Además de los protagonistas, la telenovela colombiana “Pasión de gavilanes” nos dejó personajes entrañables, que son recordados hasta el día de hoy, pese a haber pasado casi 17 años desde que fue estrenada. Uno de ellos es Santillana, el empresario que pretendía a Rosario Montes, cuyo papel fue interpretado por Mauro Urquijo.
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Si bien, este actor, que se dio a conocer en los 90, se proyectaba a tener una carrera brillante en el mundo del entretenimiento, pues participó en producciones como “Doña Bella”, “La hija del mariachi”, “El clon”, entre otras; su vida cambió radicalmente los últimos años, ya que escuchar su nombre es relacionarlo a escándalos.
A continuación, te contamos la extravagante vida de este histrión que actuó en “El Oasis” (1994) y “Otra en mí” (1996), por cuyas participaciones fue nominado al Premio Tv y Novelas como mejor actor revelación y mejor actor protagónico, respectivamente.
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LA METAMORFOSIS DEL ACTOR
Tras haber participado en varios proyectos, siendo el último en 2016 con “Yo soy Franky”, Marco Urquijo tuvo un cambio radical que lo transformó por completo, según algunos surgió luego de estar al borde de la muerte, por lo que tuvo que ser operado a corazón abierto.
Durante la intervención quirúrgica, él se quedó sin oxígeno por 35 minutos, siendo inducido al coma, pero eso no quedó ahí, ya que al despertar quedó cuadripléjico y perdió la memoria, además de sufrir un trastorno psiquiátrico.
Según su tercera esposa Haychel Benito, quien estuvo acompañándolo en su proceso de recuperación, Urquijo se olvidó de ella por completo. Otro de los comportamientos que salieron a flote fue su hipersexualidad y adicción al sexo, motivo que llevó a su entonces pareja a separarse de él, publicó Las 2 orillas.
Tan sólo tres meses después de su divorcio, el actor anunció que estaba saliendo con su amiga Martha Rojas, con quien tuvo un romance fugaz. Ella dijo a los medios que Urquijo era un “vividor que se ha había portado violento”.
Ni bien terminaron, él nuevamente comenzó a lucirse con una nueva persona. Esta vez se trataba de Maria Gabriela Isler, una joven transexual, con quien vive una vida sin límites, pues ambos confesaron que les gusta asistir a fiestas swingers, reuniones de intercambio parejas. Aunque esto no queda aquí, pues ella comparte contenido erótico en sus redes sociales con otros hombres.
Pese a todo, Mauro la considera el gran amor de su vida y contrajo matrimonio, pero la boda no estuvo ajeno a los escándalos, pues la policía tuvo que llegar a la recepción porque los recién casados se negaban a pagar la cuenta en el lugar en donde celebraron su amor. Posteriormente, se filtró un video íntimo de ellos, con el que dieron a conocer que quieren dedicarse a la pornografía.
De otro lado, sus anteriores pareja y madre de sus tres hijos acusaron a Mauro Urquijo de ser un mal hombre y pésimo padre, pues no cumple con la manutención y no mantiene una relación estable con ellos.
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