"Frankie y Johnny": sobre la dificultad de decir te amo

ENRIQUE PLANAS

La luna ilumina Nueva York. En un pequeño y destartalado departamento, Johnny (Sergio Galliani) y Frankie (Alexandra Graña) hacen el amor. Por la radio suena una sonata de Bach.  El momento es perfecto, pero sus vidas están lejos de serlo: él es un ex reo que tras cumplir su condena por falsificación encuentra trabajo como cocinero. Ella es una actriz fracasada que trabaja en la misma cafetería, y que debido a una traumática relación anterior, desconfía profundamente de los hombres.

El sexo no pudo ser mejor, pero lo que sigue será aun más apasionado: una discusión que durará toda la noche en la que Johnny intentará convencer a Frankie que es la mujer de su vida, apenas conociéndola. Mientras ella piensa que este hombre tan invasivo, que habla de matrimonio e hijos, puede ser un verdadero demente. "¡Que levante la mano el que no haya pasado una discusión nocturna tan intensa como esta!", comenta Galliani, terminado un ensayo de "Frankie y Johnny en el claro de la luna", drama romántico del escritor Terrence McNally que se lleva a escena en el Teatro Británico.

Para Vanessa Vizcarra, directora de la obra, la noche resulta mágica porque engrandece la pasión y convierte en algo intenso incluso el simple acto de prepararle un sándwich a la pareja. "En una de esas noches puedes pasar  por todas las experiencias: de la excitación sexual al cansancio de una discusión o el apetito por algo de comer", señala.

"Frankie y Johnny", producción del Británico con Insomnio producciones, plasma las tensiones propias del amor en los cuarenta, edad en que las experiencias previas marcan a los amantes y el límite de edad para tener hijos influye en la toma de decisiones. Galliani comenta: "Yo estoy viviendo una etapa muy estable en mi vida personal, que empecé pasados los cuarenta años. Hay momentos en la obra que hablan del momento en que tienes que arriesgarlo todo por amor, sabiendo de que no tienes nada que perder. Creo que las relaciones nacidas después de cumplir esa edad tienen una solidez diferente. Las vives con mucha pasión, pero también con más cuidado, pensando mejor las cosas. La vida te da la posibilidad equivocarte a los veinte años. A los cuarenta, tienes conciencia de tus fracasos y errores, sabes realmente lo que es el amor", afirma el actor.

Para Alexandra Graña, su compañera de escena, depende lo que hayas vivido antes de cumplir los cuarenta para pensar en la  estabilidad. Yo viví todo lo que tuve que vivir, tuve la suerte de hacer todo lo que quise hacer.

Pero es diferente cuando te comprometiste muy joven, y a los cuarenta quieres comenzar a vivir todo lo que no hiciste", afirma la actriz.
 
La directora coincide con ellos al decir que, a los cuarenta años, se espera que uno encuentre cierta estabilidad, tenga hijos o haya logrado adquirir ciertos bienes materiales. "Ver a estas dos personas que no tienen nada de eso resulta perturbador. Sin embargo, lo que los salva es que ninguno ha perdido la ilusión por seguir buscando su felicidad", dice Vizcarra.

"Esta no es una obra sobre una pareja que prometa vivir feliz para siempre. Nada garantiza que terminen bien.

Aquí, una noche, dos personas se dicen "te amo" con verdad. Aunque quien sabe lo que pasará mañana", añade la directora.

EL DATO

Las funciones de "Frankie y Johnny" inician este sábado 8 de febrero en el Teatro Británico de Miraflores ( Jr. Bellavista 527, Miraflores). La temporada termina el 7 de abril. Puedes comprar los boletos en Teleticket de Wong y Metro.