“100 días para enamorarnos”, remake de Telemundo de la serie homónima de la argentina Telefé. Esta ficción, actualmente disponible en Netflix, cuenta la historia de dos buenas amigas: Constanza Franco y Remedios Rivera, muy diferentes entre sí pero tan cercanas como si fueran hermanas. Cuando ambos enfrentan problemas con sus respectivas parejas, a Constanza se le ocurre una “gran idea” para tratar de salvar su matrimonio y al final terminan teniendo un acuerdo para hacerlo.
MÁS INFORMACIÓN: Ilse Salas y la razón por la que aceptó el papel de ‘Constanza’
Constanza Franco es una abogada muy sofisticada y exitosa. Su esposo, Plutarco, también es abogado y juntos tienen un bufete de abogados en Houston y Miami. Ambos tienen dos hijos, adolescentes que son buenos jóvenes, educados y cariñosos con ellos. Al parecer, son la familia perfecta. Sin embargo, éste no es el caso. Constanza está cansada de sentirse despreciada por Plutarco y ha sido consumida por la rutina.
Para salvar su matrimonio, deciden firmar un contrato en el que se les dará 100 días de total libertad. Pasado este tiempo, evaluarán si continúan juntos o se divorcian. Como ambos son buenos abogados, redactan un contrato muy sólido en el que establecen las reglas del tiempo que pasarán separados: libertad para conocer a otras personas, vivir nuevas experiencias y reflexionar sobre su matrimonio.
MÁS INFORMACIÓN: Las 10 mejores series y películas de Mariana Treviño
“100 días para enamorarnos” ha estado en el top de Netflix y ha recibido buenas críticas y recibimiento en la audiencia. En su historia ha brindado momentos de risas y otros no tanto. Durante las grabaciones, los integrantes del elenco aseguran que durante las grabaciones han habido unas escenas más chistosas que otras al grabarlas. Te traemos información de cuales han sido las más chistosas hasta ahora.
LA ESCENA DE “100 DÍAS PARA ENAMORARNOS” QUE PROVOCÓ MÁS RISAS EN SU PRODUCCIÓN
Estas son algunas de las anécdotas dignas de ser contadas por dejar llenos de carcajadas a los miembros del elenco:
Héctor Suárez Gomís contó la experiencia en una entrevista para Escritor Wannabe y mencionó que era una escena en la que supuestamente todos deberían de estar tristes:
“Cuando estábamos haciendo la escena del velorio y se abre la caja está Juancho dormido; el actor se quedó dormido y empezó a roncar”, “Cuando levantaron la tapa empezó a roncar, Sylvia Sáenz y yo nos empezamos a cagar de la risa y contagiamos a todos. Veías al camarógrafo y le temblaba la cámara agarrandola. Cuando volvieron a decir “acción” no podíamos hacerla porque nos ganaba la risa. Nos tardamos un rato en poder acabar esa escena porque nos dio mucha risa”. Comentó Suárez.
Segundos después también comentó:
“Es una escena en la que llego con Sylvia para que me perdone después de que me descubre y entonces me subo a la azotea del edificio y me voy a suicidar. Por Covid ya no pudimos grabarla la escena del edificio y desde ahí corte directo a que ya pasó y estoy dopado en el sillón de casa de Emiliano. Y entonces están Erick, Chocarro y Andrés hablando; yo estoy completamente dormido en el sofá y le dije al director: “grábala, la primera toma te la voy a echar a perder, yo los voy a dejar ir y cuando vaya a la mitad de la escena los voy a asustar”. Están hablando todos y yo estoy supuestamente completamente dopado y dormido; a la mitad de la escena pegué un grito que no sabes cómo brincaron los tres, las subí en los stories, el susto que les pegue fue bestial.