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Ximena Díaz: "Si quieres trabajar, no esperes a que te llamen" - 7
Redacción EC

Ximena Díaz empezaba a construir una carrera actoral en el Perú cuando decidió arrancar la página para escribir un nuevo capítulo en Argentina. En Lima, había sido parte de varias telenovelas de Iguana e integrado el elenco de la primera obra teatral de Francisco Lombardi, pero quería adquirir nuevos conocimientos sobre su profesión y se fue a explorar a la ciudad que más estudiantes de teatro tiene en el mundo: Buenos Aires.

Si bien la industria argentina es dura hasta con sus propios compatriotas, la peruana empezó a destacar rápidamente: se sumó al elenco de "La Malparida", una de las telenovelas más sintonizadas del horario estelar, y condujo un programa del canal Utilisíma. Las comparaciones con la carrera de Gianella Neyra no tardaron en llegar. Todo iba muy bien, pero ella decidió regresar.

"", que se presenta noche a noche a sala llena en el Teatro Marsano, es uno de los trabajos con los que Ximena vuelve a ponerse en la vitrina local. La obra, estrenada en el marco de un concurso para promover la dramaturgia en Argentina, es una de las que mejores comentarios han recibido esta temporada en Lima y, además de ser una de sus protagonistas, Díaz es una de las responsables de su llegada al Perú. Ella nos cuenta la historia.

¿Cómo fue tu primer contacto con “Bajo Terapia”?
Yo viví muchos años en Argentina y conozco (la escena teatral). Entonces, cuando vi que se anunciaba la obra, por el elenco y por tratarse de una comedia, me dije: "Esto se ve interesante". Pensé un poco también como productora, evaluando costos. Como en esa época yo estaba regresando al Perú para trabajar después de muchos años, me di cuenta de que sería yo quien debía proponerme el trabajo, porque que me vean también depende de mí. Y, bueno, en mi caso la obra funcionaba tanto si lo veía como actriz o como productora. Felizmente no me equivoqué. A Denisse y al equipo de Preludio les gustó la obra y después fueron pasando cosas increíbles como que Daniel Veronese viniera a Lima, lo que ayudó a que nuestro elenco fuera el que es hoy: Gianella (Neyra), Sergio (Galliani), Marco (Zunino)... Ahora yo veo el elenco y me digo: “Pero qué lindo”.

Al ver este cartel con nombres de actores tan populares como los que mencionas y sabiendo que se trata de una comedia, uno podría hacerse la idea de que va a ver algo ligero, pero en realidad la obra plantea muchas cosas.
¡Claro! Vas y, de repente, ¡fua! Creo que eso es lo que está enganchando mucho, porque la gente ve la obra y sale hablando y luego lo comentan con otros. Estamos teniendo un boca a boca muy bueno, todo el tiempo tenemos fechas agotadas. Eso me decía una amiga actriz: uno sale del teatro con algo más. No sales diciéndote: "Bueno, cómo me reí, ja, ja, ja". Realmente te vas pensando. Y la obra llega en un momento en el que es importante tocar ciertos temas. No dejo de sentir que, de alguna manera, es un mensaje para muchas de nosotras, para no quedarse calladas. Es una comedia, pero en la vida también pasa que uno a veces se ríe de ciertas situaciones… Pero todo hasta cierto punto, hay que estar alertas.

Debe ser interesante para el director enfrentarse a una obra con tantos tiempos y personajes que van cambiando de rostros. ¿Cómo fue el trabajo con Daniel Veronese?
Uf, Daniel es increíble. He visto muchas obras de él y tenía muchas ganas de trabajar a su lado, pero no pensé que se iba a dar. Es un director con una forma de trabajar tan diferente, muy activo, muy práctico, sabe lo que quiere. Para mí ha sido como un taller intensivo, me ha dado nuevas herramientas. Cuando trabajamos en la obra, algunos actores le decían: "¿Pero no será mucho (si lo hacemos de esta manera)?" Y Daniel respondía: "¡Confiá!". Y en la obra a veces tenemos que hablar como montándonos, el texto de uno sobre el del otro, entonces le preguntaban a Daniel: "¿Pero nos van a entender?" Y él decía: "Tengo 35 años trabajando en esto, confiá. Al final también se va a entender el comportamiento de cada uno y por qué cada uno está como disparando para donde dispara".

Últimamente has estado haciendo mucho teatro: además de "Bajo Terapia" te vimos en una temporada de Microteatro, también en "Cualquiera", "Víctor y los niños al poder"…
A mí me encanta hacer teatro. Pero también televisión, me divierto. Hace poco estuvo en "El regreso de Lucas" y también la pasé súper lindo.

