Sandra Bernasconi en el Teatro de Lucía
Sandra Bernasconi en el Teatro de Lucía

Soy hija de la actriz Lucía Irurita y el artista plástico Carlos Bernasconi. Empecé mi vida en las tablas desde pequeña y en 2009 fundé junto con mi mamá y mi hermana Cécica el "Teatro de Lucía". En un futuro me gustaría escribir mis propias obras, explorar con un grupo de gente cosas que yo quiero decir.

Han pasado cuatro décadas desde el inicio de la vida artística de Sandra Bernasconi. Hoy, interpreta el personaje de Nora en "Casa de Muñecas, Parte 2". La obra estrenada en Broadway el año pasado se presentará en el Teatro de Lucía hasta el 25 de Junio.

─"Casa de Muñecas 2" trata sobre una mujer que después de 15 años de haber dejado a su esposo y a sus hijos, regresa, ¿qué opinas de tu personaje?
Yo creo que es del tipo de personas que necesitan abrir trocha y me refiero a la lucha por la igualdad de hombres y mujeres. Yo no avalo que abandone a los hijos, pero lo que entiendo, y así lo entiendo para trabajar el personaje, es que es tan importante para ella hacer que las cosas avancen en un mundo que sea más parejo para las mujeres en comparación con los hombres, que tiene que hacerlo. Esa necesidad es más grande que cuidar a sus niños. Que los quiere, que los adora, que los ama, que le dolió dejarlos, por supuesto. Hay gente así, que se ve obligada a luchar por las injusticias y tienen que abandonar cosas que le generan una situación dolorosa.

─¿Qué haces para sentir que cada función es especial?
No es que me lo plantee ni lo piense, ninguna función es igual. Si un compañero reacciona diferente, va a haber algo diferente en mí también. De pronto un día me di cuenta que algo que estaba haciendo lo podía mejorar, me salió solito o lo pensé en la mañana y dije "¡Ah! Está noche voy a probar esto". Cada función es la posibilidad de mejorar, de encontrarle más sentido a lo que estoy haciendo.

─¿Cómo defines tu carácter?
Soy relativamente tranquila…con exabruptos. Si hay algo que me rebela, que me molesta, son las injusticias. Cuando veo que alguien trató mal a un niño en la calle, que trató mal a un perro, puedo irme arriba y ponerme como una loca.

─¿Y durante los ensayos?
Cerca al estreno comienzo a revisar todo mi trabajo y nunca estoy satisfecha, siento que le falta un montón, que el tiempo no me va a alcanzar para pulir todo lo que tengo que hacer, entonces me pongo muy ansiosa.

─¿Qué haces para calmarte?
¿Qué hago? Lloro un rato, sola, aunque una vez me agarró en el teatro, no aguanté más y me puse a llorar delante de todos. Se asustaron pero les expliqué que en el futuro me iban a ver varias veces así. Eso, o el abrazo de alguien muy querido.

─Vienes de una familia de artistas, ¿era inevitable que optes por ese camino?
Yo tuve toda la libertad para escoger lo que quisiera, decidí ser actriz pero me hubieran apoyado en lo que yo hubiera querido.

─Cuando eras pequeña, ¿qué percepción tenías de tus papás?
Yo quería eso. Yo me crié en teatros y soñaba con estar actuando en el escenario. Es más, en los intermedios de las obras de mi mamá, yo actuaba sola con el telón cerrado. Repetía lo que ella decía o inventaba, tenía la necesidad de estar ahí parada.

─¿Tu mamá es un referente para ti en la actuación?
Sí, de alguna forma ella es mi primera maestra. Desde muy niña he mamado todo su conocimiento hasta que ya después entré a escuelas. Pero igual hasta grande yo le preguntaba muchas cosas, o le decía "Por favor, ayúdame en esto" "¿Cómo lo harías tú?" "Mira, estoy atracada con esta parte de la obra", siempre le pedí consejo.

─Tu papá es artista plástico pero maneja varias disciplinas, ¿te enseñó alguna?
Yo hice orfebrería con mi papá un tiempo. Me gustaba mucho, lo hacía en un momento en el que no hacía teatro y estaba explorando qué tanto me quedaba con eso. Lo que sí me pasó a los 20 años fue que un día dije "No, yo no estoy segura de lo que quiero hacer en la vida, de repente quiero ser actriz porque mi mamá es actriz y no me estoy dando la oportunidad de buscar otras cosas", así que decidí estudiar escultura. De pronto me di cuenta que había escogido algo que era mi papá, pero me tomó unos dos o tres meses darme cuenta.

─Cuando tu mamá, tu hermana y tú deciden tener su propio teatro, ¿compartían una misma visión de lo que querían que fuese este proyecto?
A mí cuando me preguntaban "¿Y qué tipo de obras van a hacer?" yo lo tuve bien claro y se lo dije a mi mamá y a Cécica. A mí me interesan dramas psicológicos o sociales, o todo lo que tiene que ver con relaciones interpersonales, todo lo que ayude al ser humano a pensar en qué esta y cómo mejorar. Creo que eso es lo que estamos haciendo, todas las obras que ponemos acá tiene que ver con el individuo en su sociedad.

─¿Cómo ha cambiado tu vida tener el Teatro de Lucía?
Tengo menos tiempo para mí. Al principio pensábamos que solo íbamos a presentar nuestras obras acá y no pensábamos en alquilarlo en ese momento, no lo teníamos muy claro. Hemos ido aprendiendo con la práctica porque yo nunca había manejado un teatro, sin embargo había producido obras, entonces como que sí nos sorprendió todo lo que se requiere hacer, pero en esas estamos, aprendiendo.

─¿Qué significa para ti este lugar?
Mi casa, es mi casa y a la vez un hijo que tenemos en común porque hay que cuidarlo como tal. A futuro lo veo como la posibilidad de explorar mis propias obras, escribirlas y explorar con un grupo de gente cosas que yo quiero decir.

─Hasta ahora, ¿tu carrera de actriz se ha desarrollado de la manera que querías?
Me hubiera gustado tener las cosas más claras más joven. Me ha costado mucho tiempo ir aclarándolas. He dudado mucho de querer ser actriz o no y he perdido algo de tiempo. Es inevitable, las personas nacen, se crean en un ambiente y son lo que son, yo me demoro en tener las cosas claras, pero bueno, en esos lapsos también aprendí otras cosas.

Contenido sugerido

Contenido GEC