¡Una miniserie que te atrapa de principio a fin! Así es “Senna”, la producción que sigue al piloto brasileño Ayrton Senna, una leyenda del automovilismo, cuya vida se apagó durante una competencia de Fórmula 1. Debido al legado que dejó el tres veces campeón mundial de F1, te contamos la verdadera historia en la que se basó este drama, disponible en Netflix desde el 29 de noviembre de 2024.
LA PASIÓN DE AYRTON SENNA POR LAS CARRERAS COMENZÓ CUANDO ERA NIÑO
La llegada de Ayrton Senna da Silva a este mundo se dio el 21 de marzo de 1960 en São Paulo. Era el segundo de tres hijos. Debido a que era un niño muy inquieto, su padre le fabricó un kart para que se distrajera, sin imaginar que años después se convertiría en un piloto de carreras de élite. En aquel momento, él tenía cuatro años, por lo que cuando subió por primera vez al pequeño coche equipado con frenos a disco y un motor extraído de una picadora de caña, que le permitía alcanzar una velocidad de hasta 60 km/h, se emocionó tanto que no dudó en dar una vuelta por la calle de tierra donde vivía, demostrando gran habilidad al volante.
Como le fascinaba las carreras, cuando cumplió 13 años entró oficialmente en una competición de Karting, y ese mismo año, en 1973, ganó el Campeonato Paulista de Karting, aunque según Mario Sérgio de Carvalho, el rival del muchacho en dicho evento, aseguró en la biografía “Ayrton, o herói revelado” que el título se lo dieron a él y no a Senna. Pese a ello, él ya se perfilaba como uno de los grandes en este deporte, tanto así que en 1977 obtuvo el máximo trofeo en el Campeonato Sudamericano de Karting en Uruguay.
SUS INICIOS EN EL AUTOMOVILISMO Y SU CARRERA
Cuando cumplió 18 años, fue contratado por el equipo DAP de Italia, donde fue compañero de Terry Fullerton. Posteriormente, participó del Campeonato del Mundo de Karting desde 1978 hasta 1982, terminando subcampeón en 1979 y 1980.
Tanta era su fascinación por convertirse en el mejor, que cuando perdió una carrera de karts por la lluvia, él no dudó en practicar bajo esas condiciones, incluso pasaba muchas horas al volante sin comer hasta que lo consiguió.
En 1981, Ayrton se trasladó a Inglaterra para comenzar su carrera en monoplazas. Le fue muy bien, pus ganó el Campeonato RAC y Townsend-Thoreson de Fórmula Ford 1600 de ese año. Sin embargo, debido a que sus padres le pidieron asumir un papel en el negocio familiar y como tampoco tenía patrocinadores, regresó a Brasil. Pero antes de que se vaya, el dueño de la Rushen Green Racing, le ofreció una unidad de Fórmula Ford 2000, algo que lo animó a retornar. Ganó el campeonato británico de 1982 y los campeonatos de Europa de Fórmula Ford 2000.
En 1983, participó en el Campeonato Británico de Fórmula 3 con el equipo West Surrey Racing, donde también obtuvo el primer lugar, meses después hizo lo mismo en la inauguración del Grand Prix de F3 de Macao, que lo llevaron a captar la atención de Frank Williams, quien se convirtió en su último jefe de equipo en la Fórmula 1 durante 1994.
Fue así cómo logró entrar a Fórmula 1, torneo que a lo largo de sus 10 años, obtuvo 3 campeonatos mundiales (1988, 1990 y 1991) y ostentó varios récords, convirtiéndose en uno de los pilotos más destacados en la historia del automovilismo. En total, acumuló 41 victorias (6 de ellas en el Gran Premio de Mónaco), 80 podios y 65 pole positions en tan solo 162 clasificaciones, con una efectividad de más del 40 %.
LA TRAGEDIA QUE ACABÓ CON SU VIDA
Durante el Gran Premio de San Marino de 1994, en Imola, Italia, el 1 de mayo de 1994, un accidente a la salida hizo que el carro de seguridad ingrese para prestar auxilio, pero al ser más lento que los coches de carrera, provocó la desesperación de Ayrton, quien ansioso por avanzar hacía señas para que vayan más rápido.
Ni bien, la carrera se reanudó en la vuelta 6, el automóvil de Senna en la vuelta 7 no tomó la curva Tamburello, sino que salió de la pista en línea recta a unos 305 km/h e impactó contra un muro de cemento a 218 km/h. Ante la potencia, la rueda delantera derecha se desprendió y golpeó su casco, mientras que un brazo de la suspensión de ese mismo neumático atravesó su casco y la visera, ocasionándole fracturas en el cráneo, incluso perdió masa encefálica.
Su cuerpo yacía inconsciente a la espera de una unidad de auxilio. Ante la gravedad de su caso, le realizaron una traqueotomía in situ; minutos después, lo llevaron en helicóptero al hospital Maggiore de Bolonia, donde estuvo en coma inducido por unas horas. Poco después, se confirmó su muerte cerebral.
Tras su partida, fue llevado a su país natal, donde su ataúd fue llevado por las calles de São Paulo en un coche de bomberos. Fue enterrado con honores de jefe de Estado, en el cementerio de Morumbi. El Gobierno de Brasil declaró tres días de duelo.
Periodista. Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional del Centro del Perú (UNCP). Más de diez años de experiencia en periodismo. Actualmente se desempeña como redactora del Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.