“La serpiente” (”The Serpent” en su idioma original) es una miniserie de BBC One y Netflix que cuenta la historia de Charles Sobhraj, el asesino serial que se hacía llamar ‘Alain Gautier’, pero al que las autoridades reconocen como la ‘Serpiente’ o ‘Asesino del bikini’, por los crímenes que cometió en los años 70 en el llamado ‘Hippie Trail’ del sureste de Asia, principalmente contra turistas.
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Según las autoridades, se cree que Sobhraj fue responsable de la muerte de entre 12 y 24 viajeros occidentales en Tailandia y el subcontinente indio, crímenes por los que permaneció en prisión en la India hasta 1997, aunque con los años volvería a estar tras las rejas.
Tras salir por primera vez de la cárcel, el asesino en serie supuestamente vendió los derechos de su historia a un productor francés por US$ 15 millones y hoy, una serie de televisión recrea su relato, incluidos los testimonios recopilados en “Serpentine” (1979), de Thomas Thompson, que narra no solo los crímenes de Sobhraj, de su compañera Marie‐Andrée Leclerc y Ajay Chowdhury, sino también la desgarradora investigación del diplomático holandés Herman Knippenberg.
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Según todos los informes, él es el héroe de la historia. Si bien “The Serpent” ficticia algunos aspectos de la historia, principalmente el diálogo, que, según señala la serie, está completamente inventado, la historia subyacente y sus protagonistas son muy reales. Knippenberg incluso ha dicho en una entrevista reciente que, en ocasiones, la serie se sentía “peligrosamente cercana” a la realidad.
¿QUE PASÓ CON CHARLES SOBHARJ?
En 2003, Sobhraj fue arrestado en Katmandú por asesinato y viajar con un pasaporte falso. Los asesinatos, de entre los cuales el de la mochilera estadounidense Connie Jo Boronzich y el turista canadiense Laurent Carrière que ocurrieron en 1975. Fue condenado a cadena perpetua. Como en la serie de Netflix, fue la documentación de Knippenberg la que ayudaría a condenar a Sobhraj.
“Quería pasar de las sombras al centro de atención apareciendo en el único lugar donde sabía que había cometido asesinatos, pero ya no tendrían pruebas”, dijo Knippenberg al Daily Mail en una entrevista. “Pero se olvidó de que todavía tenía los documentos. Él era un jugador. Era como siempre lo hacía con los casinos, poniendo todo en negro. Pero luego aterrizó en rojo “.
Con el arresto de Sobhraj, al parecer, la persecución de Knippenberg durante casi 30 años al hombre finalmente había llegado a su fin. “Tomó mucho tiempo conseguir Sobhraj, muchos años”, dijo. “Pero tenía que hacerlo. Se metió dentro de mí como una especie de malaria tropical. No se marcharía. Esto no terminará hasta que Sobhraj y yo estemos en mundos diferentes. Si hay un infierno, estoy seguro de que es un candidato “. Sobhraj sigue cumpliendo actualmente su cadena perpetua en Nepal. Tiene 76 años y, según los informes, se sometió a varias cirugías cardíacas mientras estaba en prisión.
¿QUIÉN ES CHARLES SOBHARJ?
Sobhraj nació en el Saigón ocupado por los japoneses en 1944. De niño, según los informes, Sobhraj era un ladrón y mentiroso. En 1962, fue arrestado en París por robar un automóvil. Después de otro cargo de robo, poco después cumplió una sentencia de cárcel de tres años. En prisión, aprendió karate e italiano. Más tarde, Sobhraj se casó y, en 1970, se mudó con su esposa y su hija pequeña a Grecia, luego a Hong Kong y luego a Macao, donde las abandonó.
Más tarde conoció a Marie ‐ Andrée Leclerc, quien se convirtió en su amante y compañera. Para entonces, a principios de los 70, había comenzado a drogar, robar y supuestamente matar a los viajeros. Las drogas causarían disentería y los incapacitarían. Sobhraj finalmente fue arrestado en India en 1971, pero escapó de la cárcel fingiendo una apendicitis.
En 1975, Sobhraj operaba como comerciante de gemas en Bangkok. Sobhraj diría más tarde: “Siempre que pueda hablar con la gente, puedo manipularla”. Una mujer francesa, sin embargo, fue a la embajada británica con la historia. Ella fue rechazada. Durante este tiempo, el diplomático holandés Herman Knippenberg comenzó a investigar de forma independiente la muerte de dos ciudadanos holandeses, a pesar de la presión de sus superiores para que se detuviera.
“Todo fue tan fácil para [Sobhraj]”, diría Knippenberg más tarde. “Los asesinatos, el engaño, todo. Se había salido con la suya durante tanto tiempo que se creía invencible. Personalmente, creo que pudo haber matado a muchos más. Dentro de su apartamento de Bangkok, encontramos una pila de pasaportes y permisos de conducir. Fácilmente podrían haber pertenecido a otros “. La investigación de Knippenberg condujo al arresto de Sobhraj y Leclerc por la policía tailandesa. La pareja, sin embargo, escapó más tarde.
Su libertad duró poco. En Nueva Delhi, fueron atacados por un grupo de turistas franceses después de que la pareja intentara drogarlos. El gobierno indio declaró a Sobhraj culpable de un solo asesinato y le impusieron una sentencia de siete años de prisión. Escapó varios años después drogando a los guardias de la prisión, pero luego fue arrestado.
Algunos especulan que la fuga fue diseñada para aumentar su sentencia de prisión y, por lo tanto, evitar la extradición a Tailandia, donde podría ser ejecutado por sus crímenes. Leclerc había negado tener conocimiento de los asesinatos de Sobhraj. “Se cree que ayudó a Sobhraj a drogar al menos a una de sus víctimas”. Una víctima afirmó más tarde que Leclerc “tenía que saberlo. Cualquiera con ojos y oídos podía ver lo que estaba pasando en este apartamento “.
Sin embargo, el mismo tribunal indio que condenó a Sobhraj anuló la condena de Leclerc. Le habían diagnosticado cáncer y se le permitió regresar a Canadá. Murió allí en 1984. Cuando Sobhraj salió de la prisión india en 1997, había transcurrido el plazo necesario para ser juzgado en Tailandia. Estaba libre. Inmediatamente se mudó a París, abrazando su infamia pública.
TRÁILER “LA SERPIENTE”
Haciéndose pasar por un comerciante de gemas, Charles Sobhraj y su novia Marie-Andrée Leclerc viajaron por Tailandia, Nepal e India en 1975 y 1976, llevando a cabo una serie de crímenes en diferentes lugares frecuentados por hippies, y convirtiéndose ambos en los principales sospechosos de una serie de asesinatos de jóvenes viajeros occidentales en Asia. Cuando Herman Knippenberg, un diplomático subalterno de la embajada holandesa en Bangkok, sin saberlo, da con esta intrincada red de crímenes, desencadenará con ayuda de su esposa Angela, una serie extraordinaria de eventos que harán que Sobhraj se convierta en el hombre más buscado por la Interpol, con órdenes de arresto en varios continentes