¿Cómo queda embarazada Bella Swan en “Crepúsculo” si Edward Cullen es un vampiro?

En 2005, Stephenie Meyer presentó al público un mundo donde humanos, vampiros y hombres lobo coexisten en “Crepúsculo” (“Twilight” en inglés), la primera de una serie de cuatro novelas que narran el complicado triángulo amoroso entre el vampiro Edward Cullen, la mortal Bella Swan y el hombre lobo Jacob Black.

MIRA: El misterio que rodea a los huevos cocidos de Emmett Cullen en “Crepúsculo”

En el transcurso de la saga, más pronto que tarde se hace evidente que Bella y Edward son el uno para el otro, al punto que el vampiro decide presentársela a toda su familia, luchar contra otros miembros de su misma clase por ella y desafiar cualquier deseo natural de comérsela, todo por amor.

La historia de Bella y Edward llegó a su fin con “Breaking Dawn”, donde la joven pareja se casa y comienza su propia familia con el nacimiento de su hija, Renesmee, y la conversión de Bella en vampira. A la par, Jacob se imprimó de la pequeña, prometiendo protegerla por toda la vida.

MIRA: El significado de cada portada de los libros de “Crepúsculo”

Sobre el embarazo de Bella, en realidad fue una enorme sorpresa que quedara en dicho estado y aún más el calvario que vivió hasta el alumbramiento. ¿Cómo es posible que quedara embarazada si su pareja era un vampiro? Screenrant compartió algunas respuestas.

¿CÓMO BELLA QUEDÓ EMBARAZADA DE EDWARD?

Como los vampiros son criaturas no muertas, no deberían tener fluidos por sus cuerpos, por lo que sería físicamente imposible que uno quedara embarazada o que otra persona quedara embarazada de ellos, pero los monstruos míticos que Meyer tiene en su historia son muy diferentes a otros vampiros.

A pesar de eso, sería especialmente imposible en el universo de “Crepúsculo” dado que la piel de los vampiros se describe tan dura como una piedra, e incluso tener sexo con Bella era peligroso ya que Edward podría matarla sin querer. Aún así, Bella quedó embarazada durante su luna de miel y dio a luz a una híbrida, convirtiéndose ella también en vampiro.

Después de que le hicieran la misma pregunta una y otra vez en cualquier oportunidad, Stephenie Meyer explicó en su propia página web cómo funciona esa parte del mundo de “Crepúsculo”, aunque la respuesta ha generado nuevas preguntas que los fans prefieren no encontrar respuesta.

Según Meyer, los vampiros siguen siendo “lo suficientemente similares físicamente a sus orígenes humanos”, por lo que pueden pasar por humanos en la mayoría de las circunstancias; el truco está en sus células y otros fluidos. Meyer explicó que las células que forman su piel “no son flexibles como nuestras células, son duras y reflectantes como el cristal”, y un fluido similar al veneno en sus bocas sirve como un “Lubricante entre células”.

Este fluido es muy inflamable, de ahí que estos vampiros puedan morir quemándolos. A través del cuerpo de un vampiro hay otros fluidos similares a ese veneno que tienen funciones similares a las de cuando eran humanos, como lubricar los ojos, por ejemplo, y algunos llevan muchas de las funciones de la sangre.

Sus cuerpos, entonces, pueden reaccionar a ciertas emociones y sensaciones como un cuerpo humano, y eso incluye reacciones de excitación. La explicación de Meyer continúa y resuelve la segunda parte del misterio: según ella, hay “fluidos estrechamente relacionados con los fluidos seminales” en los cuerpos de los vampiros machos, y estos fluidos llevan información genética.

Estos pueden vincularse totalmente con un óvulo humano, lo que, agrega Meyer, no era un hecho conocido en el mundo vampírico de “Twilight” antes del nacimiento de Renesmee. Esto básicamente significa que el cuerpo de Edward está alimentado por veneno, lo que hace que el embarazo de Bella sea aún más peligroso de lo que ya era.

Por supuesto, esta explicación detallada no fue suficiente para algunos, y todavía quedan algunas preguntas sobre este tema. Lastimosamente, la mitología de Meyer es algo propio y los fans tienen que conformarse con lo que diga la autora, tenga o no tenga sentido para satisfacer sus incógnitas.