"Canciones para mirar", la obra para niños de Alberto Ísola

MARILIA PASTOR

Si pudiera, Alberto Ísola estaría más dedicado al teatro infantil. El juego, la fantasía y la irreverencia son parte tanto de él como de ese mundo dirigido a los pequeños. Esa irreverencia que Alberto conserva, de su niñez, sale a jugar a flote en “Canciones para mirar”, obra que él dirige y que se estrena el sábado 15 en el teatro La Plaza. 

Esta pieza, escrita por la argentina María Elena Walsh, representa para Ísola saldar una deuda pendiente. En 1987, él junto con Pepe Bárcenas e Irene Eyzaguirre llevaron a escena “Los que cantan”, un espectáculo para adultos de la misma autora. En la mente del director siempre estuvo el montar una de las obras infantiles de Walsh. Por fin se concretó con un elenco compuesto por Andrés Salas, Erika Villalobos, Irene Eyzaguirre, Alejandra Guerra, Miguel Álvarez y Carlos Victoria. 

Ísola mezcló dos obras teatrales (“Canciones para mirar” y “Doña Disparate y Bambuco”) en una sola que nos introduce, con sencillez, en un mundo de poesía y música. Una simple alfombra es el punto de partida para que todos los personajes se embarquen en un viaje fantástico. 
 
“Ella descubrió que una manera directa de llegar a los niños es a través del humor, la poesía, la inteligencia y la música. El espectáculo también nace de una idea tan sencilla como la alfombra de la sala desde donde viajas de Tokio a París sin salir de ella. Lo que ella le daba a la gente joven, a los niños y a mí también es la capacidad de mirar el mundo de otra manera”, destaca el director Alberto Ísola. 

UNA OBRA RETRO
Así, “Canciones para mirar” nos trae de vuelta a conocidos personajes como la Mona Jacinta y el brujito de Gulubú, que recordarán quienes fueron niños en los años 70 y 80. Ahora, adultos (y padres) podrán compartir con sus hijos estas historias que les fueron tan queridas. “Así se crea un nexo. Que los padres vean un espectáculo con sus hijos los llevará a conversar y es importante tener esta experiencia común”, destaca Ísola.

Pensando en que las obras fueron escritas en los años 60, el temor de la producción era: ¿no será un espectáculo muy anticuado para los niños de hoy? Para nada.

“Funciona bien porque creo que hemos ido a contracorriente. No es anticuada la idea de jugar con el lenguaje e imaginar. Es algo que debemos reivindicar. Walsh reconstruye la realidad, se burla de ella y le da la vuelta ”, añade el director que ha trabajado en otras ocho obras infantiles como “Las tremendas aventuras de la capitana Gazpacho”.

Así, él no ve inconveniente en que la obra compita, por ejemplo, con una película taquillera por el interés del pequeño público. “Una cinta como “Transformers 5” es divertida y tiene su lugar; pero es importante que los niños redescubran la posibilidad de la verdadera fantasía”, sostiene.

Es a través de los juegos de palabras (inspirados en el curioso ‘nonsense’ inglés) que los chicos ingresan a las aventuras de doña Disparate y Bambuco. Las canciones sirven de hilo conductor. A primera vista puede que simplemente parezcan rimas jocosas; pero hay un trasfondo.

“Todas sus canciones hablan de determinados temas. Por ejemplo, ‘La vaca estudiosa’ es sobre el ‘bullying’. ‘Manuelita la tortuga’ habla sobre una mujer que no remedia su vida por más cirugías plásticas [que se haga]”, comparte Ísola. En el montaje, se juegan con ritmos latinos. Así transformaron “La canción de la vacuna” en un homenaje a la tecnocumbia loretana.

NUEVOS TEMAS
Ísola también forma parte de la asociación Coladecometa, de artes escénicas para la infancia, junto con Celeste Viale. Él no solo lo ve como una forma de crear espectadores sino de educar: incentivar el lenguaje y la fantasía sin caer en viejas convenciones. 

“El teatro para niños, a veces, pecaba de excesiva moralina que entraba por un oído y salía por el otro. Creo que los niños se enganchan cuando ven un comportamiento. Respetando el trabajo de todos, me preocupa cuando ves en la cartelera 15 versiones de ‘Aladino’ de Disney y me provoca decirle a la gente que hace eso: ‘empleen su talento y capacidad en hacer cosas nuevas’”, sostiene el director. 
 
Para él, el teatro infantil está pasando por un replanteamiento y ahora tocan nuevos temas como la muerte de los parientes o el divorcio de los padres. Pero él nunca estará muy alejado de los clásicos. Por eso tiene en mente realizar, próximamente, una obra de Hans Christian Andersen.

EL DATO

"Canciones para mirar" cuenta con la dirección musical de Pepe Barcenas y las coreografías de Mónica Silva. La temporada irá hasta el 27 de abril. Los boletos están a la venta en Teleticket de Wong y Metro y en la boletería del Teatro La Plaza.