Si bien el Rey Joffrey realizó innumerables acciones terribles durante “Game of Thrones”, una de las más recordadas por los fans fue la muerte de Ros en la temporada 3 de la serie de HBO. Colgada y atravesada por sus flechas, Ros dejó de existir y hasta la fecha algunos seguidores se siguen cuestionando por qué fue asesinada si en una primera instancia ella solo estaba sirviendo al Rey en sus aposentos como le habían indicado.
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Como se recuerda, Joffrey ya se había hecho un nombre como villano desde la temporada 1 de “Game of Thrones”, pero su verdadero potencial como tirado se dejó ver luego de la muerte de Robert Baratheon. Una vez que se hizo rey nadie podía pararse frente a él y darle una respuesta negativa o terminaba muerto.
Durante la temporada 2, a medida que avanzaba la Guerra de los Cinco Reyes, Joffrey permaneció a salvo en el castillo de King’s Landing dejando ver su verdadero ser. Tyrion Lannister y Bronn pensaron que su actitud abusiva era por la pubertad, por lo que decidieron hacer algo para que el niño pase a ser un hombre según sus leyes.
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Tyrion organizó un regalo de cumpleaños tardío para él: una noche con Ros y otra prostituta del burdel de Littlefinger. El único placer que obtuvo Joffrey fue ordenarle a Ros que la golpeara y se asegurara de que Tyrion viera todo. Él lo hizo en venganza de que su tío lo reprendiera frente a la corte y defendiera a Sansa.
Desde entonces, se hizo claro que no sentía ningún placer con respecto a lo sexual, sino mas bien se divertía inflingiendo dolor a las demás personas. Sin embargo, no está claro de por qué asesinó a Ros durante la tercera temporada, por lo que Screenrant hace un análisis de lo que pasó realmente esa noche.
¿POR QUÉ EL REY JOFFREY MATÓ A ROS?
Como ya se mencionó, en la temporada 3 quedó claro que Joffrey era un sádico. No está claro si Joffrey estaba lo suficientemente excitado como para tener sexo real o si priorizó la violencia sobre cualquier gratificación íntima con Ros, quien era la que lo acompañaba en todas sus “sesiones” fuera de cámara.
Cuando la siguiente reina Margaery Tyrell mostró interés en la ballesta de Joffrey y le preguntó si le gustaría verla matar algo con ella, él admitió que estaba interesado. No era Margaery lo que encontraba atractiva, sino la posibilidad de que ella pudiera entender y aceptar su comportamiento agresivo.
El arma se había convertido en una extensión del propio Joffrey al comienzo de la temporada 3. Él era más peligroso cuando se sentía amenazado, y como no poseía fuerza física ni destreza, tenía que confiar en la sumisión de sus víctimas o amenazarlas con su arma de largo alcance para obtener resultados.
En los momentos finales de “The Climb” de la temporada 3, el cuerpo sin vida de Ros cuelga de una cama perforada por varias flechas. Podría considerarse el resultado del clímax de Joffrey después de todos esos meses de simplemente torturar a Ros, sintiendo que su dolor ya no era suficiente para complacerlo.
Incluso Cersei Lannister se culpó a sí misma por la brutalidad de Joffrey. Ella le confió a Tyrion que el comportamiento de Joffrey podría ser un castigo por su relación incestuosa con su hermano Jaime. En “Game of Thrones”, después de todo, el incesto iba de la mano con la locura y Ros fue la última victima de la lucha de poder de Littlefinger y Varys.
Varys reclutó a Ros para que lo ayudara a ejecutar su plan para ayudar a los Tyrell a consolidar el poder, prometiéndole una asociación y protección a cambio de espiar a Littlefinger. Naturalmente, las acciones de Varys entraron en conflicto con la agenda de Littlefinger de usar a Sansa para su beneficio y una oferta por el Trono de Hierro.
Al darse cuenta de que Ros lo había traicionado, Littlefinger se la entregó a Joffrey, quien quería probar “algo nuevo”, “algo atrevido”. Con este movimiento, Littlefinger se deshizo de un enemigo y se ganó el favor de Joffrey, que no sabía nada sobre lo que sucedía en la política ni la situación entre ambos.
La serie incluso presagió el sombrío destino de Ros durante la temporada 2. El hecho de que Ros no cumpliera con sus deberes llevó a una conversación con Littlefinger sobre una chica anterior que lo decepcionó. Resultó que la había vendido a un hombre que parecía compartir la predilección de Joffrey por torturar mujeres.