Microson es un tratamiento con ultrasonido focalizado.
Microson es un tratamiento con ultrasonido focalizado.
Milenka Duarte

A medida que van pasando los años se empieza a notar los signos de envejecimiento en los párpados: la pérdida de volumen y la flacidez, que reflejan una mirada cansada. En la actualidad se cuenta con un tratamiento que mejora considerablemente esta situación sin recurrir a la toxina botulínica o a la cirugía estética. Se le conoce como Microson, y celebridades, como Jennifer Aniston, ya disfrutan de sus beneficios, pues es un método no invasivo que mejora el tono muscular del contorno y la piel de los párpados.


Jaqueline Montero, especialista de la Clínica Jacmont, explica que el Microson es una tecnología coreana de ultrasonido focalizado de alta intensidad, que emite ondas que alcanzan altas temperaturas (de 65 °C a 75 °C) y llegan hasta la envoltura de los músculos, estimulando las fibras de colágeno y la elastina. Este permite tratar determinados puntos, tanto arriba del arco superciliar como alrededor del párpado, para tensar los músculos.

La dermatista Martina Gómez, directora del Centro de Terapias Alternativas y de Antienvejecimiento, destaca que el Microson se emplea como tratamiento preventivo, refrescando de forma natural la piel alrededor de los ojos sin generar cambios en las facciones ni gestos, como en el caso de la toxina botulínica, y es ideal para personas de entre 30 y 50 años, que no le temen al paso de los años, pero tampoco quieren verse deterioradas.

A diferencia de otras técnicas, este método no solo concentra el calor en el músculo, sino que también provoca una disipación calorífica hacia la piel, por lo que con un solo impacto mejora el tono muscular, la irrigación y el volumen de grasa en la zona. Por un mecanismo fisiológico natural mejora la circulación en los párpados, y por ende la apariencia de ojeras y bolsas.

La doctora Montero recomienda realizar tres sesiones. Se observa una mejora de un 10% casi de manera inmediata, y el efecto máximo se consigue en un plazo de 30 a 60 días.

PASO A PASO
Martina Gómez señala que el procedimiento empieza con una evaluación del especialista, donde se realiza una fotografía (en el Visia Complexion Analysis System) que permite hacer un diagnóstico facial del paciente para determinar las zonas que requieren atención. Luego se procede a una exfoliación y limpieza del rostro; se delimitan con un lápiz blanco las áreas a tratar, para después aplicar un gel de contacto, ya que el cabezal debe estar pegado a la piel para iniciar el disparo en la zona. El tratamiento finaliza colocando hielo sobre la parte manipulada. El paciente debe aplicarse una crema regeneradora y, una semana después, pasar por un control para ver los resultados.

Gómez advierte que este tratamiento no puede aplicarse en personas con parálisis facial, hematología hematopoyética o que tengan lesión expuesta. Tampoco es apto para gestantes ni madres lactantes. Por supuesto, antes de tomar cualquier decisión, consulte con su médico.

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