Los rumores sobre la tensa relación que mantuvieron Charlize Theron y Tom Hardy durante el rodaje de “Mad Max: Fury Road” acaban de confirmarse en el libro “Blood, Sweat & Chrome: The Wild and True Story of Mad Max: Fury Road”, de Kyle Buchanan.
A pesar que la secuela de George Miller de 2015 recibió grandes elogios y obtuvo 10 nominaciones al Oscar, las cosas no fueron tan fáciles detrás de cámaras y así lo han revelado sus protagonistas en la obra del periodista que acaba de ser publicada por la revista Vanity Fair.
Como se recuerda, el actor británico interpretó a Max Rockatansky, el personaje principal de la cinta que antes fue encarnado por Mel Gibson, mientras que la actriz dio vida a Imperator Furiosa, una mujer intrépida que se enfrenta a Immortan Joe para salvar a un grupo de mujeres.
Mark Goellnicht, quien se desempeñaba como operador de cámara, relató que el quiebre de la relación de los actores se dio debido a la impuntualidad de Hardy, quien llegó con tres horas de retraso a la filmación, lo que provocó que Theron explotara en su contra por su falta de profesionalismo.
“Multen al maldito desgraciado con cien mil dólares por cada minuto que ha retrasado a este equipo”, contó Goellnicht que gritó la actriz. “Es posible que él haya escuchado algo de eso, porque fue contra ella y le reclamó: ‘¿Qué me dijiste?’...Era bastante agresivo”, precisó.
Este hecho provocó que, a partir de ese momento y debido a que Charlize indicó sentirse “amenazada” por su colega, se tomara la decisión de enviar a la veterana productora Denise Di Novi a Namibia, donde se realizaban las grabaciones, para acompañarla permanentemente.
La ganadora del Oscar aclaró que la llegada de Di Novi la “hizo respirar un poco, porque sentí que tendría a otra mujer que entendía a lo que me enfrentaba”. Asimismo, al recordar esta “horrible” experiencia, indicó: “No deberíamos haber hecho eso; deberíamos haber sido mejores. Puedo reconocer eso”.
Y sobre este episodio agregó: “No quiero poner excusas por el mal comportamiento, pero fue un rodaje difícil. Ahora, tengo una perspectiva muy clara de lo que pasó. No creo que tuviera esa claridad cuando estábamos haciendo la película. Estaba en modo supervivencia; realmente estaba muerta de miedo”.
Al hablar de las interacciones entre los actores, J Houston Yang, editor de la compañía de producción Open Road Entertainment, declaró: “No querían tocarse, no querían mirarse, no se vieron cara a cara a menos que la cámara los filmara activamente”. Tom Hardy, por su parte, admitió que su comportamiento no fue el mejor.
“Estaba sobre mi cabeza de muchas maneras”, dijo y aceptó que podría haber manejado de otra manera la situación. “La presión sobre los dos era abrumadora a veces. Lo que ella necesitaba era un socio mejor, quizás con más experiencia que yo. Eso es algo que no se puede fingir”, reflexionó.
Y agregó: “Me gustaría pensar que ahora que soy mayor y más feo, podría estar a la altura de esa ocasión”. Por su parte, el director, George Miller, describió la película como una historia sobre la autopreservación y afirmó que esta mentalidad en verdad afectó a los dos protagonistas.