Diana Mery Quiroz Galvan

Un almuerzo con una excompañera de la universidad fue para Lucho Cáceres el inicio de un ciclo de aprendizaje constante que ya lleva 12 años. Sin querer, gracias a Ximena Ramírez, directora del Centro de Rehabilitación de Ciegos de Lima (Cercil), se topó con un mundo que hasta entonces desconocía. “Todos hemos visto alguna vez a estas personas en la calle, pero pocos hemos estado dentro de este universo de sonidos de bastones y personas con gafas. Me dio curiosidad y empecé a indagar”, recuerda. Allí descubrió, entre los numerosos comentarios de los alumnos que habían visto su trabajo en televisión y cine, que solo el 1% de personas nace ciega y que un gran porcentaje pierde la visión en el camino.

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