos tienen una clara apuesta por tener un espacio cultural. Y después que es bastante complicado tener un espacio grande dentro de la ciudad.  Lo tenemos en Plaza Lima Sur. Y es lo más cercano para los limeños. Hay muy buenas condiciones ahí.

-¿Cuál es la parte de “Tempo” que más le ha costado trabajar como director?

Como director y como cirquero, lo que más me ha costado es poder manejar un equipo de 30 personas. Si bien trabajamos en equipo, cada uno tiene la necesidad de mostrar todo lo que ha venido trabajando. En general, lo complicado es poder ir dejando cosas para hacer un buen número. Empiezas con un número de 10 minutos y debes terminar con el mismo pero de cinco.

-¿Le presta atención al número de asistentes que lleva La Tarumba en cada función?

De la cantidad de gente, no. De la calidad (del espectáculo) que le ofrecemos al público, sí. Buscamos que todo esté impecable. Veo a diario el espectáculo para ir modificando detalles.

-Teniendo en cuenta que ustedes tienen trabajo permanente en todo el año, ¿cuál es el objetivo de La Tarumba a largo plazo?

Que este proyecto pueda replicarse y no solo sea hecho por La Tarumba. Y eso lo venimos logrando con la escuela profesional. Muchos de nuestros egresados tienen sus propias compañías, empiezan a proyectar espectáculos fuera de Lima y la intención de La Tarumba es crecer a nivel nacional y llegar al ámbito internacional. Lograr esa capacidad es el próximo paso.

-¿Cómo están haciendo ustedes para democratizar el acceso a su espectáculo?

Las redes sociales nos han ayudado muchísimo porque democratizan el tema de la publicidad, llegan a muchos sectores. Nosotros tenemos miércoles y jueves días populares, en donde todos pagan entradas del valor asignado a los niños. Además, La Tarumba trabaja proyectos sociales y durante la temporada tenemos días en que trabajamos con colegios de la periferia. Hay muchas puertas para que esto no sea un espectáculo de la élite.

-Usted ha sido aprendiz, artista de circo y ahora director. ¿Cuál es la etapa que recuerda con más cariño?

Siento que me instalo mejor como alumno, y me pongo siempre en esa situación. Incluso ahora que dirijo el espectáculo siento que hay muchas puertas por abrir para poder aprender. Y aprendo de los que tienen mucha más experiencia y también de los más jóvenes, porque son de una nueva generación en la que la información les llega con mucha más rapidez. De esta forma, todo lo que pasa en las grandes escuelas de Europa, que antes la leíamos en libros, ellos lo tienen ahí a la mano.

-¿Cuánto de su esencia personal debe añadir cada artista de La Tarumba en los espectáculos?

En un escenario, sea teatro, danza o circo, los artistas no son robots. Uno no va y les dice lo que tienen que hacer. Y el rol del director es acompañar a que cada uno explote sus capacidades técnicas y emotivas. Hay muchísimo de cada uno sobre el escenario.

-¿Por qué tendríamos que ir todos a ver “Tempo” de La Tarumba?

Primero, porque estoy seguro de que se van a sorprender. Este espectáculo presenta muchas novedades a nivel de escenografía, a nivel técnico y de música. Estoy seguro de que les gustará mucho el tema central, que es muy humano y que nos atañe en relación al respeto a la sociedad. Los invito a todos porque la pasarán muy bien. Estamos hasta 28 de agosto.

IMPORTANTE
-Las entradas para "Tempo" de La Tarumba será en Teleticket de Wong y Metro y en la web 
-Los precios van entre los S/29 y los S/193. 
-Hay precios especiales para niños
-Los miércoles y jueves todos pagarán como niños

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