Tú empezaste en la TV, con la telenovela "La mujer de Lorenzo".
Sí, yo estudié con Roberto Ángeles y con Alberto Ísola y el primer trabajo que tuve en TV fue con Iguana, en "La mujer de Lorenzo". En el teatro mi primer trabajo fue "Rancho", que fue la primera obra que dirigió Francisco Lombardi. En televisión también trabajé en "Así es la vida" y, de allí me dije: bueno, me quiero ir. Digamos que me corté un poco, porque estaba empezando a construir algo cuando decidí irme a Argentina y allí me quedé hasta el 2012, año en el que volví para hacer "Chicago". Después del musical volví a Argentina y así anduve, entre que iba a y venía.

¿Por qué regresar?
Me di cuenta de que extrañaba, además mis papás también ya están mayores y, entonces, me dije: Vuelvo. Pero si vuelvo quiero trabajar y quiero que me vean como actriz. Entonces retomo lo que decía al principio: si quieres trabajar, no esperes a que te llamen, ¡haz! Si algo me enseñó Buenos Aires fue a hacer. Es lindo que te llamen, pero no te quedes sentado esperando a que lo hagan. No sé cómo sea con los demás, pero por lo menos a mí no me pasa que suena mi teléfono todo el día por personas que quieren decirme: "¡Te queremos!". Si uno siempre está esperando y diciéndose: "Ay, no me descubren, no me ven…" no se avanza. Yo siempre le digo a amigos actores: De 10 personas, 1 probablemente tenga esa suerte de que pasaba por allí y le dijeron: "¡Tú!". Los demás tenemos que darle y darle y darle.

Es curioso lo que dices porque, analizándolo superficialmente, uno, al ver lo bien que te fue en Argentina, podría decir: "Bueno, esta chica tiene estrella".
Yo siempre he sido la que ha ido a buscar. Yo llegué a Buenos Aires, empecé a estudiar, pero a la par agarré mi CV y empecé a tocar puertas. Claro, también tuve suerte. Por ejemplo, fui a la productora de Cris Morena, que es la que ha hecho éxitos como "Casi Ángeles", cuando justo estaban grabando unas cosas para México; entonces hice un cásting, quedé y me llamaron. También tuve suerte cuando entré al elenco de la telenovela "La Malparida".

Donde tu rol, además, era el de una peruana.
Lo manejaron así para que yo pudiera entrar y quedarme varios capítulos. Allí fue que me hice muy amiga de Gabriel Corrado. A él le gustó mi trabajo y ya me llama luego cuando genera una serie que se llamó "Pan y vino". Sí, he tenido suerte, pero creo que mi trabajo también ha gustado.

¿Qué otras lecciones te llevaste de la industria argentina?
Me gustaba mucho la cantidad de diferentes estilos y maestros que hay, como que uno puede explorar por muchos lugares: lo naturalista, lo absurdo, la impro, el claun, el drama. Puedes enriquecerte por muchos lugares. Me gusta también que la gente está como que muy involucrada. Lo estoy empezando a ver acá en la gente joven de teatro, como un grupo de amigos que hicieron "Los justos" en la Alianza Francesa. Yo no vi mucho eso en mi generación de teatro, ahora se juntan, hacen un laboratorio entre ellos para generar su propio arte y propuesta. Eso en Argentina lo ves, gente muy involucrada con la cultura, la música, la lectura. Si esto es lo que te gusta, tienes que ir con todo. No puedes decir solo quiero hacer tele o menospreciar lo demás, todo suma.

¿Planeas quedarte de manera definitiva en el Perú?
Sí, pero quiero ir siempre a Argentina. Mi mamá es de allá, allá tengo mi departamento y grandes amigos, pero me gustaría generar un puente. Viví tantos años en Buenos Aires, conozco tanta gente que lo inteligente sería generar este puente de intercambio: de allá para acá y también del Perú para Argentina, porque nosotros también tenemos muchas cosas que mostrar.

EL DATO
Tres parejas que asisten a una terapia de grupo son los protagonistas de "Bajo Terapia". Ninguno se conoce y la psicoanalista ha decidido reunirlos en un mismo lugar, a fin de que ellos solos dirijan la sesión. Así, conforme se desarrolla la historia, más de uno se verá envuelto en divertidas y conflictivas situaciones.

Temporada:
Del 15 de Julio al 11 de Septiembre 2016

Entradas:
Teleticket de Wong y Metro

Lugar: Teatro Marsano (General Suarez N° 409, Miraflores)

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