Sebastián Monteghirfo, Valkiria Aragón y Vania Accinelli son tres de los protagonistas de “Vóley”, que dirige Miyashiro.  (Foto: Lino Chipana)
Sebastián Monteghirfo, Valkiria Aragón y Vania Accinelli son tres de los protagonistas de “Vóley”, que dirige Miyashiro. (Foto: Lino Chipana)

Un grupo de amigos se embarca en un viaje que terminará por desnudar sus sentimientos e inseguridades. Durante la convivencia, ellos se darán cuenta de que, a veces, lo que uno desea puede ser entendido como una traición por sus pares. Cargado con un lenguaje extremadamente honesto y sin ningún tipo de censura, los personajes que protagonizan "Vóley" reflejan el sentir juvenil y los problemas que aparecen al dar el paso hacia la adultez. La madurez no le sienta bien a todo el mundo.



"La historia habla de esa imposibilidad constante del amor, de nuestra absoluta incompetencia para mantener una relación adulta –dice , quien dirigirá la obra desde el 29 de agosto en el teatro Julieta–. Nosotros nos casamos diciendo que es para siempre, hasta que la muerte nos separe, y eso no pasa porque no es real".

Miyashiro confiesa que lo que más le atrajo de esta obra –cuya versión original es una cinta dirigida por el argentino Martín Piroyansky– es que "habla de los temas más importantes de la vida", pero lo hace de manera ligera, "sin pomposidades ni poses". Esa manera de expresarse, honesta y real, anota, puede incomodar al público. "La obra tienen que caminar sobre carbones encendidos. Quienes vayan a verla van a toser al sentirse reconocidos. No descarto que alguien se pare y se vaya. Es una obra que te presenta el amor en un marco festivo donde hay sexo, drogas, alcohol y palabras que desencajan".

El dramaturgo es consciente de que, en los últimos años, el humor y las formas han cambiado drásticamente, siendo la tendencia marcada la búsqueda de la corrección política. Él ve en ello cierto peligro. "A mí me ha tocado estar en la televisión todos los días de lunes a viernes desde hace doce años, y he sentido claramente el cambio –anota–. Hay palabras que no puedes decir en ninguna clave. A tu amigo ya no le puedes decir 'gordo' porque al día siguiente recibes una carta de la asociación de gente de talla grande. A tu amigo de toda la vida ya no lo puedes llamar negro y a mí ya no me puedes decir chino porque yo podría decir que soy peruano y, en todo caso, soy de ascendencia japonesa".

Pero Miyashiro, también anota la necesidad de vivir un proceso como este. "Estos son cambios que complican a la hora de hacer humor, que suele salir del forro. A pesar de eso y de todo lo limitante que puede ser, me parece que es buenísimo porque tenemos que ser mejores que antes. Hay que entender que ese es el camino. ¿Sobre el derecho a incomodar? Creo que es importante hacerlo, pero respetando algunos principios como el espacio del otro y al otro. Esa es la clave. Antes, si te caía mal un político, le decías gordo o cabro, y así no es. Si te cae mal, destrúyelo con un humor que no hable de sus posibilidades físicas ni de su raza. Destrúyelo porque es corrupto".

En el camino, sin embargo, existen contradicciones: la misma gente que se ríe de los chistes incorrectos es la que después critica en las redes sociales. "Muchos piensan de esa forma –agrega–, pero una cosa es lo que tienen en la cabeza y otra lo que dicen o escriben".

-El Julieta-
Hace unos meses, el Teatro Julieta se relanzó con una cartelera que apuesta por lo grande. Han pasado por allí, por ejemplo, obras que exploran los límites del humor. Las satíricas e incorrectas "El primer caso de Black y Jack" y "Más pequeños del Guggenheim" son algunas de ellas. En la renovación de este recinto está involucrado Aldo Miyashiro, quien lidera un proyecto dispuesto a romper esquemas. "Siempre me molestó ver el teatro vacío después de esfuerzo de tantos meses", afirma.

Entre sus planes, afirma, está atraer al público que no suele ver teatro. "Todo el teatro que intento hacer, desde 'Función velorio' o 'Misterio', es para los que no van al teatro –anota–. A mí me interesa que venga el tipo que jamás imaginó venir y que la pase muy bien, y que les diga a sus amigos que esto no es aburrido, que es bravazo, una gran experiencia. Porque me ha pasado que me ha preguntado si para ir al teatro es necesario vestir un terno. Hemos sido siempre, y esta es una crítica para todos, muy elitistas porque nos olvidamos de que tenemos que llegar a un público y luego nos quejamos que no nos hacen caso".

Es inevitable no pensar en las razones que Miyashiro tuvo para elegir el Julieta, un teatro que hasta hace poco no era el óptimo. "Bueno, aquí yo hice 'Misterio' y he tenido experiencias muy lindas –sentencia–. Ver cómo la cola daba la vuelta y decir '¡Lo logramos!'. Éramos un grupo de patas haciendo una obra tal como queríamos hacerla y llenando teatros por todos lados. Es un poco de eso. Hay 'feeling'. Pero también lo pude haber hecho en otro teatro".

MÁS INFORMACIÓN
Teatro Julieta (pasaje Porta 132, Miraflores)
Estreno: jueves 29 de agosto, 8 p.m.
Temporada: hasta el domingo 13 de octubre.
Horario: de jueves a domingo, 8 p.m.
Entradas en Teleticket.

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