"La cantante calva" se monta en el Club de Teatro de Lima bajo la dirección de Paco Caparó. (Crédito: Fotos: Rubén Suárez J.)
"La cantante calva" se monta en el Club de Teatro de Lima bajo la dirección de Paco Caparó. (Crédito: Fotos: Rubén Suárez J.)

El dramaturgo Eugène Ionesco (1909-1994) tenía la impresión de que no era de este mundo. Para él, unos demonios habían robado a Dios algunos de sus secretos para, sin permiso, crear esta realidad que le parecía tan extraña. Esa congoja que sintió desde pequeño impregnó todas sus obras. Alguna vez él dijo: "De la forma más objetiva trato de contar mis sueños que son las posibilidades de ponernos de acuerdo y sentirnos fraternos. Por eso, más que sueños, son angustias".

Pero para hablar de ellas necesitó un estilo de teatro distinto para su época, así que tomó algo de lo que ya hablaban Sartre y Camus y lo llevó a las tablas: el absurdo. "La cantante calva" (1950) fue su primer experimento. Sobre ella, él declaró: "No busco hacer una parodia del teatro sino mostrar mi visión del mundo. Yo veía a personas que hablaban para no decir absolutamente nada, las veía que se movían, que se agitaban delante de mí, que se enfadaban o que se ponían de buen humor, y todo eso me pareció siempre demasiado complicado. Un mundo, como escribió Shakespeare, de ruido y furor sin ningún sentido ni significado".

Para Paco Caparó –quien desde este sábado dirigirá "La cantante calva" en el Club de Teatro de Lima–, en dicha obra Ionesco reunió todas sus inquietudes sobre la falta de comunicación. Al inicio de esta puesta en escena se ve al matrimonio Smith y cómo la esposa intenta conversar con su marido. Le habla de comida, de los vecinos, de sus hijos, pero él prefiere seguir atento a su periódico. Caparó apunta: “En el texto, que aparentemente no tiene sentido, el señor Smith solo reacciona y le hace caso a su esposa para llevársela a la cama”.

En escena también aparecerá un matrimonio joven que se habla como si no se conocieran. Son conocidas las líneas: “Mi dormitorio tiene una cama con un edredón verde y se encuentra en el fondo del pasillo, entre los retretes y la biblioteca”. A lo que el otro responde: “El mío también”. Sobre ese recurso, Caparó señala: "Ionesco exagera esa situación para decir que uno nunca llega a conocer a la otra persona, ni siquiera viviendo con ella".

—Tecnología que nos aísla—
Si bien “La cantante calva” está ambientada en la Inglaterra de los 50, la versión de Caparó se permite la licencia de ser atemporal. “El vestuario respeta lo indicado por Ionesco, pero hemos hecho que los personajes usen celulares”, explica el director. Además, él agrega: “Queremos acentuar cómo los problemas de comunicación siguen vigentes en estos tiempos y cómo, debido a la tecnología, los humanos nos miramos las caras cada vez menos, y también que sabemos más sobre muchas cosas, pero menos de las que pasan en nuestra casa”.

Más información
​Lugar: Club de Teatro de Lima. Dirección: Av. 28 de Julio 183, Miraflores. Estreno: sábado 14. Temporada: hasta el 27 de mayo. Horario: sábados 8 p.m.; domingos 7 p.m. Entradas: S/25.

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