El Gran Teatro Nacional presenta obra dirigida por el francés Christian Rizzo

Los ocho bailarines en escena son hombres y los ocho tienen barba. Aunque el detalle del vello capilar no fue una decisión intencional de su creador, sí refuerza el concepto de masculinidad de “D’apres une histoire vraie” (“Basado en una historia real”), el espectáculo del Instituto Coreográfico Internacional Montpellier que dirige el francés Christian Rizzo.

Uno de los ocho danzantes es Miguel García Llorens, peruano que se fue hace casi 10 años a Francia para estudiar Circo (antes había seguido la carrera de Artes Escénicas), pero que terminó involucrándose en la danza. Esta será, curiosamente, la primera vez que presente en Lima un espectáculo de baile. “Debido a que me formé en Francia, conozco muy poco el medio de la danza contemporánea limeño. Pero me encantaría poder presentarme más seguido aquí y por eso estoy muy emocionado con esta oportunidad”, señala.

Sobre “D’apres une histoire vraie”, la crítica ha destacado su fuerza y versatilidad. “La obra tiene múltiples lecturas, pero yo te puedo dar la mía –explica García Llorens–. Me parece que todo parte de un recuerdo. El recuerdo de una danza folclórica turca, que en realidad es una danza inexistente, una que no conocemos. Y a partir de ello surgen preguntas: ¿cuál es el folclor que une a estos hombres? ¿Qué nos constituye como grupo y comunidad? ¿Qué gestos, qué ritmos, qué movimientos?”.

—Orígenes diversos—
Sobre el escenario, además de los bailarines, hay dos bateristas que tocan en vivo la música de la obra. Ese trabajo fue también un desafío, pues los músicos debían hacer preguntas a los protagonistas sobre un proceso al cual no estaban habituados: crear sonidos que respondan a movimientos corporales, ondulaciones, energías, etc.

Otro detalle interesante es que los ocho bailarines tienen procedencias muy diversas. Aparte del peruano García Llorens, hay dos españoles, un turco, un israelí y tres franceses que en realidad tienen raíces italianas, portuguesas y polacas. Esa variedad de culturas también fue muy provechosa al momento de pensar en la idea de un folclor universal convertido en danza única.

“Cuando nos ves a todos, notas que hay algo que nos une y que nos diferencia. Ese punto intermedio es muy interesante –agrega García–. Por eso para mí esta es una obra sobre las cualidades que tienen los hombres como seres humanos. Porque estamos llenos de testosterona, por supuesto, pero también podemos ser tiernos y fraternos”.

MÁS INFORMACIÓN
​Lugar: Gran Teatro Nacional.
Dirección: Av. Javier Prado Este 2225, San Borja.
Fechas: 3 y 4 de octubre, 8 p.m.
Entradas: Teleticket.