El éxito de “La familia Ingalls” fue tan impresionante en épocas pasadas que los seguidores de la serie estadounidense ni se imaginaban que una de sus figuras, años más tarde, sufriría una terrible adicción. Nos referimos a Melissa Gilbert, quien en sus memorias publicadas con el título de ‘Prairie Tale’ confiesa su problema con el alcohol, justo en el tramo final de su carrera como actriz.
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La figura estelar de “Little House on the Prairie” publicó un libro en el 2009, donde se puede leer cómo fueron sus últimos años de actriz, sumergida en el mundo del consumo de alcohol. Ella cuenta en la publicación cómo fue que se dio cuenta que tenía un grave problema y en qué momento decidió pedir ayuda.
El hecho que marcó un antes y un después en la vida de Melissa Gilbert fue cuando en su casa su esposo y ella recibieron la visita de un amigo. Ella, según cuenta en sus memorias, bebió una copa de vino a escondidas y tras acostar a su pequeño hijo, hizo algo que nunca pensó que pasaría: se desmayó y se quedó dormida en la cama del perro.
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CUANDO MELISSA GILBERT SE DIO CUENTA QUE TENÍA PROBLEMAS CON EL ALCOHOL
“Ni Bruce ni Archie bebieron esa noche, pero yo tomé mi copa de vino, que rematé en secreto durante toda la noche hasta que sucedió algo”, escribió Gilbert. “Fue como si se accionara un interruptor; Ni siquiera me acuerdo. Por lo que me han dicho o resumido desde entonces, acosté a Michael [su hijo] y me uní a Bruce y Archie en la sala de estar. Me senté en la cama para perros en el medio del piso, comencé a hablar con ellos y luego me quedé dormida. ‘Me quedé dormida’, eso era hablar de negación. Me desmayé boca abajo en la cama del perro “, cuenta en su libro la actriz.
Bruce Boxleitner intentó despertar a su esposa para poder despedir a su invitado; pero no pudo. “[Boxleitner] puso una excusa sobre mi cansancio; él también puede haberlo creído “, escribió Gilbert. Cuando él intentó ayudar a Melissa para que se acostará ella cuenta que: “Aparentemente, lo critiqué por despertarme y luché mientras me ayudaba a subir las escaleras”.
Al despertar, Gilbert entendió que realmente tenía un problema. Según se lee en su libro, ella se encontraba en la habitación de invitados y al abrir los ojos, al primero que vio fue a su marido, quien estaba mirándola atentamente. “Tengo un problema”, le dijo ella a Boxleitner, quien le respondió: “Sí, tienes razón”.
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LA ACTRIZ DECIDIÓ BUSCAR AYUDA
Tras el último episodio con su esposo, Melissa Gilbert decidió reservar una cita con su terapeuta, calificando la reunión como una “sesión de emergencia”. Allí dio el primer paso para salir del mundo del alcoholismo, pues se dio cuenta que estaba poniendo en riesgo su familia y a hasta su propia salud.
“Sentí que era de vida o muerte. Ciertamente, mi matrimonio y mi capacidad para ser madre estaban en juego. No recordaba haber acostado a mi hijo la noche anterior. Le había puesto a mi marido nombres terribles, palabras que nunca antes habían salido de mi boca. Me había desmayado”, relata Gilbert.
Al conversar con su terapeuta, Gilbert revela que su idea no era iniciar una rehabilitación, pues no quería que ‘su problema con la bebida’, sea noticia y se divulgue en los medios de comunicación. “Acordamos intentar rehabilitarnos en casa y si era demasiado, me registraría en algún lugar”, escribió.
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¿QUÉ HACE ACTUALMENTE MELISSA GILBERT?
Alejada de las pantallas, la actriz ha tenido que someterse a su cuarta cirugía de fusión espinal en noviembre de 2020. La primera fue en 2001, después de una lesión, y luego otra en 2010 después de que se rompió la espalda.
Durante el 2016 se sometió a una tercera operación para abordar las hernias de disco en la columna vertebral. El año pasado le hicieron su primera cirugía para reparar los problemas y le instalaron un disco artificial.
“Lo que fue diferente acerca de esta cirugía fue que el Dr. Bray entró y sacó una gran cantidad de hardware, y el hardware que no funcionaba, y obtuve un disco artificial, que es muy innovador”, dijo.
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