Jaimito el Cartero es uno de los personajes más recordados de ”El Chavo del 8”, la comedia mexicana más exitosa en la historia de la televisión. Inocente, despreocupado y siempre con fatiga, Jaimito se ganó con creces el cariño del público desde 1979, cuando el actor Raúl ‘Chato’ Padilla llegó a la vecindad, de la que formó parte hasta 1992.
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Los seguidores de la serie recuerdan a Jaimito por ser originario del pueblito de Tangamandapio y por su frase “es que prefiero evitar la fatiga”. Cartero de profesión, Jaimito es una persona muy amable, de barriga pronunciada y bigote, además de amigo del Chavo, a quien defendía de distintos maltratos en la vecindad.
Raúl Padilla ingresó al popular programa creado por Roberto Gómez Bolaños tras la salida de Carlos Villagrán y Ramón Valdés y con los años dejó una huella difícil de olvidar, a pesar de la cancelación de “El Chavo del 8″ en 1992 por la caída de la audiencia.
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El Chavo del 8: la verdadera historia del ingreso de Raúl Chato Padilla a la vecindad como Jaimito el Cartero
Raúl “el Chato” Padilla nació en Monterrey el 17 de junio de 1918. Aunque es un actor destacado, el propio Chato mencionó varias veces que su oficio fue más una imposición que un deseo propio. Raúl creció en familia con bagaje artístico e incursionó en la actuación a temprana edad gracias a su padre, Juan Padilla, el dueño de una compañía de teatro.
Al crecer dentro de una familia que tenía pasión por el teatro, Raúl se involucró en el ambiente artístico y terminó convirtiéndose en actor. Fue así que desarrolló una impecable carrera y trabajó en varias producciones de cine y televisión, tiempo en el que compartió escenario con un gran número de actores como Carlos Villagrán, mejor conocido como Quico en “El chavo del 8”.
Si bien Villagrán y el Chato nunca compartieron grabaciones en la comedia creada por Chespirito, siempre quedó marcado que mantuvieron una buena amistad, tal como Raúl Padilla solía tener con todos sus compañeros de trabajo.
Aunque trabajó en varios melodramas como La dueña, El usurpador, El corrido de Lupe Reyes, Raúl Padilla destacaba en la comedia como pez en el agua. Por ejemplo, destacó en “El mundo de Luis Alba”, “Los Polivoces”, “El Circo de Capulina”, entre otras producciones. La comedia era donde el Chato se desenvolvía mejor y donde Raúl el Chato Padilla sería más recordado.
Fue así como cruzó su camino con Roberto Gómez Bolaños, mejor conocido como “Chespirito”. En 1979, ambos artistas mexicanos trabajaron juntos en un sketch de “El chapulín colorado” y de ahí en adelante, tras desarrollar una buena amistad, el Chato sería llamado por Chespirito para sus proyectos televisivos. De esta manera nace el popular personaje, Jaimito el Cartero, como reporta Infobae.
Raúl el Chato Padilla se dedicó toda su vida a la actuación y también murió en la actuación. Según contó el propio Roberto Gómez Bolaños en su libro de memorias “Fue sin querer queriendo”, el “Chato” Padilla sufría de diabetes y nunca la controló ni cuió su alimentación a pesar de tener sobrepeso. Del tal modo que la enfermedad provocó que el actor tuviera un paro caridaco en pleno set de grabación de “Los Caquitos”.
“Después de grabar lo estuve esperando en la escalera para demostrarle que yo también podía brincar desde el quinto escalón. Pero no bajaba. Entonces subí para ver si le pasaba algo y ya estaba muerto. Se evitó la fatiga para siempre”, contó Chespirito.
A lo largo de su trayectoria artística, Raúl el Chato Padilla participó en más de 40 películas y fue parte del denominado “Cine de Oro Mexicano”, donde compartió escenario con importantes personalidades como Mario Moreno Cantinflas y Angelines Fernández, con quien trabajó en “El Chavo del Ocho” al interpretar a la Brúja del 71.