La carrera de Jim Carrey se ha sustentado en la comedia más disparatada con algunas honrosas excepciones y sus personajes se han apoderado a menudo de él. Algo que el actor vuelve a repetir en su libro “Recuerdos y desinformación”, en el que es difícil discernir qué y cuánto hay de verdad.
“Nada de esto es real, pero todo es verdad”, afirma Carrey sobre un libro que sale hoy a la venta en España y sin fecha definida aún para Latinoamérica (Temas de Hoy) y en el que partiendo de una historia disparatada, a imagen y semejanza de “Ace Ventura” o “La máscara”, el actor y Dana Vachon han escrito un libro en el que lo más interesante sale de la lectura entre líneas.
Es la historia de un actor llamado Jim Carrey y de las diferentes etapas que pasa, desde unos inicios complicados a un rotundo estrellato tras el que llega el declive y una crisis existencial que le hace caer en una vida que gira alrededor de las series de Netflix, los vídeos de Youtube y las noticias de TMZ.
Un personaje autoparódico con el que el actor lanza dardos envenenados a Hollywood y a la frivolidad que reina entre las estrellas mientras cuenta cómo busca renacer con un proyecto sobre Mao Zedong en el que está implicado Charlie Kaufman -guionista de la película más valorada de su carrera, "¡Olvídate de mí!"-.
“No hay nada, en este punto de mi vida artística, más aburrido que la idea de escribir los hechos reales de mi vida en algún orden cronológico”, aseguró Carrey en una entrevista con The New York Times poco antes de la publicación en julio del libro en Estados Unidos.
De ahí surgió la idea de escribir una historia salpicada de detalles de su vida. ¿Cuáles son? Difícil, por no decir imposible, saberlo.
Su origen canadiense, la no siempre fácil relación con sus padres -Percy y Kathleen-, o algunas de sus parejas -Linda Ronstadt o Renée Zellweger- son elementos reales fácilmente reconocibles, como lo es su preocupación por el medioambiente o por el capitalismo feroz.
A partir de ahí hay que bucear para encontrar realidad entre las historias y los personajes que se mezclan en una narración fatalista sobre el fin del mundo, con una invasión de ovnis como principal amenaza.
Todo ello salpicado con un desfile de personajes que van desde uno de sus mejores amigos, Nicolas Cage, a colegas como John Travolta, Gwyneth Paltrow, Daniel Day-Lewis, Goldie Hawn o Kelsey Grammer.
Pero también Morante de la Puebla -por quien Zellweger le abandonó, en uno de los divertidos disparates de la historia-, el dictador panameño Manuel Antonio Noriega, Nancy Reagan, Kanye West convertido en arcángel o Kim Kardashian que se une a los ovnis mientras estrellas como Steven Spielberg o Tom Hanks preparan su huida de la Tierra.
Una enorme metáfora de la realidad, como ha reconocido en entrevistas con medios estadounidenses Carrey, que en el libro es un avatar de sí mismo, un representante de los artistas y de los famosos, del mundo de excesos y vanidad al que perteneció y del que ahora parece querer salir.
Algo que resumen Carrey y Vachon en la cubierta del libro: “Hubo un tiempo en que fuimos artistas. ¡Fuimos puros! Pero todos nos hemos convertido en un pasatiempo, hemos cedido el poder de la fama, de la comodidad, de la aceptación ajena. Nos pasamos la vida persiguiendo algo vacío, la ‘relevancia’, y se sirven de nuestro miedo a perderla para acorralarnos. Dinero sucio malayo. Dinero saudita. Lo aceptamos todo. ¿Qué nos ha pasado?”.